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- 13/08/2011 02:00
- 13/08/2011 02:00
SOMALIA. A sus 3 años de edad, Ibrahim pesa 8 kilos, el peso normal de un bebé de 8 meses.
Víctima de la hambruna que azota el sur de Somalia, tiene que alimentarse mediante una sonda en el servicio pediátrico del hospital Banadir de Mogadiscio.
‘Mi hijo está muy enfermo, ha tenido fiebre, vómitos y diarrea’, explica su madre Rukyo Abdullahi.
‘Le dimos medicamentos de una farmacia local, pero en cuanto los tomó su estado empeoró, como si la cabeza se le hubiera vaciado de sangre’, añade angustiada.
Rukyo llegó a la capital somalí la semana pasada, desesperada en busca de atención médica para su hijo.
‘No tengo dinero para atender a mi familia’, cuenta, espantando con las manos las moscas que revolotean alrededor de su hijo, enfermo de rubeola.
LA ONU
La ONU declaró el estado de hambruna en tres regiones del sur de Somalia.
Al igual de Rukyo, unos 100 mil somalíes se han refugiado en Mogadiscio en los dos últimos meses, huyendo de la sequía que afecta a todo el Cuerno de África y, a distintos niveles, en 12 millones de personas.
Para Lulu Mohamed, jefa del servicio pediátrico del hospital Banadir, la situación actual es la peor desde la hambruna de 1992, un año después de la caída del dictador Siad Barre y el comienzo de una guerra civil que aún perdura.
‘Desde entonces no habíamos visto a tantos niños malnutridos, y la tasa de mortalidad aumenta’, explica Mohamed.
INSURGENTES
Los insurgentes islamistas radicales shebab, que controlaban la mitad da la capital, partieron de la ciudad el pasado sábado, para la gran sorpresa de todos.
Con su partida se albergan esperanzas de una mejor circulación y distribución de la ayuda humanitaria.
‘En el sitio del que vengo la vida es muy difícil’, confirma Rukyo, que abandonó la granja familiar, donde el ganado murió por no tener pasto.
‘La ayuda no llega allí. No la recibimos nunca’, dice la madre de Ibrahim.
CÓLERA
Una epidemia de cólera se está propagando por Somalia, asolada por la hambruna, con una cantidad de casos alarmante entre la población, que se dirige a la capital Mogadiscio por la falta de comida y agua, dijo ayer, viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Unos 4,272 casos de diarrea grave se registraron en lo que va de año sólo en el hospital Banadir de Mogadiscio, principalmente en niños de menos de cinco años, con 181 muertes, dijo a periodistas el doctor Michel Yao, de la OMS.
‘El número de casos es 2 o incluso 3 veces superior al que era el año pasado. Así que podemos decir que tenemos una epidemia de cólera’, agregó Yao.