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- 18/09/2018 10:05
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Tres días después del paso de tifón Mangkhut por Filipinas, sus víctimas mortales ya ascienden a 74 mientras los equipos de rescate continúan una agónica búsqueda contrarreloj de decenas de personas sepultadas en una mina de oro abandonada.
Además hay 55 desaparecidos y 74 heridos en todo el país a causa de mayor tifón de la temporada que arrasó el sábado el norte de la isla de Luzón, en el extremo septentrional de Filipinas, según el último recuento oficial de la Policía Nacional.
La mayor parte de las víctimas se registraron en la localidad minera de Itogon, provincia de Benguet, donde las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por Mangkhut enterraron en lodo un área con yacimientos mineros de oro y cuatro barracones donde vivían de manera ilegal algunos mineros y sus familias.
A medida que avanzan las tareas de rescate, se han confirmado en ese incidente 39 fallecidos, pero unas 65 personas -cifra superior a la global de la Policía- están desaparecidas, sepultadas a unos 300 metros de profundidad, según declaraciones a los medios locales del alcalde de Itogon, Vitorio Palangdan.
Alrededor de 200 personas entre especialistas y voluntarios trabajan sin descanso desde el domingo en el rescate de los atrapados y de momento han recuperado 14 cuerpos cavando con pico y pala entre el barro, ya que la maquinaria pesada no ha podido llegar por las dificultades de acceso.
Con el transcurso de los días se disipa la esperanza de rescatar supervivientes, aunque los familiares que aguardan allí y colaboran en la búsqueda todavía confían en tener buenas noticias, mientras que ya están listos los clásicos ataúdes blancos de Filipinas para los cadáveres recuperados.
"Aún creo que salvaremos vidas. No podemos darnos por vencidos, ya que si perdemos la esperanza el esfuerzo serán más difícil", apuntó hoy el comandante de la unidad de respuesta de desastres de las Fuerzas Armadas, Joel Sobrera, que está al mando del rescate.
Según el alcalde de Itogon, las autoridades intentaron evacuar a esas familias antes de la llegada del tifón, pero se negaron porque pensaban eran seguros los barracones de esa mina cerrada desde 2009 tras un accidente, aunque decenas de mineros desempleados la explotaban a pequeña escala sin autorización legal.
El alcalde responsabilizó del desastre a la compañía minera Benguet Corporation, que tras el cierre de las instalaciones se comprometió a rehabilitar la zona, pero nunca lo hizo, y adquiría de manera irregular la producción que extraían estos mineros.
Como consecuencia del fatal suceso y ante el riesgo de deslaves de tierra en la zona, el Departamento de Medio Ambiente anunció ayer la prohibición de las actividades mineras ilegales a pequeña escala en toda la región de Cordillera, donde se ubica Itogon.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, que está visitando todas las zonas golpeadas por Mangkhut, se reunió el lunes con los familiares de las víctimas de Itogon y les entregó a cada una un cheque de 45.000 pesos (710 euros) y artículos de primera necesidad y ayuda para enterrar a sus seres queridos por valor de 25.000 pesos (400 euros).
Según datos del Gobierno, tres días después del paso devastador de Mangkhut, bautizado localmente Ompong, hay más de 20.000 personas todavía evacuadas de sus hogares mientras que los afectados directamente por el temporal ascienden a unas 590.000 personas.
De momento, cuatro provincias que recibieron el embate del tifón, Abra, Benguet, Cagayan e Ilocos Norte, han sido declaradas en estado de calamidad ante la gravedad de los destrozos.
Los pérdidas en agricultura se calculan ya en 14.000 millones de pesos (220 millones de euros) ya que Mangkhut azotó con virulencia el centro y norte de Luzón, donde se ubican las principales regiones productoras de maíz y arroz.
El tifón tocó tierra en Baggao, en la costa nororiental del país, la madrugada del sábado con vientos de hasta 305 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y olas de seis metros, aunque en su trayectoria hacia el oeste se fue debilitando y abandonó el país por la noche con vientos de entre 120 y 170 kilómetros por hora.