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- 15/08/2020 18:45
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Más de 36 horas después del anuncio de un acuerdo entre Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel para normalizar sus relaciones, varios Gobiernos árabes guardan silencio respecto al pacto, sobre todo en el golfo Pérsico, donde Abu Dabi se ha convertido en el primero que formaliza los lazos con Tel Aviv.
Todos los ojos están puestos en Arabia Saudí, el país con más peso del golfo y que siempre ha marcado la política a seguir para las otras monarquías suníes, pero de momento las autoridades del reino no se han pronunciado.
Mientras, en las redes sociales la tendencia ha sido a favor del acuerdo y algunos comentaristas lo han elogiado, como el destacado escritor saudí Turki al Hamad, que calificó en Twitter de "paso valiente" el de EAU.
El Gobierno de Kuwait tampoco ha emitido ningún comunicado hasta el momento, pero el país es el único del golfo en el que existe cierta oposición en el Parlamento, y por parte de partidos y grupos civiles, que online han expresado su descontento.
Kuwait es uno de los países menos beligerantes del golfo, aunque está alineado con Arabia Saudí, EAU y Baréin, pero trata de mantener una postura neutral y en varias ocasiones ha mediado entre sus vecinos.
Las autoridades cataríes tampoco han expresado su opinión sobre el acuerdo, que conlleva la normalización completa de las relaciones entre los dos países y la suspensión, al menos temporal, de la anexión por parte de Israel de territorios palestinos en Cisjordania.
Catar está en un conflicto abierto con EAU y se sitúa más cerca de la esfera iraní, por lo que el acuerdo con Israel no debería agradar en el pequeño país, que es uno de los principales apoyos del grupo islamista palestino Hamás, archienemigo de Israel.
Baréin y Omán son los dos países del golfo Pérsico que primero se pronunciaron y lo hicieron a favor del acuerdo, que esperan abra la puerta a la consecución de la paz en Oriente Medio.
Desde Siria, uno de los países que sigue protagonizando choques armados con Israel a día de hoy, no ha habido comentarios oficiales del Gobierno de Bachar al Asad, al que EAU tendió la mano en 2018 con la reapertura de su Embajada en Damasco tras siete años de guerra.