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- 31/08/2019 02:00
- 31/08/2019 02:00
Las fichas fueron puestas sobre la mesa por parte del primer ministro británico, Boris Johnson, tras la suspensión del Parlamento a menos de dos meses de que se cumpla el plazo para que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE), dejando como primera opción el polémico ‘brexit' duro.
La solicitud de Johnson y la posterior autorización de la Reina Isabel II el pasado 28 de agosto, abrieron un nuevo episodio en el largo y accidentado divorcio de la UE, recibiendo una lluvia de críticas desde la oposición, que asegura que el líder conservador busca allanar el camino para una salida sin acuerdo.
¿Qué implica la decisión de Johnson?
Si bien, la suspensión del Parlamento es algo común en la monarquía parlamentaria británica tras la llegada de un nuevo Gobierno, las tensiones giran en torno a las fechas en las que tiene lugar dicha medida, que durará más de un mes y que haría casi imposible una discusión profunda del ‘brexit' por parte de los parlamentarios.
De concretarse lo dispuesto por el Ejecutivo, la Cámara de los Comunes estará inactiva desde el 10 de septiembre hasta el 13 de octubre, lo que complica dos fechas claves para el ‘brexit', la Cumbre de la UE del 17 de octubre —donde en teoría se podría discutir por última vez posibles acuerdos entre Londres y Bruselas— y la fecha de salida definitiva que se cumple el 31 de octubre.
Es decir, solo dejaría unos 17 días para discutir el ‘brexit' en momentos en que este debate mantiene dividido al país, empatando en el tema desde 2016.
Durante este periodo ninguna ley podrá ser revisada ni votada, lo que anula en la práctica por tres semanas cualquier iniciativa opositora y compromete la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo con la UE.
Reacción opositora
Desde el campo opositor al ‘brexit' la respuesta fue de conjunto y rechazo total a lo propuesto por el jefe del Partido Conservador.
Para los laboristas el plan es ‘detener políticamente' a Johnson, al menos así lo ha planteado el líder del principal partido de oposición, Jeremy Corbyn, que buscará aprobar un acuerdo que impida una salida no negociada.
‘Es obvio que el propósito de (suspender al Parlamento) ahora sería evitar que (los legisladores) debatan sobre el brexit y cumplan con su deber de dar forma al curso que tomará el país',
JOHN BERCOW
PORTAVOZ DE LA CÁMARA DE LOS COMUNES
En términos similares se han posicionado los miembros del Partido Verde, los liberales, los nacionalistas escoceses y galeses, que también buscan detener a Jonnson pese a no tener mayoría el hemiciclo.
Corbyn ya adelantó que presentará una moción de censura contra el primer ministro, un escenario que se plantea complicado, y que pese a que parte de las filas conservadoras mostraron su descontento frente a Johnson es poco probable que apoyen su remoción.
‘Es obvio que el propósito de (suspender al Parlamento) ahora sería evitar que (los legisladores) debatan sobre el brexit y cumplan con su deber de dar forma al curso que tomará el país', aseguró John Bercow, portavoz de la Cámara de los Comunes y copartidario del primer ministro.
Por el momento, la partida juega a favor del actual inquilino de Downing Street, luego de que este viernes el Tribunal de Sesiones de Edimburgo desestimara una demanda presentada por 75 parlamentarios encabezados por la líder del Partido Nacionalista Escocés, Joanna Cherry, en la que exigían declarar ilegal lo hecho por Johnson.
Ante las críticas, Johnson asegura que la medida permitirá a su Gabinete presentar un ‘nuevo programa' legislativo para que reciba el respaldo del Parlamento.
¿Qué representaría un ‘brexit' duro?
En el momento en que el Reino Unido deje el bloque comunitario sin acuerdo, los tratados entre ambos dejarán de tener efecto, obligando a Londres a ajustar sus relaciones con los vecinos europeos en los términos establecidos en los pactos bilaterales vigentes con cada uno de estos Estados, lo que se traduciría en la suspensión de pactos migratorios, aduaneros, financieros, de seguridad y otros tipos.
Según las propias proyecciones del Gobierno británico, reveladas en una filtración publicada por The Times en documentos que el Ejecutivo denomino en código ‘Operation Yellowhammer', en el peor escenario se prevé escasez de medicamentos, combustible y alimentos, entre otras cosas por la congestión en los puertos británicos y las complicaciones de la frontera con Irlanda.
El entonces Gobierno de la exprimera ministra, Theresa May, tuvo que salir al paso para minimizar lo expuesto en el informe en medio de la alarma que generó entre la población, indicando que este solo sería en caso de cumplirse el ‘peor escenario', aquel en donde no habría acuerdo.
Aunque algunos analistas consideran que lo hecho por Jonnson busca presionar a la UE para conseguir mejores términos en la negociación, la experiencia griega —en el cual Bruselas impuso con rigor su posición— arroja serias dudas sobre la apuesta de Londres, al tiempo que aumentan las protestas en las calles contra el primer ministro y algunos sectores hacen llamados a una huelga general.