Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 11/09/2008 02:00
- 11/09/2008 02:00
PANAMÁ. Luego del golpe de Estado de 1973, miles de chilenos se vieron forzados a irse al exilio. Si bien es cierto que la mayoría de ellos encontraron asilo en Suecia (donde hay más de 40,000 chilenos en la actualidad) y Canadá, tampoco podemos olvidar que nuestro país sirvió de asilo para muchos refugiados. Hatuey Castro, ex presidente de la Cámara de Comercio de Chitré, lo recuerda como si fuera ayer: “Recibí una llamada de Julián Melo (el militar al mando de la zona) y corrí al cuartel. No llevaba ni cinco minutos explicándome la situación cuando ví llegar unos cuatro o cinco buses llenos repletos de gente”. La gente, unos 200 exiliados chilenos, “tenían el miedo en el rostro. No sabían si los habían enviado a morir en Chitré”. La decisión de mandarlos a Chitré fue tomada por el gobierno luego de que la embajada panameña fuera inundada por ciudadanos que huían de las represalias políticas de los golpistas. “Me contaron que llegaron al punto en el que tenían que dormir casi de pie. Simplemente no cabían en la embajada”, recuerda Castro. Los gobiernos de ambos países llegaron a un acuerdo para trasladar a las personas que ocupaban la embajada a nuestro país, donde aterrizaron directamente en la pista de Río Hato y fueron trasladados a Chitré y Las Tablas, donde se esperaba que no llamaran la atención. “Los medios de comunicación no eran lo que son ahora, muy poca gente se enteró de aquello”, dice Castro. Poco después, los gobiernos de Suecia y Canadá abrieron sus puertas a los exiliados y la mayoría se fueron, pero seguramente no olvidarán que el primer país que les dio asilo fue Panamá.