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- 12/08/2011 02:00
- 12/08/2011 02:00
SIRIA. El régimen sirio, imperturbable a las presiones internacionales, envió sus tropas ayer, jueves, para reprimir la revuelta popular, matando a otros 14 civiles, al día siguiente de las revelaciones en la ONU sobre violaciones ‘flagrantes’ de Derechos Humanos en el país.
Las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos y las misiones en Damasco del canciller turco y de una delegación de 3 países miembros no permanentes del Consejo de Seguridad (Brasil, India y Sudáfrica) no parecen haber ablandado al régimen del presidente sirio.
Más bien al contrario, Asad se mostró de nuevo determinado a acabar con la revuelta, si bien reconoció haber cometido ‘errores’ en la gestión del movimiento de impugnación.
La revuelta tampoco da su brazo a torcer.
Además de manifestaciones diarias durante el mes sagrado del Ramadán, los militantes convocaron, a través de la red Facebook, a una gran movilización mañana, viernes, con el lema ‘No nos someteremos más que a Dios’.
La ONU no descarta aumentar la presión sobre el régimen de Asad y para ello los países occidentales desean una nueva reunión la próxima semana, aunque esta iniciativa puede verse frenada por Rusia que, pese a condenar la represión, opta por ‘el diálogo y las reformas’.
Responsables estadounidenses aseguraron que Washington estudia exigir de manera explícita a Asad que abandone el poder.