Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 19/05/2016 02:00
- 19/05/2016 02:00
Ante la inocultable apetencia de inversionistas extranjeros de estar activamente presentes en la apertura en marcha de la economía cubana, España se apura a marcar su territorio en la isla con el derecho que da a sus empresarios el haber mantenido allí más de 200 compañías en las buenas y en las malas.
España es un caso especial en el horizonte que se vislumbra en Cuba, pues desde Madrid surgió la idea y la campaña de aislar más aún al país mediante la aplicación de una denominada ‘posición común' de la Unión Europea para que ninguno de los 28 países miembros intentaran romper el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos en los primeros años de la década de 1960.
La posición común, todavía vigente aunque venida a menos, hizo mucho daño a las relaciones bilaterales y mantuvo a Cuba alejada de cualquier tipo de beneficio recíproco, y toda empresa europea que violaba el acuerdo y se arriesgaba a mantenerse en la isla era pasible de represalias, mientras que renegociar viejas y abultadas deudas era algo impensable.
Ahora, las grandes empresas de la UE y los gobiernos de sus países matrices tienen una visión opuesta a la de hace tan solo dos o tres años, al extremo de que el Club de París, que agrupa a los acreedores de Cuba, condonó una parte de la deuda de 11 mil 100 millones de dólares y reestructuró la restante, y España apoyó a La Habana a la hora de desbloquear la negociación.
Lo interesante es que el gobierno de España, con el mismo partido político gobernante que impuso la posición común, es el que ha impulsado decididamente las negociaciones del Acuerdo de diálogo político y de cooperación en marcha.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de visita en La Habana, reiteró que España tiene que jugar un papel de liderazgo en la negociación entre la Unión Europea y Cuba en la etapa que se abre tras el acuerdo de diálogo político alcanzado, por razones obvias históricas, culturales y de afinidad. Su colega ministra de Fomento, Ana Pastor, tradicionalmente una crítica severa, se unió a él en visita oficial a la capital cubana para concretar acuerdos de cooperación.
En esta ocasión, España hará una condonación adicional a la deuda cubana, que se suma a los 1,880 millones de dólares perdonados en diciembre pasado, de forma que con ese dinero se puedan financiar proyectos acordados por ambos países como base de un futuro programa de conversión de adeudos.
Cuba es el segundo deudor de España por volumen de débitos y al 31 de octubre del 2015 su deuda ascendía a 2,444.06 millones de euros (2,787 millones de dólares).
Además, España reanudará la cobertura de operaciones de seguro de crédito a la exportación a medio y largo plazo por vía de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación a fin de potenciar la presencia de empresas hispanas en Cuba.
Se trata de una decisión de suma importancia que refuerza el clima de confianza y permitirá aumentar el actual volumen comercial de 800 millones de euros (897 millones de dólares) que convierte a España en el tercer socio de la Isla y el primero entre los países de la UE, al margen de ser el primer inversor europeo con sus dos centenares de empresas en la Isla, sobre todo en el sector turístico, y de mantener un importante programa oficial de cooperación.
ANALISTA