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Todo queda en familia: Torrijos y las dinastías políticas de América
- 30/08/2023 00:00
- 30/08/2023 00:00
La historia política del continente americano está repleta de dinastías familiares que han ocupado cargos políticos: los Kirchner (Argentina), los Sarney (Brasil), los Santos (Colombia), los Somoza (Nicaragua), los Roosevelt (Estados Unidos) y los Fujimori (Perú), son ejemplo de esto.
Es por eso que dentro de las dinastías, no son pocos los ejemplos de padres e hijos ocupando la silla presidencial de sus naciones, siendo los Arévalo el ejemplo más reciente. Bernardo (recién electo presidente de Guatemala) es hijo del expresidente Juan José Arévalo, quien gobernó esa nación de 1945 a 1950.
El propio Bernardo Arévalo reconoció a CNN que “está siguiendo los pasos de su padre”, pero que “no es él”. Aunque buscará “respetar su legado”.
Se trata de una realidad que también está presente en Panamá, donde Martín Torrijos, quien ya encabezó la Presidencia del país entre 2004 y 2009, es hijo de Omar Torrijos, lider político que dirigió la nación entre 1968 Y 1981.
Martín Torrijos, quien aspira nuevamente a la Presidencia en 2024, ha recocido en múltiples entrevistas la influencia de su padre en su ideario y cosmovisión política.
Al lado de Panamá se sitúan los Ospina, en Colombia. Mariano Ospina Rodríguez, fundador del Partido Conservador, fue presidente de la entonces Confederación Neogranadina entre 1858 y 1861. Setenta años después, su hijo, Pedro Nel Ospina, lideró el Ejecutivo colombiano entre 1922 y 1926.
Esta dinastía no terminó aquí, pues Mariano Ospina Pérez, sobrino de Pedro, fue elegido presidente entre 1946 y 1950.
Otro caso conocido es el de Luis Lacalle Pou, actual presidente de Uruguay, hijo del mandatario número 36 de la nación sudamericana, Luis Alberto Lacalle, quien gobernó el país entre 1990 y 1995.
Nicaragua tiene un largo historial de dinastía política, pues los Somoza, quienes gobernaron durante el régimen militar, colocaron a tres miembros de su familia en el poder. Entre ellos, quien lo inició todo, Anastasio Somoza García (mandatario entre 1937 y 1956) y su hijo, Anastasio Somoza DeBayle (1967-1972 y 1974-1979).
Uno de los casos más recordados es el de los Trujillo en República Dominicana, los cuales, con el gobierno del dictador Rafael Trujillo, gobernaron desde 1930 hasta su asesinato en 1961. Durante ese periodo, su hermano Héctor y su hijo Ramfis llegaron a ejercer funciones presidenciales.
En la actualidad, el nieto de Rafael Trujillo, que también se llama Ramfis, aspira a la Presidencia de la nación caribeña, desde 2017, cuando lanzó su proyecto presidencial.
También hay que destacar el caso de François y Jean-Claude Duvalier, padre e hijo que ocuparon la presidencia de Haití de 1957 a 1971, en el caso del padre. Y de 1971 a 1986, en caso del hijo.
Esta herencia política no es exclusiva de América Latina, pues Estados Unidos y Canadá también han sido gobernados por familias: los Bush, en el caso estadounidense, y los Trudeau, en suelo canadiense.
En relación con los Bush, el primero en abrir el linaje fue el republicano George Herbert Walker Bush (1989-1993) y su hijo, George Walker Bush, siguió sus pasos (2001-2009).
Del lado canadiense tenemos a Pierre Trudeau, quien fungió como primer ministro del país entre 1968 y 1984, con una interrupción entre 1979 y 1980. Su hijo, Justin Trudeau, lleva delante del gobierno del país norteamericano desde 2015.
Ecuador es el país de la región que más casos de padres e hijos siendo presidentes recopila, dado que hay tres familias que lo han hecho.
En 1830 el Ecuador tuvo su primer presidente, tras la independencia de la Gran Colombia. Juan José Flores fue elegido el encargado de inaugurar la Presidencia de la nación sudamericana, hasta 1845.
Esta no sería la última vez que el Ejecutivo ecuatoriano sería liderado por la familia Flores, pues el hijo del presidente, Antonio Flores Jijón, encabezó la Presidencia entre 1888 y 1892.
La siguiente familia que llegó a gobernar en dos ocasiones fueron los Plaza, dando inicio de 1901 a 1905, con el primer mandato de Leónidas Plaza Gutiérrez, quien volvió a la jefatura de la nación de 1912 a 1916. Mientras que su hijo, Galo Plaza Lasso, gobernó de 1948 a 1952.
El último caso ecuatoriano fue el de los Arosemena. En 1947 Carlos Julio Arosemena Tola fue electo presidente del país, pero su mandato solo duró un año, por las presiones militares de la época. No fue sino hasta 1961 cuando su hijo, Carlos Julio Arosemena Monroy, lideró el Ejecutivo, hasta 1963.