- 22/11/2015 01:01
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Como si fuera un sismo, el debate sobre la acogida de refugiados sirios, tras los atentados de París, ha sacudido esta semana la campaña presidencial en EE.UU., donde ha estallado una gran polémica azuzada por los candidatos republicanos.
Aunque falta casi un año para las elecciones a la Casa Blanca, la campaña se ha caldeado tras los ataques terroristas en París, que se atribuyó Estado Islámico, radicado en Siria.
Los candidatos a la nominación presidencial republicana no han escatimado en artillería dialéctica contra el plan del presidente Barack Obama para acoger a 10 mil refugiados que huyen de la guerra en Siria.
Pese a las garantías del Gobierno sobre el rigor en el escrutinio de los refugiados y la insistencia de Obama en ‘dar refugio a los sirios más vulnerables', una treintena de estados (gobernados por republicanos) han advertido de que no ampararán a esas personas en sus territorios. La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó este jueves un proyecto de ley para endurecer los requisitos de admisión de refugiados sirios.
En ese contexto, el precandidato Donald Trump ha alertado de que terroristas del EI podrían entrar como un ‘caballo de Troya' en EE.UU., como refugiados.
Trump ha sugerido crear una base de datos para monitorear a los musulmanes, así como el cierre de mezquitas.
El neurocirujano retirado Ben Carson, segundo en los sondeos de los republicanos por detrás de Trump, ha ido más lejos al comparar su inquietud hacia los refugiados sirios con la preocupación de los padres sobre los ‘perros rabiosos'. ‘Si hay un perro rabioso en tu vecindario, probablemente no vas a esperar nada bueno de ese perro', dijo en Alabama.
También han echado leña al fuego otros aspirantes republicanos, como el senador Ted Cruz o el exgobernador de Florida Jeb Bush, partidarios de solo acoger a sirios que prueben su fe cristiana.
Desde el Partido Demócrata, la candidata Hillary Clinton, favorita para lograr la nominación presidencial, ha condenado la ‘retórica ofensiva' de sus adversarios republicanos. ‘Este no es el momento de anotarse puntos políticos', aseveró en Nueva York, donde recordó las ‘obligaciones humanitarias' de EE.UU. y se negó a ‘dar un portazo a todos los refugiados sirios'.