El triaje de Estados Unidos y el dilema de las 80 millones de vacunas

Actualizado
  • 04/06/2021 00:00
Creado
  • 04/06/2021 00:00
El gobierno de Biden dispuso de 80 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 que repartirá a naciones del mundo en la lucha pandémica. Por otro lado, la venta de vacunas chinas en Sur América es evidencia del éxito de las relaciones entre China y los gobiernos de la región.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el presidente chino Xi Jinping, durante una ceremonia de bienvenida en China.

La distribución de vacunas a nivel global durante el próximo mes podría determinar el balance de poder en el mundo por décadas. El Gobierno de Estados Unidos dispuso de 80 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 que repartirá a naciones del mundo en la lucha pandémica. En los próximos 30 días Estados Unidos se convertirá en el mayor donante de vacunas a nivel mundial.

La administración de Joe Biden deberá decidir sus prioridades geopolíticas. Por su parte, China está aumentando la presión en puntos críticos de los intereses de seguridad de Estados Unidos, capitalizando al máximo de la ventana de inestabilidad en el mundo. La potencia emergente asiática está poniendo a prueba la agilidad de la democracia estadounidense, la voluntad de sus aliados, y el alcance de la influencia hegemónica de los principios democráticos del orden mundial actual.

Diálogo de Seguridad Cuadrilateral: 'The Quad'

Durante sus primeros 50 días en la Casa Blanca, Joe Biden convocó a la primera cumbre de jefes de Estado del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral. Señalando al mundo la prioridad clara de la administración Biden: el teatro de operaciones del Indo-Pacífico.

El Diálogo de Seguridad Cuadrilateral o también conocido como “The Quad” es una alianza estratégica informal entre Australia, Estados Unidos, India y Japón, cuyo objetivo principal es contener y contrarrestar la expansión económica y militar de China en la región. En marzo de este año, “The Quad” pactó la entrega de mil millones de dosis al mundo para finales de 2022.

A la fecha menos de 70 millones de dosis han sido distribuidas. Un mes después del pacto, la India, el mayor productor de vacunas a nivel mundial, prohibió la exportación de vacunas para priorizar la emergencia sanitaria local. Como resultado, la OMS estimó que 91 países quedarán completamente expuestos al virus debido a los retrasos en entregas a través del sistema Covax. Países en la región como Sri Lanka, Bangladesh y Nepal inmediatamente buscaron consuelo en Pekín. El gobierno de Xi Jinping no dudó en aprobar un millón de dosis para cada país.

Joe Biden, presidente de EE.UU.

A mediados de 2020, a través de un incremento en los impuestos de exportaciones, China aumentó la presión sobre Australia, el miembro más beligerante de “The Quad”. La economía australiana perdió $3 mil millones producto de los nuevos aranceles en 2020. El impacto puede ser desdeñable para el Gobierno australiano debido al incremento de los precios de las materias primas y la apertura de nuevos mercados, pero ¿por cuánto tiempo podrá Canberra confrontar directamente a su mayor socio comercial?

Desde el inicio de la pandemia, China incrementó su presencia militar en el mar de China oriental. El Gobierno de Japón sintió la presión tras registrar más de 37 incursiones militares chinas en el último año. Durante su visita a Washington, en abril, el primer ministro japonés Yoshihide Suga prometió oponerse “a cualquier intento de cambiar el statu quo por la fuerza o la coacción en los mares de China oriental y meridional, y la intimidación de otros en la región”. Y en mayo de este año, el ministro de Defensa Nobou Kishi admitió que el país deberá aumentar su presupuesto militar para poder contrarrestar las incursiones chinas.

El impacto estratégico de “The Quad” fue neutralizado de momento por la agilidad en la toma de decisiones del Gobierno chino.

El triángulo norte y Centro América

El segundo teatro de operaciones más importante en la agenda del presidente Joe Biden es Centro América, y en específico el triángulo norte. Las crisis económica, sanitaria y de violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala, representan un enorme riesgo de seguridad para Estados Unidos. Durante los primeros cuatro meses de 2021 más de 112,000 hondureños, 96,000 guatemaltecos y 30,000 salvadoreños trataron de cruzar la frontera de Estados Unidos.

