El 33% de la población escolar debe incorporarse a la semipresencialidad

Un 1/3 de la matrícula de estudiantes del país inició el tercer trimestre escolar con clases semipresenciales. De acuerdo a las estadísticas de la Dirección Nacional de Educación Ambiental (DNEA), el sector oficial y particular de todo el país tiene 921,314.

De esta cifra 300,511 estudiantes se incorporaron a la semipresencialidad en 1,398 escuelas, lo que quiere decir que un 30% de los centros educativos nacionales están laborando con esta modalidad. A estos niños y jóvenes deben sumarse 14,110 docentes. Mientras que otros 800 centros escolares continuarán atendiendo a los estudiantes mediante tutorías.

Maruja Gorday de Villalobos, ministra de Educación, aseguró que el país está dando un paso importante con el avance del proceso educativo semipresencial. Ahora el mayor desafío del sistema es “garantizar la recuperación de aprendizaje que tanto re querimos para enfrentarnos a un nuevo año en los próximos cuatro meses”, apuntó la titular de la cartera de Educación. Además enfantizó que es importante controlar y mitigar el virus con las condiciones de bioseguridad y los protocolos establecidos en las escuelas.

Los horarios de clases dependerán del plan de bioseguridad, de la capacidad física del centro educativo para recibir a los estudiantes, de cumplir con el distanciamiento. “Unos estarán cuatro horas, otros tres y dos…”, explicó la ministra.

Aunque, todavía existen escuelas que no podrán abrir, Gorday aclaró que hay que generar un ambiente de confianza a los padres de familia y monitorear con las autoridades de salud, con el propósito de que la mayor cantidad de centros puedan ir incorporándose al proceso semipresencial.

Entre educadores y funcionarios administrativos de cada plantel educativo hay 51,933 vacunados contra la covid-19 y 42,532 ya tienen las dos dosis. Al menos 8,346 de estos no se les ha aplicado la vacuna.

Organismos internacionales han destacado la importancia del retorno presencial a clases de niños y adolescentes. Cristian Munduate, coordinadora residente de la ONU en Panamá, reconoce que “la educación es uno de los elementos que requiere de la presencialidad”.

“Los niños realmente necesitan que no los dejemos atrás, que no les cortemos las alas”, destacó Munduate, al destacar las falencias de la educación virtual o a distancia, que se estableció en Panamá y el mundo después de la declaración de emergencia nacional provocada por la pandemia de la covid-19.

“Les está costando las oportunidades de desarrollo ahora o en el futuro y esto ha exacerbado más las brechas”, indicó la funcionaria del organismo internacional al tiempo que advirtió que de seguir retrasando el retorno a clases “tenemos que pensar en la gran cantidad de problemas que se nos vienen en el futuro”, agregó.

En marzo de 2020, las clases presenciales en escuelas públicas y privadas fueron suspendidas después de la aparición de los primeros contagios del virus de la covid-19.

En junio de ese mismo año, los estudiantes empezaron las clases virtuales, lo que conllevó que muchos no lograran conectarse con el sistema, sobre todo, los de áreas de difícil acceso.

Para mayo de 2021, el Ministerio de Educación tenía previsto el retorno gradual a clases semi presenciales en 100 escuelas, pero un aumento en los contagios del virus detuvo el proceso.

No fue sino a finales de mayo cuando 78 escuelas empezaron con esta modalidad. Posteriormente, en junio se sumaron otras 150 escuelas.

Romina Kasman, especialista de educación de la Unesco, explicó que la pandemia provocó el quiebre de la experiencia colectiva del aprendizaje. Esto quiere decir que en las escuelas nos encontramos todos en un mismo lugar, “donde todos éramos realmente iguales y teníamos las mismas oportunidades y los mismos espacios, y esa cultura de encuentro, de la convivencia, que además salía del aula y se presentaba a la comunidad, se ha perdido o se ha quebrado”, añadió la experta en educación.

Mariana León, presidente de la Comisión de Educación de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede), también destacó la importancia de la interacción social de los niños para el aprendizaje.

“Para los más pequeñitos es esencial tener esa interacción con sus maestros y compañeros. Es parte del aprender a vivir en sociedad, con otras personas que no son mi familia, que no son tu mamá y tú papá. Y, eso es algo que estamos perdiendo mucho, especialmente, los grados más bajo”, explicó la docente y experta en temas de educación.

Panamá está entre los países con mayor cantidad de días sin acudir a clases presenciales, de acuerdo a un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).