Movimientos tectónicos: las políticas de un terremoto

Actualizado
  • 11/02/2023 00:00
Creado
  • 11/02/2023 00:00
Türkiye, que celebra su centenario en octubre, se encuentra en la pequeña placa tectónica de Anatolia
El reciente terremoto en Turquia ha dejado miles de muertos y heridos.

Hace 100 años, en 1923, nació el país que hoy conocemos como Türkiye. De las ruinas del Imperio Otomano surgió una nación decidida a forjar su propio rumbo pero constantemente presionada por fuerzas externas. Una nación que comparte fronteras con la Unión Europea al oeste, con Rusia y Ucrania al norte, Siria e Irak al sur, e Irán y el Cáucaso exsoviético al este.

La misma geología de Türkiye pareciera determinar el curso de su historia. Türkiye, que celebra su centenario en octubre, se encuentra en la pequeña placa tectónica de Anatolia, que se halla bajo la constante presión al norte por la placa Eurasiática, al sur por la placa Africana y al este por la placa Árabe. La presión de estas placas continentales sobre Anatolia es permanente. En el 2022 por ejemplo, se registraron 22 mil sismos o movimientos telúricos. Estas constantes presiones han creado dos fallas importantes en Türkiye, la Falla Norte de Anatolia y la Falla Oriental de Anatolia. En 1999, la Falla Norte sufrió un terremoto que dejó más de 17 mil víctimas fatales. Este lunes, 6 de febrero, tras poco más de 100 años sin registrar fuertes desplazamientos, un terremoto sacudió la Falla Oriental de Anatolia, entristeciéndonos con una tragedia enorme, que continúa creciendo con la contabilización de los fallecidos.

Las fricciones con la placa tectónica Árabe presionaron la placa de Anatolia causando el sismo. Geológicamente el movimiento tectónico empujó a la placa de Anatolia unos 3 metros hacia el oeste, acercando Türkiye a Europa. Estos movimientos también alivian las presiones entre la placa de Anatolia y la placa Eurasiática al este de Türkiye. Las fuerzas de la naturaleza parecen estar imitando las fuerzas políticas que dominan la placa de Anatolia. ¿Podrán ser las fuerzas de la naturaleza que determinen el futuro de la geopolítica a nivel mundial?

Türkiye y el Medio Oriente

Este mismo 14 de mayo, Türkiye celebrará (a menos que las cancelen) elecciones. Por primera vez desde las reformas constitucionales de 2017, en un mismo día el país elegirá a sus parlamentarios y también al nuevo presidente. Y por primera vez desde que llegó al poder, hace 20 años, Recep Tayip Erdogan se enfrentará a un escenario electoral en el que podría perder. Erdogan, de 68 años, ha ganado 12 elecciones y tres referendos - sin embargo, esta es la primera vez que el líder turco se enfrenta a 80% de inflación persistente y tasas de interés de 13%, y ahora, un país literalmente adolorido. Además de la situación económica que agravia a los turcos hace ya más de 3 años, las incursiones militares de Erdogan en Siria y al norte de Iraq ya no son populares. Alrededor de 60% de los turcos prefieren que Erdogan y el régimen sirio negocien un acuerdo para neutralizar la enemistad histórica entre el gobierno de Ankara y los Kurdos insurgentes del PKK.

La relación que ha tenido el gobierno de Türkiye con el resto del mundo árabe ha sido contenciosa. En los últimos años, Türkiye ha bombardeado partes de Siria e Irak, e incluso incursionado en territorio de estos países, para mantener control de poblaciones fronterizas. El gobierno de Erdogan también envió tropas para combatir con el Gobierno de Acuerdo Nacional (gobierno apoyado por la ONU) en Libia en el 2020, en la segunda guerra civil libia. Desde el 2010, Arabia Saudita y Türkiye han competido por el liderazgo del mundo islámico. Por un lado, Erdogan apoyó a la Hermandad Musulmana en Egipto y también al Emirato de Catar en sus diferencias con el Reino Saudí. Y por el otro, agentes de inteligencia saudita asesinaron a Jamal Kashoggi en Istanbúl, en 2018. Y en 2019, el gobierno saudí apoyó la decisión del gobierno de EE.UU. de reconocer el genocidio armenio a manos del Imperio Otomano, tragedia que anteriormente los sauditas no reconocían en favor del gobierno turco.

A pesar de la enemistad entre Türkiye y sus rivales geopolíticos en el Medio Oriente, la terrible situación económica en el país obligó a Erdogan a buscar apoyo económico y ceder a las presiones. En los últimos dos años, el gobierno de Erdogan logró acuerdos de intercambio en monedas locales por un valor total de $ 20 mil millones con contrapartes árabes; firmó un acuerdo con Qatar por $ 15 mil millones, con los Emiratos Árabes Unidos por alrededor de $ 5 mil millones y está en el proceso de concretar un compromiso de $5 mil millones con Arabia Saudita. La nueva relación entre Ankara y los petro-estados del medio oriente podrían ayudar a Erdogan en sus ambiciones de reelección. Sin embargo, esos cerca de $25 mil millones que estarán depositados en el Banco Central de Türkiye también compraron favores políticos de un país fronterizo con la Unión Europea y miembro de la OTAN.