El U.S. Citizenship Act de 2021 es la solución de la administración Biden. $4 mil millones durante cuatro años para combatir el problema que plaga la región: la corrupción. El programa de asistencia al triángulo norte propuesto por Biden es el más cuantioso en la historia de la región. A pesar de la oferta estadounidense, los líderes políticos del triángulo norte cada vez se inclinan más hacia el autoritarismo y están amenazando con aceptar contrapropuestas de China.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, abiertamente criticó a aquellos países que acaparan vacunas (como Estados Unidos). Con menos de 1% de la población inmunizada, Hernández inició negociaciones a través de terceros para adquirir vacunas chinas. Honduras no mantiene relaciones diplomáticas con China (reconocen a Taiwán), pero la crisis sanitaria es la perfecta oportunidad para que Pekín logre aislar más al gobierno de Taipéi. Los afrontes también son en el frente anticorrupción. Durante 2020 entró en vigencia en Honduras un nuevo Código Penal que redujo las sentencias a los delitos por corrupción y narcotráfico. De igual manera, el Gobierno hondureño no renovó sus compromisos con los mandatos de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad de la OEA.

El gobierno de Alejandro Giammattei, en Guatemala, rechazo públicamente los avances de Pekín. Declaró que no buscará vacunas chinas ni dar la espalda a Taiwán. Sin embargo, en abril de este año su gobierno retó a sus opositores y a Estados Unidos al impedir que Gloria Porras, una ardua combatiente de la corrupción y aliada de los estadounidenses, renovara su cargo como magistrada de la Corte Constitucional. La afrenta fue directa. Una apuesta que atiende a los intereses de las elites regionales y empuja al país cada vez más lejos de un estado de derecho. Kamala Harris recibió el 19 de mayo a Porras y dos exfiscales en Washington en antelación a su visita al país a mediados del mes de junio.

El caso de El Salvador es el más claro. Nayib Bukele se aprovechó de la crisis que vive la región y, a través de su mayoría en el legislativo, destituyó al fiscal general y a todos los jueces de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Además, Bukele ofreció circunvalar el bloqueo geopolítico entre Honduras y China para hacer llegar vacunas chinas al país vecino. Ambas afrentas directas a los intereses geopolíticos de Estados Unidos.

El cinismo de los gobiernos del triángulo norte es producto de la compleja relación histórica con Estados Unidos y las ambiciones de poder de la clase política. Los recientes avances de Pekín que buscan intercambiar vacunas por reconocimiento político han envalentonado a estas elites que ahora tienen como rehén la ya endeble institucionalidad de la región.

Sur América

La venta de vacunas chinas en Sur América es evidencia del éxito de las relaciones entre China y los gobiernos de la región. Más de 165 millones de dosis provenientes de China ya fueron distribuidas, y 50 millones adicionales serán entregados en los próximos meses. Países como Brasil, Uruguay y Chile prácticamente dependen totalmente de vacunas chinas para sus campañas de inmunización. Para finales de 2021, 30 de cada 100 sudamericanos habrán sido inyectados con una vacuna china. Si bien Sur América no ha sido prioridad de Estados Unidos desde 2001, el giro a la izquierda del espectro político en la región y el triunfo de la diplomacia de vacunas de Pekín forzará al Gobierno de Estados Unidos a decidir de una vez por todas: rescatar la relación con Sur América y renovar su influencia en la región o permitir el auge y consolidación de principios antidemocráticos en su propia vecindad.

Conclusiones

La distribución de vacunas contra la covid-19 que iniciará Estados Unidos en el mes de junio, dará señales de sus prioridades. India y Japón están en necesidad de vacunas para poder reenfocar recursos en los esfuerzos para contener a China. En el triángulo norte, el gobierno de Joe Biden tendrá que escoger entre luchar contra la corrupción y el avance del autoritarismo o blindar a la región en contra de la influencia del Partido Comunista chino. Y el resultado de los ciclos electorales de 2021 y 2022 en Sur América podrían marcar un antes y un después del alcance de la hegemonía de los principios democráticos en el mundo. La clave del nuevo orden mundial podría estar en el triaje de Estados Unidos y su respuesta al dilema de las 80 millones de vacunas.

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