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- 08/02/2011 01:00
- 08/02/2011 01:00
EL CAIRO. El presidente Hosni Mubarak mantuvo ayer, lunes, su primera reunión con el nuevo gabinete de Egipto desde que un levantamiento comenzó hace dos semanas, sin progresos concretos en las conversaciones con los islamistas y una oposición que demanda su salida inmediata.
Mubarak, que rechaza las peticiones para que renuncie a su presidencia de 30 años antes de las elecciones de septiembre diciendo que su salida generaría caos en el país árabe más poblado del mundo, ha tratado de restaurar el orden.
Pero los manifestantes, quienes acampan en la plaza Tahrir de El Cairo, han prometido permanecer hasta que el mandatario renuncie y esperan llevar de nuevo su campaña a las calles con manifestaciones masivas hoy, martes, y viernes.
El proscrito partido Hermandad Musulmana estaba entre los grupos que se reunieron durante el fin de semana, una señal de cuánto ha cambiado el gobierno en estos 13 días que sacudieron al mundo árabe y alarmado a las potencias occidentales.
Sin embargo, figuras de la oposición reportaron que hubo poco progreso en las conversaciones. Mientras que los manifestantes quieren que Mubarak se vaya ahora mismo, muchos otros temen que cuando se marche, sea reemplazado no por un gobierno democrático sino por otro autoritario.
El prudente enfoque del gobierno estadounidense frente a la crisis que sacude a su socio estratégico en Oriente Medio tuvo un precio: abandonar a los manifestantes que reclaman la renuncia inmediata de Mubarak para que puedan iniciar negociaciones políticas serias.
MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE
Suavizando su postura de que Mubarak debe renunciar, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que su política en Egipto mira ‘más allá del horizonte’ a su posible futuro democrático, que debe ser planeado con cautela.
El prudente enfoque del gobierno estadounidense frente a la crisis que sacude a su socio estratégico en Oriente Medio tuvo un precio: abandonar a los manifestantes que reclaman la renuncia inmediata de Mubarak para que puedan iniciar negociaciones políticas serias.
Mientras que los aliados se unieron en torno a la posición estadounidense, el portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, Steffen Seibert, dijo que es claro que Mubarak se halla en su etapa final y que habrá otros líderes.
‘Eso es lo importante para nosotros, que esta nueva dirección es clara e irreversible’, sostuvo.
Deseoso por lograr que el tráfico empiece a movilizarse alrededor de la plaza Tahrir, el ejército intentó ayer despejar la zona ocupada por los manifestantes. Estos salieron de sus carpas y rodearon a los soldados que trataban de acorralarlos en una reducida área.