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Estados Unidos y la necesidad de nuevos líderes
- 15/12/2022 00:00
- 15/12/2022 00:00
A mediados de noviembre, Joe Biden se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en funciones, que llegó a la edad de ochenta años. Una realidad compartida por Nancy Pelosi, quien presidió la Cámara de Representantes hasta cumplir 82 años y por el expresidente Donald Trump, que con sus 76 años, se perfila como candidato a la presidencia de EE.UU. en 2024, al igual que Biden, quien ya ha manifestado su intención de aspirar a la reelección, pese a no haber hecho el anuncio oficial.
Esta realidad evidencia el envejecimiento que posee el liderazgo en la nación norteamericana y que, a criterio del especialista Richard Morales, “expresa la petrificación de unos intereses muy específicos, que concentran poder político y redes de influencia entre grandes donantes y alta burocracia”.
Morales señaló a “La Decana” que lo que está aconteciendo con el liderazgo estadounidense es producto de la polarización que vive ese país.
Una encuesta realizada por el centro especializado Pew Research Center en 2019, señala que el 76% del electorado piensa que el país se encuentra divido, mientras que el 60% asegura que ambos partidos políticos (Partido Republicano y Partido Demócrata), se han ido al extremo, algo que, a criterio del 87% de los encuestados, amenaza el estilo de vida en esa nación.
Esta polarización ha aumentado la apatía de las nuevas generaciones por los temas políticos, señala un artículo del The New York Times titulado 'Los votantes jóvenes están hartos de sus líderes (mucho) mayores'. “¿Cómo puedes dirigir correctamente a tu país si tu mente está atascada en una época que ya pasó hace 50, 60 o 70 años?”, cuestionó Alexandra Chadwick, de 22 años, al hacer referencia a los líderes políticos que le triplican o cuadruplican la edad, en el artículo antes mencionado.
“No es lo mismo, y las personas no son iguales, así que tus ideas antiguas ya no van a funcionar”, agregó la joven.
Una encuesta que realizó el Siena College y The New York Times a mediados de este año, evidenció que solo el 1% de los jóvenes entre 18 y 29 años aprueba decididamente la gestión de Biden. Mientras que el 94% de los demócratas menores de 30 años señalan que quieren otro candidato para el 2024.
En el hipotético caso de que Trump y Biden se enfrentaran en las urnas, la mayoría de los jóvenes encuestados señaló que no votaría por ninguno de los dos.
Muchos de los jóvenes entrevistados señalaron que desean “cambios más grandes”, como un tercer partido con opciones a ganar y una nueva generación de líderes jóvenes.
Estas inquietudes se deben en gran medida a la desconexión que existe entre los políticos tradicionales y las nuevas generaciones, analiza Richard Morales. “Mientras más se polariza la política, más inclinación hay del establishment de apostarle a figuras ya consolidadas que a las nuevas, viendo esas como apuestas más seguras o confiables”, alegó.
Al hacernos la pregunta de ¿quiénes pueden representar a los líderes del futuro en Estados Unidos?, es inevitable pensar en Ron DeSantis, quien según la mayoría de los especialistas, figura como un competidor fuerte para Trump, a lo interno del Partido Republicano, de cara a las elecciones de 2024.
DeSantis, de 44 años, fue reelecto por una amplia ventaja como gobernador de Florida y cuenta con la simpatía de buena parte del electorado latino, pues obtuvo un apoyo enorme en Miami, condado con un 70% de población latina, históricamente asociado al Partido Republicano.
El gobernador, de ascendencia italiana, es considerado por muchos especialistas como un 'Donald Trump 2.0', por sus políticas menos restrictivas con el covid-19 y sus planteamientos económicos.
Otra figura que resalta dentro de los republicanos, es el congresista Marco Rubio, quien es de ascendencia latina y tiene 51 años.
Rubio, fue el primer hijo de cubanos en obtener un escaño dentro de la Cámara de Representantes, y ya mostró sus intenciones de aspirar a la presidencia en 2016, cuando se presentó a las primarias del partido.
Pertenece al ala conservadora de los republicanos y se ha vinculado con el 'Tea Party', un movimiento definido por el originalismo, el cual plantea que Estados Unidos debe “volver a sus raíces filosóficas y políticas”.
También de origen cubano y con 51 años de edad, se encuentra el senador de Texas, Ted Cruz, quien se presentó a las primarias republicanas en 2016 y fue uno de los más férreos críticos de la gestión del expresidente Barack Obama, llegando a afirmar que el exgobernante tenía “abiertamente deseos de destruir la Constitución y esa República”.
Al igual que Rubio, forma parte del 'Tea Party', y ha lanzado fuertes críticas contra el acuerdo nuclear con Irán de 2015.
La realidad del Partido Demócrata es más complicada. Hay quienes ven en la congresista de origen puertorriqueño Alexandria Ocasio-Cortez, de 33 años, un posible cambio de aires, pero su cercanía con el sector socialista de los 'azules', que tiene figuras como Bernie Sanders, hacen que, a criterio de Morales, no represente una opción realista, en Estados Unidos.
Aún así, Morales expresó que el ala progresista de los demócratas está llamada a brindar el relevo que el partido necesita. “Faltaría ver si entre nuevos gobernadores, representantes y senadores demócratas hay alguno con apoyo.
Para Morales, estos nuevos líderes deben representar un proyecto político propio. “Si representan las mismas ideas e intereses de quienes ya están en el poder, es un mero relevo etario, serán vistos como versiones menos experimentadas de quienes ahora mismo están en el poder, en vez de una alternativa real”, sentenció.