La OTAN ve una oportunidad histórica para que Kosovo y Serbia normalicen su relación

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró este martes que Kosovo y Serbia están ante una “oportunidad histórica” para normalizar sus relaciones, sobre la base de la última propuesta de la Unión Europea (UE) aceptada por ambas partes para acercarse a ese objetivo.

“Ahora tenemos una oportunidad histórica para una paz duradera que podría beneficiar a toda la región y, por lo tanto, acogemos con satisfacción ese enfoque constructivo”, afirmó Stoltenberg sobre la situación entre Serbia y Kosovo durante una rueda de prensa junto al presidente de Albania, Bajram Begaj, con quien se reunió hoy en Bruselas.

Para Stoltenberg, es “importante que todas las partes muestren ahora flexibilidad y disposición al compromiso”, así como “una voluntad real de encontrar una vía para hallar soluciones duraderas”.

En su opinión, cualquier solución debe tener en cuenta “el pleno respeto de los derechos humanos, los valores democráticos y el Estado de derecho, las reformas internas y las relaciones de buena vecindad”.

“Así pues, la OTAN está presente en Kosovo. Nos tomamos la situación muy en serio y apoyamos firmemente que la UE facilite un diálogo”, apostilló.

El 27 de febrero, reunidos en Bruselas junto con el alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, los líderes de Kosovo y Serbia dieron por cerrada la negociación de un nuevo plan propuesto por la UE para avanzar en la normalización de sus relaciones, pero aún falta que las partes acuerden cómo implementarlo.

El acuerdo prevé que Serbia no impida la entrada de Kosovo en organismos internacionales y que tanto Belgrado como Pristina reconozcan mutuamente los símbolos nacionales del otro país, así como los pasaportes, los diplomas o las matrículas de los vehículos, facilitando el desplazamiento de los ciudadanos entre ambos territorios.

También elimina trabas burocráticas para fomentar la inversión en ambos países y obliga a formalizar el estatus de la Iglesia ortodoxa en Serbia en Kovovo.

Según fuentes europeas, el acuerdo se firmará cuando se consensúe la implementación, cuyo escollo principal es el establecimiento de la Asociación de municipios serbokosovares en el norte de Kosovo, al que Pristina se comprometió en 2013 pero se ha negado a aplicar hasta ahora.

Por otra parte, Stoltenberg recalcó que la Alianza “ha desempeñado y sigue desempeñando un papel importante en la promoción de la estabilidad y la paz” en Kosovo a través de KFOR, la fuerza internacional que lidera.

“Los aliados se han comprometido a seguir contribuyendo y a garantizar la presencia continuada de la KFOR en Kosovo”, indicó, y agregó que también trabajan “codo con codo” con la Unión Europea en la zona.

El político noruego señaló que la presencia de las tropas de la OTAN en Kosovo “respalda los esfuerzos diplomáticos de la Unión Europea”.

“La OTAN seguirá apoyando plenamente el diálogo facilitado por la UE entre Pristina y Belgrado porque creemos que ese es el único camino viable hacia una solución y hacia la estabilidad en Kosovo”, concluyó.