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- 06/10/2019 00:00
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Las lenguas son el patrimonio cultural más valioso de la humanidad. Constituyen sistemas de conceptos que han ayudado y ayudan a la humanidad a interpretar la realidad y a organizarse en sociedad. La diversidad lingüística es la manifestación más notable de la diversidad cultural y, en la sociedad globalizada en la que hoy vivimos, esta diversidad cultural es una manifiesta garantía para una convivencia armónica y participativa de las diversas realidades sociales y culturales de nuestro planeta.
Hoy sabemos que la diversidad lingüística y cultural se encuentra amenazada, fuertemente amenazada. Aunque sabemos que lenguas y culturas han desaparecido a lo largo de la historia, a partir del siglo XX el proceso de pérdida lingüística se ha vuelto masivo, cientos de lenguas están desapareciendo en el curso de nuestras vidas. Y los pronósticos científicos no son halagüeños: a lo largo del XXI puede desaparecer el 90% de las lenguas hoy existentes; y sus culturas; y las sociedades que las han conformado.
Ante esta dramática situación, son numerosas las personas y las instituciones que habiendo percibido la alerta se esfuerzan para que este tesoro que constituye la diversidad lingüística se conserve y se desarrolle. Incluso, son numerosas las sociedades que habiendo interiorizado la situación de pérdida de sus lenguas originarias se han organizado para revivirlas, para revitalizarlas.
Un ejemplo de una sociedad concienciada, al menos parcialmente, es la sociedad vasca. De manera casi espontánea en un principio, hacia la década de los 60, de un modo más coordinado socialmente, a partir de los 70, y de forma estructurada liderada conjuntamente por instituciones sociales y públicas, a partir de los 90, la sociedad vasca se esfuerza por revertir el proceso de pérdida de su lengua.
Con una planificación lingüística, con el trabajo voluntario de numerosos agentes, con una red de organizaciones sociales y con el apoyo de numerosas instituciones la sociedad vasca está viviendo un florecimiento de su lengua ancestral, hoy renovada y actualizada. Es verdad que todavía la sociedad vasca no ha consolidado la normalización de su lengua y que todavía hoy el riesgo de pérdida es importante, y que habrá que continuar esforzándose de modo personal y colectivo durante las próximas generaciones.
Pero resulta innegable que hoy los jóvenes vascos, por ejemplo, pueden desarrollar todos sus estudios, incluidos los universitarios, en lengua vasca; es innegable que existe una red de medios de comunicación (prensa, radio, televisión) en euskera, como nunca había existido. Incluso la apuesta por llevar al euskara a la esfera de internet está resultando exitosa: es una de las 50 lenguas más utilizadas en internet; en número de artículos ocupa el puesto 31 en Wikipedia, etc.
Aunque, también hay que reconocerlo, todas aquellas lenguas que no son exclusivas para un estado independiente (las únicas oficiales), en nuestro mundo actual, tienen muchas dificultades para conseguir un estatus de normalización que les asegure un futuro.
Las experiencias de los pueblos que, como el vasco, están luchando para revertir los procesos de pérdida de sus lenguas y llegar a una normalización han construido estrategias y metodologías que las vamos a calificar de relativamente exitosas.
Citaremos solo algunas. Por ejemplo, ante la imposibilidad de que los padres puedan transmitir a sus hijos la lengua originaria de modo natural por desconocerla, la escuela (llámese nido lingüístico, modelo de inmersión) ha demostrado ser una herramienta eficaz, cuando es de calidad, para que los niños y niñas la aprendan y desarrollen. También los métodos de enseñanza de la lengua a adultos, basados en metodologías eficaces.
Evidentemente, estas estrategias exitosas necesitan una planificación y un respaldo amplio de la sociedad y, para ello, la sensibilización, concientización y motivación de la sociedad originaria y de los pueblos vecinos es más que necesaria. Incluso la sensibilización de las sociedades que hablan y transmiten lenguas hegemónicas.
Pero en la esfera de la revitalización de las lenguas amenazadas hay una estrategia que apenas se ha explorado y que puede aportar beneficios extraordinarios. Se trata de impulsar y construir una amplia red de pueblos con lenguas en situación de pérdida o no-normalización (llámense indígenas, originarias, minoritarias, minorizadas) que posibilite el intercambio de experiencias, estrategias y metodologías encaminadas a la planificación y el desarrollo de procesos de revitalización lingüística.
Evidentemente, no se pretende exportar procesos o estrategias concretas, ni se pretende homogeneizar modelos. Se trata de compartir en solidaridad y respeto. Se trata de intercambiar experiencias y de mostrar solidaridad cuando alguien la requiere. No se puede pretender que la vía que tu pueblo ha desarrollado es la más adecuada, o que tus principios son exportables o universales. Se trata de compartir: de dar y de recibir, de construir un puente con flujo en todas direcciones para que todos nos beneficiemos.
Algunas organizaciones modestas de Euskal Herria (País Vasco) han iniciado la senda de la “cooperación lingüística”. Además de la labor de las instituciones vascas, la ONG “Garabide Elkartea” y la “Cátedra Unesco de Patrimonio Lingüístico Mundial de la UPV-EHU” han emprendido está vía hace una década.
La cooperación lingüística es una iniciativa que persigue el intercambio de experiencias y conocimientos en el ámbito de la revitalización de las lenguas. Esta iniciativa surgió cuando numerosos pueblos originarios, fundamentalmente de Abia Yala, se pusieron en contacto con instituciones y organizaciones vascas interesándose por su proceso de revitalización.
En este momento se trabaja en cooperación con distintos pueblos: los pueblos nasa (Colombia), mapuche (Chile), kichwa (Ecuador), guaraní (Bolivia), maya kaqchikel (Guatemala), yucateco y náhuat (México), amazigh (Marruecos y Argel), entre otros. Se comparten conocimientos estratégicos, metodológicos y técnicos con pueblos que viven situaciones sociopolíticas muy diversas. Entre todos tratamos de consolidar una red incipiente que necesita mucho apoyo en la siembra de ilusiones, proyectos y un futuro esperanzador.
Pero también se trata de sensibilizar, concientizar y motivar en la sociedad vasca e internacional para que se valore y se desarrolle la cooperación lingüística. Son necesarios más recursos y más voluntarios que cooperen y que trabajen en la consolidación de esta red de pueblos. Y también es necesario visionar que el enriquecimiento es mutuo, plural. Así ponemos nuestra pequeña simiente para un mundo diverso, armonioso, respetuoso, sostenible y participativo. (Profesor universitario, lingüista y miembro de Garabide Elkartea)
Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.