Cortizo y Petro hablan sobre migración irregular, pero sin avances

En el marco del septuagésimo octavo período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 19 al 23 de septiembre en la sede de Nueva York, el presidente panameño, Laurentino Cortizo, resaltó en su discurso la importancia de la ruta del Canal de Panamá y el compromiso del país en seguir brindando sus servicios al mundo. Este año ha sido particularmente difícil debido a la irregularidad en las precipitaciones y la necesidad de compartir las fuentes de agua entre el consumo humano y la operatividad del Canal.

Cortizo también alzó la voz sobre el tema migratorio y la necesidad de compartir las responsabilidades en el continente, ya que Panamá llegó a su limite. Tan solo en lo que va del presente año más de 360.000 personas han cruzado la peligrosa selva considerada un parque natural, y se espera que para fin de año la cifra roce los 500.000.

En su discurso ante la asamblea de la ONU dijo que el problema de la migración irregular debe ser abordado a nivel multilateral haciendo énfasis en el respeto a los derechos humanos, bajo los principios de solidaridad y de responsabilidad compartida con el propósito de salvaguardad la integridad de la vida humana de manera segura y ordenada.

“Panamá trabaja activamente en colaboración con varios países de la región en la ejecución de programas para mejorar la atención y la protección de los migrantes irregulares que entran a nuestro país, a través de la frontera con Colombia atravesando la peligrosa jungla de Darién, el mayor parque natural de toda Centroamérica”, dijo el mandatario.

Dijo que es una situación insostenible, indeseada e inhumana. Un drama humanitario de dolor, sufrimiento y muerte para cientos de miles que emprenden esa arriesgada travesía.

“Hago un llamado a la comunidad internacional para que asuma, en toda su magnitud, el problema de la migración irregular que no solo se concentra en el Mediterráneo, sino que es de carácter global y que a los panameños, en este momento, nos afecta directamente”, recalcó.

Unas horas antes, Cortizo sostuvo un encuentro con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, cuya conversación giró en torno a los esfuerzos por frenar la migración irregular hacia el norte entre la frontera común.

Sin duda, la diferencia en la óptica de abordar el problema parece impedir que ambos mandatarios alcancen un plan de acción conjunto para atender los masivos flujos migratorios.

Panamá habla de “ordenar” Darién, Colombia busca “humanizar” la migración irregular para evitar muertes en una de las selvas más peligrosas del mundo. El tema ha generado tensión últimamente entre ambos países. Panamá reclama a su vecino la poca o nula cooperación en materia de datos sobre los migrantes que deben arribar a suelo istmeño. Los colombianos alegan que no tienen control de las personas que ingresan a las diferentes trochas que emplean los migrantes en dirección a Panamá. Pueden ejercer un control parcial en algunas zonas fronterizas formales

Al salir de la reunión Petro manifestó a los medios de comunicación que coincidieron en que una parte fundamental del éxodo hacia el norte lo conforman ciudadanos venezolanos. “Colombia aporta poco, la gente de Ecuador está saliendo y al llegar al tapón de Darién sufren nuevas cadenas de esclavitudes“, dijo el mandatario al hacer referencia a los crímenes por violaciones y robos que sufren los migrantes en la trocha darienita.

Petro no ve “eficaz” la propuesta de Panamá para instaurar el orden en la selva a través de “una especie de retenes a lo largo del camino”.

Habrá un encuentro “mucho más formal” en Caracas, añadió Petro, porque la mayoría de los migrantes provienen de ese país, “lo que está causando un éxodo”.

Construir un muro en la frontera, como sugirieron a Petro los colombianos residentes en Nueva York, tratando de imitar el muro en la frontera sur de Estados Unidos con México, no es viable. Nos han pedido que tapemos el tapón, como si eso fuera fácil; que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia Estados Unidos o que se instalen puestos de migración en Colombia.

Una nota de prensa de la Presidencia panameña explica que en la reunión los mandatarios activaron la comisión de vecindad colombo-panameña como una herramienta para atender temas bilaterales y estrechar vínculos. Dicha comisión fue creada en noviembre de 1992 como un mecanismo de seguimiento y articulación de esfuerzos encaminados al desarrollo de las zonas fronterizas entre Colombia y Panamá.

Además, los presidentes hablaron sobre el avance de la interconexión eléctrica. Un proyecto de 500 km de línea eléctrica entre ambos países cuya capacidad de transporte de energía se estima en 400 megavatios.

Petro insistió a los medios que el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Venezuela es la causa del flujo hacia el norte. La idea, apuntó Petro, es “sentarnos hacia cómo humanizar. Panamá habla de ordenar y yo de humanizar para que no muera la gente y cómo dialogamos con Estados Unidos para una propuesta eficaz”, acotó.