Türkiye Y Europa

Turquía ingresó a la OTAN en 1952. La decisión de Türkiye fue meramente estratégica y no ideológica. En 1945, la Unión Soviética terminó el tratado de no agresión con Turquía. La U.R.S.S. exigió al gobierno de Ankara que le permitiera establecer bases militares en su territorio, a cambio de renovar el tratado de no agresión. El gobierno turco, determinado a mantener su independencia política y de seguridad, decidió solicitar admisión para formar parte de la OTAN. Paradójicamente, Türkiye accedió a la construcción de la Base Aérea de Incirilik para albergar tropas de la OTAN. Desde esa misma base aérea es que las tropas de EE.UU. recibieron asistencia durante sus incursiones en Afganistán, Irak, y Siria.

La relación entre Türkiye y la OTAN (que prácticamente es la Unión Europea y EE.UU.) ha sido estratégica en materia de seguridad, pero con grandes diferencias políticas. En especial desde que EE.UU. decidió apoyar a combatientes kurdos en Siria en el 2014. El gobierno de EE.UU. dio apoyo aéreo, e incluso armó, a combatientes en contra del régimen de Bashar Al Asad en Siria, pero esos mismos combatientes están designados como terroristas por el gobierno de Türkiye, y el gobierno de Ankara tiene cerca de 40 años luchando contra ellos. Adicionalmente, Türkiye ha recibido más de 4 millones de refugiados, producto de las guerras en Irak, Afganistán y Siria, emprendidas por EE.UU. y sus aliados europeos. En el 2016, Erdogan firmó un acuerdo con la Unión Europea para prevenir el tránsito de migrantes del Medio Oriente hacia Europa, a cambio de 6 mil millones de euros al año, en asistencia humanitaria. Y hoy en día, es Türkiye quien tiene el poder de vetar el ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN.

Es importante resaltar que EE.UU., la Unión Europea y la OTAN dependen de Türkiye para la protección de la frontera este del bloque trasatlántico. Y el bloque de potencias occidentales depende de Türkiye para temas migratorios y logísticos del Medio Oriente. La Türkiye de Erdogan no tiene ningún compromiso político con la OTAN, más allá de lo pactado en materia de seguridad. La OTAN, a pesar de depender de Türkiye no accedió a priorizar las amenazas de seguridad que enfrenta Ankara en sus fronteras al sur y al este. En el 2017, el gobierno de EE.UU. se negó a venderle un sistema de misiles anti aéreo tipo Patriot a Türkiye. Erdogan entonces firmó un contrato de $2.5 mil millones con Vladimir Putin para la compra del sistema anti aéreo ruso S-400. Para ponerlo en perspectiva: Türkiye, que es miembro de la OTAN desde 1952 y tiene frontera con Siria, Irán, Irak y el Cáucaso no recibió el apoyo militar de EE.UU. y tiene su solicitud de admisión a la Unión Europea enmoheciéndose en Bruselas desde 1987. Mientras que Ucrania, que no es miembro de la OTAN, ya recibió un sistema de misiles tipo Patriot de parte de EE.UU. y ha sido presentada con un plan acelerado para admisión a la Unión Europea.

Türkiye y eurasia

Actualmente la Unión Europea es el mayor socio comercial de Türkiye. En 2020, el 33% de las importaciones de Türkiye procedieron de la Unión Europea y el 41% de las exportaciones del país se destinaron a la Unión Europea. Sin embargo, la Unión Europea y EE.UU. sancionan a Türkiye por temas relacionados a derechos humanos, ambientales y libertades políticas. Y Türkiye y Rusia son rivales geopolíticos en el Cáucaso, pero mantienen relaciones estrechas. Türkiye ha armado al gobierno de Azerbaiyán y Rusia al gobierno de Armenia en la disputa sobre Nagorno-Karabakh. China y Türkiye compiten en el norte de África. Türkiye abrió más de 20 embajadas en África en la última década, compitiendo comercialmente con China. Además, el gobierno de Erdogan ha condenado el trato de las minorías musulmanas en China. Sin embargo, China depositó más de $6 mil millones en el Banco Central de Türkiye para apoyar la economía del país que geográficamente es clave para la “Belt and Road Initiative” o la “Nueva ruta de la seda” del Partico Comunista de China. Todas estas fuerzas están presionando al régimen de Anatolia. Un régimen que no es europeo, no es asiático no es islámico. No es democrático, pero no es completamente autoritario. Una nación determinada a ser parte del mundo e independiente de las fuerzas que operan contra ella. Así como Kemal Atatürk una vez dijo “Paz en la patria, paz en el mundo”, podemos también entender que el terremoto que sacudió la placa de Anatolia pudiese sacudir al orden político mundial. Entonces podríamos decir: sin paz en la patria, no habrá paz en el mundo.

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