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- 06/01/2024 12:54
- 05/01/2024 22:55
Decenas de migrantes del llamado “éxodo de la pobreza”, que partió en Nochebuena desde Tapachula, Chiapas, fronteriza con Guatemala, denunciaron este jueves las acciones que el Instituto Nacional de Migración (INM) de México llevó a cabo para separar su caravana, como prometer visas y no cumplir, y abandonarlos a su suerte.
Además, señalaron las múltiples violaciones cometidas por agentes del INM en contra de migrantes en Chiapas, entre ellas, abuso de autoridad y separación de familias tras desintegrar a la caravana de miles de migrantes que tenía como objetivo llegar a Estados Unidos.
El 3 de enero Migración nos aseguró a personas de diferentes nacionalidades, en el municipio de Mapastepec, que tendríamos la visa humanitaria, prometieron y no cumplieron”, dijo a EFE Niely Mondragón, migrante venezolana que busca a su hijo menor de 5 años y a cinco miembros más de su familia tras disolverse la caravana el pasado martes.
“Somos 18 integrantes de la familia, estoy preocupada porque me separaron de mi hijo menor que tiene 5 años, no sé su paradero, no tengo información de él”, dijo la mujer, mientras espera una pista para dar con su familia.
Relató que los agentes de Migración se lo arrebataron: “Desde el miércoles a la 01:00 estábamos en fila para subir al autobús, iban cinco miembros de mi familia de los que no sé nada, y mi hijo va con ellos”.
La caravana se disolvió el martes pasado, tras nueve días de marcha desde Tapachula, en la frontera sur de México, porque el grupo de migrantes que permanecía en el municipio de Mapastepec aceptó subir a los autobuses del INM a cambio de su regularización migratoria.
A las denuncias se sumó María Isabel, migrante de Honduras, quien prefirió reservar su apellido y dijo estar desesperada por su hijo al que aguarda a las afueras de un albergue de Berriozábal, a unos 23 km de Tuxtla Gutiérrez.
“Lo bajaron del autobús de Migración, pregunté por qué lo bajaron, pero no me dieron respuesta, me vine acá y ahora estoy preguntando pero siguen sin dar respuesta, no me dicen nada”, señaló.
Según migrantes y autoridades, la madrugada del miércoles 3 de enero, unos 30 autobuses salieron del municipio de Mapastepec, Chiapas, con rumbo a la ciudad de México, centro del país, con la promesa de que les entregarían visas humanitarias por un año.
Sin embargo, “los autobuses se desviaron y los abandonaron en varios municipios del estado de Chiapas y Tabasco”, denunciaron migrantes.
Organizaciones señalaron que unos 1.500 migrantes ahora están varados y en condiciones “no aptas” en los municipios de San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Villaflores, Berriozábal, Playas de Catazajá y Palenque.
Además, migrantes acusaron que tanto mujeres como hombres “fueron obligados a firmar un formato que los comprometía a abandonar el país por la frontera más cercana en un lapso no mayor de 10 días”.
“Vinieron los agentes de migración y nos dijeron: van a firmar un papel, es un permiso para que transiten por México; nos alegramos, pero no, era una trampa y así fue como nos quedamos sin papeles y sin familia”, dijo a EFE Lourdes Mejía, migrante de El Salvador.
Ante el abandono de las autoridades migratorias, los extranjeros durmieron la noche del miércoles afuera de los albergues y otros cerca de las oficinas de migración en Tuxtla Gutiérrez para insistir se les entregue el documento para ir a la frontera norte.
Este jueves, activistas e integrantes de la última caravana migrante acusaron al Gobierno mexicano de abandonar a los extranjeros que subieron el martes a los autobuses del INM con la promesa de regularizarse a cambio de disolver el grupo.
El Centro de Dignificación Humana (CDH), que acompañaba a la caravana que partió en Nochebuena con unas 10.000 personas como la más numerosa del año, denunció que las autoridades abandonaron a los migrantes en las localidades de Huixtla, Tonalá, Pijijiapan, Arriaga y Berriozábal en el estado de Chiapas, en la frontera sur.