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- 19/04/2014 02:00
- 19/04/2014 02:00
¿Cuál es el rol que deben asumir los agentes educativos en la educación del siglo XXI? ¿Cómo debe confluir las familias, docentes y directivos?
El informe ‘20 Claves Educativas para el 2020’, elaborado por Fundación Telefónica y revelado este año, explica en un capítulo que debe existir una gestión del cambio educativo que consiste en que después del trabajo de los profesores y lo que ocurre dentro del aula, el liderazgo directivo es el factor interno a la escuela más relevante en la consecución de aprendizajes de calidad.
Agrega que en cualquier liderazgo es fundamental tener en cuenta que el objetivo primordial siempre debe ser la mejora del aprendizaje de los alumnos y conseguir un liderazgo pedagógico.
El documento, un resumen confeccionado del Encuentro Internacional de Educación 2012-2013, expone que para cambiar y avanzar hacia un sistema que mejore la calidad educativa, las escuelas no deben trabajar solas, sino en una red colaborando con otras instituciones.
Además indica que no se debe comparar el mérito de unas escuelas y otras a través de evaluaciones diagnósticas estandarizadas, sino liderar generando situaciones que permitan trabajar juntas a las instituciones con la finalidad de que compartan experiencias y buenas prácticas.
Manifiesta que el rol del profesor no debe basarse en la transmisión de contenidos, debe enfocarse en la orientación y apoyo generando las condiciones para que sea el alumno quien de manera activa y experimental construya su propio conocimiento.
FORMACIÓN DOCENTE
El informe sostiene que el currículo de formación docente debe reconfigurarse para ofrecer una formación que contemple de forma más sólida el uso pedagógico de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), ya que en la actualidad no se le brinda la importancia que tiene para la sociedad del siglo XXI.
Enfatiza que el tiempo que dedica el currículo universitario a las TIC en la formación del profesorado no es suficiente, teniendo en cuenta la demanda que la sociedad tiene sobre la formación tecnológica del docente. Ésta no debe centrarse en el uso de herramientas tecnológicas, sino en su aplicación pedagógica.
Además, la familia es el socio estratégico para la educación; hay que transformar la metodología para convertir las relaciones dentro de la familia en activas, móviles, globales, con mirada integral, con visión participativa, donde se promueve la iniciativa.
‘El docente y todo el centro siempre deben ser parte activa de cualquier proceso de innovación dedicado a la mejora de la educación. Los cambios impuestos no sirven, porque la escuela debe ser el centro del cambio’, dijo Javier Murillo, profesor y director del Doctorado en Educación de la Universidad Autónoma de Madrid.
En tanto, Daniel Contreras, que desde 2007 es el especialista responsable del área educación de UNICEF en Chile, afirmó que el primer desafío de la escuela debe ser articular los mecanismos para conocer la realidad de sus familias.