Ciro Luis Urriola, sucesor del finado Ramón Valdés

Actualizado
  • 16/11/2011 01:00
Creado
  • 16/11/2011 01:00
P olítico, doctor en medicina y botánico, Ciro Luis Urriola, fungió como primer designado del Presidente Ramón Maximiliano Valdés al mom...

P olítico, doctor en medicina y botánico, Ciro Luis Urriola, fungió como primer designado del Presidente Ramón Maximiliano Valdés al momento en que éste falleció víctima de un infarto; de inmediato el Dr. Juan Lombardi, presidente de la Corte Suprema de Justicia, le dio posesión del supremo cargo. Eran las 10:00 de la mañana del día 3 de junio de 1918.

Estos escasos cuatro meses, comprendidos desde el momento de la toma de posesión hasta el 30 de septiembre, estuvieron llenos de incidentes y acontecimientos que hicieron de este breve periodo un lapso turbulento dentro de la corta historia de nuestra recién inaugurada vida republicana. Ciro Luis Urriola Garrés contaba con 55 años de edad.

QUIÉN ERA

Nació el 3 de julio de 1863. En torno a su lugar de nacimiento divergen las opciones, algunos afirman que fue en la ciudad de Panamá, pero por pertenecer a familia de origen aguadulceño hay quienes sostienen que nació en Aguadulce.

Sus estudios primarios los realizó en el seminario de los padres jesuitas ubicado en el Istmo, luego se trasladó a Bogotá a seguir la instrucción superior en el Colegio San Bartolomé; Ciencias Naturales en el colegio Santa Inés, y en el año 1888 recibió su doctorado en Medicina.

Fue un hombre siempre apegado al estudio y la exploración científica, Jorge Conte Porras sostiene que estudió en Dublín, Londres y París sus especialidades médicas y botánicas.

Vino a trabajar a Panamá en donde se distinguió por su calidad y profesionalismo en el ejercicio de la medicina y también como científico investigador de enfermedades a las que deseaba encontrarles cura, tales la Tuberculosis, el Paludismo y la Malaria entre otras. Podríamos decir que tuvo experiencia comercial, lo que era el signo de la clase burguesa panameña, ya que en la Avenida Central se situaba la Farmacia Ruiz que era de su propiedad.

Impulsó la creación de la Escuela de Obstetricia y la Sala de Maternidad del viejo Hospital Santo Tomás, pues el nuevo, que sería inaugurado por Porras el 1 de septiembre de 1924, no lo conoció. La Sociedad de Medicina y ciencias naturales de Colombia lo contaba entre sus más destacados miembros. Fue autor de trabajos científicos editados en publicaciones de gran prestigio internacional. Entre éstos he podido encontrar1: Memoria sobre una nueva aplicación del barómetro; Variaciones de la temperatura de ebullición del agua en Panamá; Tratamiento de las estrangulaciones herniales por la regeneración permanente; La enfermedad de Morvan, etc.

Aparentemente mantuvo una relación preferencial con una señora de nombre María Enriqueta Leblanc, no tuvo descendencia y falleció en el Hospital Gorgas a la edad de 59 años el día 26 de julio de 1922, de una falla cardiaca, al igual que su predecesor Valdés.

LA VIDA PÚBLICA

Su vida como político y hombre público abarca una amplia trayectoria, la participación altos cargos desde el inicio de la República nos muestra que era un miembro importante de la sociedad panameña, inclusive desde tiempos de la unión a Colombia.

Participó como constituyente en 1904 y diputado de la Asamblea Nacional, además fungió como jurado a partir del 13 de diciembre de 1903, en compañía de Jerónimo de la Ossa, Manuel Encarnación Amador, Ricardo Manuel Arango, y Juan Méndez, en el concurso que decidió entre ciento treinta y dos proyectos que el presentado por Nicanor Villalaz sería el escudo de armas de Panamá.

Fue miembro de la Asamblea Nacional en dos ocasiones e incluso llegó a ejercer la presidencia de este órgano.

En el año 1916 fue elegido por la Asamblea Primer Designado a la presidencia de la República durante el mandato del Presidente Ramón Maximiliano Valdés, para el bienio comprendido del 1 de octubre de ese año hasta finales de septiembre de 1918.

Los otros dos designados elegidos por la Asamblea, en su orden eran: Ramón Felipe Acevedo2 y Pedro Antonio Díaz.

Luego de los cuatro meses en que fue Presidente, participó como candidato en las elecciones de 1920 corriendo en contra del Dr. Belisario Porras. Sin embargo, antes de los comicios retiró su candidatura, por lo que su contendor corrió solo y ganó, situación que era inevitable, aún sin que Urriola se hubiese descartado de las elecciones; a pesar de ello, este hecho prestaba credibilidad a la tesis de la falta de transparencia en esas elecciones para la opinión pública de aquel entonces.

Al iniciar su gobierno la única modificación que hizo al gabinete ministerial que había recibido de su antecesor Valdés fue el nombramiento de Juan B. Sosa quien reemplazó a Eusebio a. morales en la Secretaría de Gobierno y Justicia y además a Ramón F. Acevedo como encargado de la Secretaría de Fomento y Obras Públicas, Andreve aparentemente había continuado en Instrucción Pública y quedó en el cargo.

La gestión presidencial del doctor Urriola estuvo marcada por su decisión de suspender las elecciones municipales de 30 de junio, y las de diputados, que se celebrarían el 7 de julio, de ese año.

Esta acción estaba sustentada por el decreto N° 80 lo que causó gran revuelo.

‘Las fuerzas políticas se hallaban en ese entonces divididas entre las que seguían al Dr. Belisario Porras y las que simpatizaban con Rodolfo Chiari, quien desde la oposición dominaba las corporaciones electorales.

Considerando el Órgano Ejecutivo que dichas corporaciones se preparaban ‘para desconocer toda indicación que emanara del Gobierno tendiente a regularizar el cumplimiento de los deberes y el ejercicio de los derechos del sufragio’ dictó el Decreto de Gabinete 80, de 20 de junio de 1918, por el cual se aplazaron indefinidamente las elecciones.

El Secretario de Relaciones Exteriores, Dr. Narciso Garay, renunció a tan alto cargo por no estar de acuerdo con el referido decreto y en su lugar fue designado Ernesto T. Lefevre.’3

Su motivación radicaba también en el hecho que los partidarios de las reformas a la Constitución eran mayoría en los colegios electorales.

Este decreto vino a empeorar la situación política del momento ya que la opinión ciudadana estaba dividida por el asunto de las reformas constitucionales que incluían modificar los requisitos exigidos para ser presidente, y que venían discutiéndose en vida de Ramón Maximiliano Valdés, quien no tomó partido al respecto.

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