Apoyo internacional alienta a Arévalo en compleja transformación en Guatemala

La comunidad internacional, encabezada por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, brinda un aliento de confianza en el inicio de su mandato al nuevo presidente, el socialdemócrata Bernardo Arévalo, cuya asunción estuvo marcada por el acoso judicial.

Arévalo, quien atribuye la arremetida a su promesa de combatir a los corruptos, fue juramentado en la madrugada del lunes con nueve horas de retraso tras fuertes discusiones en el Congreso, lo que hizo temer, hasta el final, por su investidura.

Los representantes internacionales presentes en Guatemala para la ceremonia tuvieron que pronunciarse, urgiendo a los diputados a respetar la voluntad expresada por los guatemaltecos en las urnas.

Arévalo pudo asumir gracias al apoyo internacional, ya que los “confabulados” persistían con impedir la toma de posesión, indicó el analista Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).

“Es una expresión de alivio porque se esperaba lo peor, es una situación favorable que hay que saber aprovechar en lograr apoyos que Guatemala necesita”, afirmó a título personal.

Ante la posibilidad real de que la ofensiva continúe, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, advirtió que su país sancionará a quienes persistan en obstaculizar la democracia en el país.

“Estamos dispuestos a utilizar estas herramientas (sanciones) en el futuro en contra de las personas que obstaculicen la democracia en Guatemala”, afirmó Nichols el lunes en rueda de prensa en la capital guatemalteca.

Nichols asistió a la investidura del socialdemócrata como parte de la delegación estadounidense encabezada por la jefa de la USAID, Samantha Power.

Sanciones europeas

Washington ya sancionó con restricciones de visado a 300 guatemaltecos por tratar de “socavar” la democracia, entre ellos un centenar de diputados.

Siguiendo a Estados Unidos, la Unión Europea (UE) adoptó el viernes un marco legal para emitir sanciones contra personas que atenten contra la democracia del país.

Si Arévalo no asumía “hubiéramos estado ante un problema gravísimo”, dijo a la prensa el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien también asistió a la ceremonia de investidura.

“Afortunadamente, eso no ocurrió y por lo tanto el trabajo seguirá su camino normal”, agregó Borrell, quien explicó que las sanciones europeas serán “bien justificadas, documentadas y por unanimidad”.

Arévalo y su partido Semilla fueron blanco de un persecución penal encabezada por la Fiscalía desde que en junio pasó sorpresivamente a un balotaje, que luego ganó cómodamente en agosto a la conservadora ex primera dama, Sandra Torres.

Encabezada por la fiscal general Consuelo Porras, ya sancionada por Washington por “corrupta” y “antidemocrática”, esa oficina argumenta presuntas anomalías en la creación de Semilla y en los resultados electorales.

El nuevo mandatario sostiene que son acusaciones “espurias” y fue un intento de “golpe de Estado” de grupos empresariales y políticos tradicionales que no quieren perder privilegios y se han enriquecido ilícitamente.