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- 17/11/2018 01:00
- 17/11/2018 01:00
Bajo la sombra de la crisis migratoria que traNscurre en el Triángulo Norte de Centroamerica, arrancó este viernes la XXVI Cumbre Iberoaméricana con la presencia de jefes de Estado y de Gobierno de 22 países.
Sobre este tema, el presidente de Guatemala y mandatario anfitrión del evento, Jimmy Morales, pidió a los países no seguir ‘hablando de muros sobre frontera' y enfocarse en que las personas alcancen ‘oportunidades' en sus naciones de origen, de acuerdo a un cable de la agencia Efe .
Por su parte, el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, pidió a los demás países iberoamericanos unirse al Pacto Mundial para la Migración de la ONU, que unos 190 países suscribirán en diciembre próximo en Marrakech (Marruecos).
También subrayó que la mejor manera de evitar la migración involuntaria ‘es promover desarrollo interno en nuestras naciones' y ‘asumir el compromiso de hacer valer los derechos humanos de todos los migrantes con independencia de su condición migratoria'.
Entre tanto, el presidente boliviano, Evo Morales, hizo un llamado al la protección de vida de los migrantes, afirmando que estos no pueden ser considerados ilegales.
‘Los migrantes no pueden ser considerados ilegales. No hay seres humanos ilegales', dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, que también consideró que ‘esta profunda crisis migratoria no es más que un reflejo de que el sistema ha fracasado'.
También, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que se necesitan ‘marcos regulatorios que garanticen los derechos de los migrantes y permitan a nuestras sociedades beneficiarse de las bondades de una inmigración ordenada y garantista'.
Sobre este mismo problema, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pidió a los líderes iberoamericanos que hablen y se ocupen de la ‘tragedia humana' que ‘implica la migración forzada y el masivo movimiento de hermanos'.
Además de la situación migratoria de la región, el evento trató el problema de la desigualdad de genero, en una Cumbre que volvió a realizarse sin presencia de una sola mujer como jefa de Estado o de Gobierno.
La única presencia femeninina fue de parte de la secretaria general iberoamericana, la costarricense Rebeca Grynspan, que instó a los 22 países en la reunión a reforzar su lucha por la equidad de género y contra la violencia, a la vez que anunció la elaboración junto a ONU Mujeres de un informe que precise las barreras legales de los países que impiden el empoderamiento económico de las mujeres.