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El papa celebró una misa para el pequeño rebaño católico de Mongolia
- 04/09/2023 00:00
- 04/09/2023 00:00
El papa Francisco celebró hoy una misa en el palacio de deportes de Ulán Bator ante cerca de 2.000 personas, incluida la comunidad católica del país, formada por unos 1.400 fieles y también peregrinos llegados de otros países de Asia como Filipinas, Vietnam, Corea y China.
"Sigan adelante, con mansedumbre y sin miedo, sintiendo la cercanía y el aliento de toda la Iglesia, y sobre todo la mirada tierna del Señor, que no se olvida de nadie y mira con amor a cada uno de sus hijos", les dijo Francisco al concluir la misa.
Su 43 viaje internacional y uno de los más alejados de Roma fue para visitar una Iglesia católica que prácticamente nació con la caída del comunismo en 1992 y que cuenta con unos 1.400 bautizados, que representan el 0,04 % de la población.
Prácticamente todos ellos y todos los religiosos, que no llegan al centenar, acudieron al palacio de deporte Estepa Arena de la capital para asistir a la misa de Francisco.
"Saludo a los hermanos obispos, a los sacerdotes, consagrados y consagradas, y a todos los amigos que han venido de diferentes países, en particular de distintas regiones del inmenso continente asiático, en el que me siento honrado de estar y que abrazo con gran estima. Expreso un agradecimiento particular a las personas que colaboran con la Iglesia local, sosteniéndola espiritual y materialmente", dijo el papa al finalizar la homilía.
El papa agradeció al pueblo mongol, "por el don de la amistad que he recibido en estos días, por tu auténtica capacidad de valorar también los aspectos más sencillos de la vida, de custodiar con sabiduría las relaciones y las tradiciones, de cultivar la cotidianidad con cuidado y atención".
En el estadio se congregaron cerca de 2.000 personas, ya que llegaron muchos fieles de los países cercanos como Vietnam, Corea y Filipinas, así como también de la vecina China , a pesar de que las autoridades del país no dejaron salir a los obispos chinos.
Sólo estuvieron presentes durante la visita del papa y en la misa el excardenal chino y obispo emérito de Hong Kong, John Tong Hon, y el actual obispo Stephen Chow, que el papa nombrará cardenal el próximo septiembre.
Y por sorpresa, el papa Francisco al final de la misa tomó por la mano al exobispo de Hong Kong y al actual y quiso enviar "un caluroso saludo al noble pueblo chino".
Chow explicó a los medios presentes en Mongolia que desde Hong Kong han llegado con él un grupo de 40 personas y otros se han organizado por su cuenta. Los católicos chinos que proceden de allí no tienen problemas en moverse y exhiben con orgullo sus banderas de la región especial con la flor de cinco pétalos.
En el Estepa Arena de Ulán Bator, los católicos de Hong Kong exhibieron sus banderas y pancartas, mientras que al lado otro grupo de unos 20 que han llegados desde el norte de China con su párroco, muestran la bandera china cuando el papa pasa delante de ellos en el carrito antes de celebrar la misa.
En este país de 3,3 millones de habitantes, con la más baja densidad de población del mundo, están presentes 13 congregaciones masculinas y femeninas, además del Camino Neocatecumenal, y entre sacerdotes, monjas y misioneros laicos hay unas 80 personas y 9 parroquias, 4 de ellas en la capital, Ulán Bator.
A pesar de ello cuentan con un cardenal: el prefecto de Ulán Bator, Giorgio Marengo, nombrado en 2022 por Francisco y que se convirtió entonces, con 48 años, en el purpurado más joven y que fue quien convenció al papa a visitar el país donde llegó como misionero.