ONU pide justicia y no ‘venganza’ tras la caída de Al Asad en Siria

Actualizado
  • 15/12/2024 10:31
Creado
  • 15/12/2024 10:26
Los nuevos dirigentes de Siria afrontan ahora el desafío de tranquilizar a la comunidad internacional

El enviado de la ONU para Siria, Geir Pedersen, llamó este domingo a enviar ayuda humanitaria y pidió evitar actos de “venganza” tras la caída de Bashar al Asad, derrocado por una alianza liderada por un grupo islamista.

“Debemos garantizar que Siria reciba una ayuda humanitaria inmediata para la población y para todos los refugiados que desean regresar”, tras más de medio siglo en el poder de la dinastía al Asad, declaró Pedersen en Damasco.

El enviado de la ONU es el primer alto cargo del organismo internacional que visita el país desde la huida de al Asad a Rusia. Desde la capital, pidió también la creación de un sistema de justicia “fiable”.

Aún se desconoce si el emisario de la ONU se reunirá con Abu Mohamad al Jolani, el jefe del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que lideró la coalición rebelde que derrocó al régimen el 8 de diciembre.

Los rebeldes tomaron Damasco tras una ofensiva relámpago de 11 días.

Los nuevos dirigentes de Siria afrontan ahora el desafío de tranquilizar a la comunidad internacional, mientras la población sigue conmocionada por duros testimonios de tortura bajo el anterior gobierno.

El nuevo primer ministro interino, Mohamad al Bashir, prometió un “Estado de derecho”.

La mayor preocupación es el pasado yihadista del grupo sunita HTS (Organización para la Liberación del Levante).

Y Aunque Al Jolani se distanció de organizaciones como Al Qaida, se deshizo de su turbante, remozó su larga barba y moderó su discurso, el grupo sigue clasificado como una organización “terrorista” por varias potencias occidentales, empezando por Estados Unidos.

EE. UU. en contacto con HTS

Pedersen pidió esta semana que la transición fuese “inclusiva” para evitar una “nueva guerra civil” en un país multiétnico y multiconfesional.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó el sábado que Washington estableció un “contacto directo” con HTS, en parte porque las autoridades quieren encontrar a Austin Tice, un periodista estadounidense secuestrado en 2012 en Siria.

La caída de Al Asad impulsó el regreso de muchos exiliados por el conflicto que estalló en 2011, cuando el gobierno reprimió una ola de protestas pacíficas.

La guerra, que dejó más de medio millón de muertos, obligó a millones de personas a abandonar sus hogares.

Al menos 7.600 sirios volvieron a su país desde Turquía entre el 9 y el 13 de diciembre, informaron las autoridades turcas.

El ministro turco de Defensa, Yasar Güler, indicó el domingo que su país estaba dispuesto a suministrar ayuda militar a Siria si el nuevo gobierno se lo pidiese.

El nuevo ejecutivo, subrayó el ministro, se comprometió a “respetar todas las instituciones gubernamentales, las Naciones Unidas y las otras organizaciones internacionales”.

También prometió informar de cualquier rastro de armas químicas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), añadió.

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