La corrupción ha sido identificada como el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social del país por la ciudadanía y por organizaciones internacionales,...
- 10/08/2014 02:00
En medio de los crímenes de lesa humanidad por conflictos internacionales que se están cometiendo en la actualidad en tantas naciones, esta semana, el mundo entero se ha hecho eco de una historia singular. Un músico argentino de 36 años, Ignacio Hurban, recupera su verdadera identidad y descubre -en su reino de dudas- que es el nieto nada menos de la presidenta de la emblemática organización Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto.
¿Por qué es extraordinaria esta noticia? No es por los rostros felices del encuentro entre la abuela y su nieto recuperado, sino por las historias de crímenes, cárceles clandestinas, partos de horror de madres condenadas, raptos y desapariciones; es decir, la historia breve de los largos años de la dictadura militar argentina.
Pero gracias a la tenacidad del colectivo Abuelas de la Plaza de Mayo, detrás de esta historia se halla un gran número de instituciones gubernamentales, asociaciones, organizaciones e, igualmente, abogados y jueces que trabajan para recuperar la otra identidad de la sociedad argentina, mucho más institucional, democrática y humana.
América Latina no olvida la década oscura de las dictaduras militares y la hipocresía de los países que la apoyaron. Y, aunque esta historia no es muy distintas a las que se dieron en Uruguay, Chile o Guatemala, la diferencia radica en las instituciones argentinas, más fortalecidas e independientes. En su admirada lucha las Abuelas de la Plaza de Mayo, acudieron a organizaciones internacionales y se apoyaron en cientos de asociaciones nacionales para remendar la historia de sus nietos desaparecidos y de sus hijas asesinadas.
Fueron claves en esta rectificación histórica entidades como el Servicio Inmunológico del Hospital Durand, el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), creado en 1987, que, conjuntamente con los ya célebres -especialmente en la región del olvido latinoamericano- servicios de antropología forense argentinos y las diversas asociaciones por los derechos humanos. Siguen participando juntos en la búsqueda de una identidad perdida en Argentina.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que ‘esta historia nos revela que vale la pena luchar’. Para Estela Carlotto se trata del fin de su larga lucha personal por hallar a su nieto Ignacio, el hijo de Laura, su hija asesinada hace cuatro décadas en cárceles clandestinas.