- 02/02/2011 09:45
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Robos a mano armada, fugas de las cárceles, y saqueos es lo que impera en las calles de El Cairo. Y hoy amanecen con una nota distinta, manifestantes a favor de Hosni Mubarak se hacen presente en la Plaza Tahrir.
Algunas unidades policiales de El Cairo han vuelto a las calles, después de haber desaparecido, dejando el área sin protección y autoridad. En medio de tanto caos, solo algunos soldados en tanques custodiaban puntos claves de la ciudad.
Grupos de hombres armados lograron atacar varias cárceles el pasado domingo 30 de enero, liberando a cientos de milicianos musulmanes y miles de otros reos.
Jóvenes eufóricos armados con armas de fuego y palos, rompen lo que encuentran a su paso, destruyen autos, entras a comercios y le roban a la gente.
Las autoridades han anunciado el cierre de los bancos y la bolsa de valores tampoco abrió en el que debería ser el primer día de operaciones de la semana. La crisis se está sintiendo con gran presión en la economía donde ni siquiera los cajeros automáticos tiene efectivo haciendo que la gente no puede suplir mucha de las necesidades.
Todas las empresas turísticas intentan evacúa a los extranjeros, mientras se da un éxodo de egipcios hacia otras partes del mundo.
Hoy estos movimientos alcanzan los nueve días y ya van más de 300 muertos.
Este país enfrenta una de las peores crisis en las que miles de personas se han abocado a las calles en protesta contra el régimen de 30 años del presidente Hosni Mubarak, quien ayer dijo que solo abandonará el poder tras las elecciones presidenciales previstas para septiembre.
Otras manifestantes han salido a expresar su apoyo por el mandatario. Y aunque son menos que los detractores de Mubarak tratan de romper las barricadas instaladas.
El hecho ha captado la mirada del mundo y las peticiones de los países alrededor del mundo para clamar por el cece de las protestas que han generado violencia y dejado más de 300 muertos según un estimado de la ONU.
"Con actitud muy violenta, grupos de seguidores de Mubarak han irrumpido en la plaza, pese a los cordones establecidos por los anti-Mubarak, y han estallado enfrentamientos con palos y piedras, se han visto estampidas, personas heridas y hasta cargas a lomos de caballos y camellos. Hay varios heridos, según distintas agencias. Los soldados presentes en la plaza han procurado no intervenir, ni a favor de unos ni de otros." informa el diario El País.
El presidente egipcio que se resiste al dejar el poder, ordenó la suspensión del parlamento hasta que sean revisados los resultados de las elecciones legislativas de diciembre pasado.
Los opositores denunciaron fraude masivo en los comicios en que el partido de Mubarack se hizo con casi la totalidad de los escaños. El ejercito epigcio pide retorno a casa.
El ejercito egipcio hace eco de la palabra para que los protestantes vuelvan a sus casas, después de haber escuchado el anuncio de Hosni Mubarack, de que no se irá, y que tampoco se presentará a la reelección, tras comprobar el poder de convocatoria del movimiento que reclama la salida del dictador con masivas concentraciones.
Después de emitido el comunicado militar, se dió a conocer que el parlamento egipcio suspendía sus sesiones hasta la revisión de los resultados de las elecciones legislativas. "La suspensión parlamentaria y la llamada del Ejército se han producido mientras comenzaban de nuevo a acudir miles de manifestantes a la céntrica plaza de El Cairo, principal escenario de la revuelta contra Mubarak y su régimen iniciada hace ocho días.
"Nosotros no nos iremos, él (Mubarak) se irá", es el mensaje que coreaban a voz en grito y con megáfonos, indicando que no les parece suficiente que el rais deje el poder en septiembre. Al tiempo, partidarios de Mubarak salían a las calles de la ciudad para acabar en la plaza Tahrir." es la información que dá El país.
Mubarak aclaró ayer que tenía la intención de seguir en el mando de Egipto hasta septiembre, a pesar de las presiones, dentro de Egipto y fuera, de que inicie "ahora" la transición. Así se lo pidió, el presidente de EE UU, Barack Obama, que le urgió a una "transición verdadera, pacífica y que tiene que empezar ahora".