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Un conteo sin fin hace esperar al MAS para festejar su triunfo en Bolivia
- 23/10/2020 08:05
- 23/10/2020 08:05
Un recuento que parece no tener fin cuatro días después de las elecciones en Bolivia mantenía este jueves en suspenso la celebración del triunfo de Luis Arce al frente del Movimiento Al Socialismo (MAS), pese a haber sido ya reconocido incluso por organismos con los que ese partido tuvo diferencias con Evo Morales en el poder, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El cómputo de votos de las elecciones generales del pasado domingo sigue a cerca del 97% del escrutinio, una lentitud que da pie a algunas protestas en el país, en las que se airean sospechas de fraude electoral pese a que la victoria de Luis Arce es ampliamente reconocida desde el día mismo de la votación.
Evo Morales en Argentina, desde donde dirigió la campaña electoral del MAS, anunció que irá a la Corte Penal Internacional contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pues un informe de este organismo fue determinante para anular las elecciones bolivianas de hace un año precisamente por un supuesto fraude en el resultado que le había dado vencedor.
La proclamación de Arce como presidente electo de Bolivia se hace esperar por un conteo de sufragios que durante esta jornada apenas se movió del 94 al 97%, aunque desde hace días le da más del 50% del apoyo del electorado, suficiente para ser declarado ganador.
El virtual presidente del país se mantiene en el 54,5% de los votos computados, mientras Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, queda lejos con el 29% y Luis Fernando Camacho, de Creemos, más aún con el 14 %.
El expresidente Mesa reconoció la victoria de Arce desde el día después de las elecciones y asumió que liderará la oposición, mientras que Camacho dijo que esperará al conteo final.
El Comité Pro Santa Cruz, una influyente entidad cívica que lideró Camacho antes de saltar a la política, pone en duda la fiabilidad del recuento y pide incluso que se paralice.
Santa Cruz es la mayor región de Bolivia y el motor económico del país, donde concentra su voto el exlíder cívico.
Esta noche hora local está convocada una nueva protesta en Santa Cruz, capital de la región homónima y la mayor ciudad del país, en contra del órgano electoral, al que colectivos como este comité ponen en cuestión.
Una protesta que choca con los pedidos incluso de la Iglesia católica para que se respete el resultado, pues la votación se celebró en paz pese a los temores de una nueva convulsión en el país.
“Con paciencia, vamos a esperar hasta el último momento, (...) mientras tanto de manera humilde vamos a seguir esperando resultados”, sentenció por su parte el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, del MAS.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, aplaudió la victoria que se da por hecho de Arce, que fue ministro de Economía durante doce de los casi catorce años de Gobierno del MAS en Bolivia con Evo Morales.
El exministro es considerado el artífice del crecimiento económico del país durante la etapa de Morales y Werner calificó su labor de "excelente".
Aunque el MAS siempre ha cuestionado el FMI, incluso en los últimos meses ha frenado en el Parlamento boliviano, donde tiene mayoría, un crédito por $327 millones ya concedido al Gobierno interino de Jeanine Áñez, cuestionando nuevamente que conlleva condiciones intervencionistas en la economía boliviana.
Otro organismo internacional que apareció en escena en esta jornada fue la OEA, cuyo informe preliminar sobre las elecciones en Bolivia concluyó que esta vez no hubo fraude en el triunfo de Arce, al contrario que hace un año con el de Morales en los comicios del 20 de octubre de 2019 luego anulados.
El MAS y Morales denuncian que aquel informe de la OEA el año pasado advirtiendo de una manipulación del resultado, que había dado ganador al entonces presidente, fue determinante en lo que califican de golpe de Estado para apearlos abruptamente del poder.
Evo Morales pidió en esta jornada la renuncia de Almagro como secretario general y anunció que lo llevará a la Corte Penal Internacional por aquel informe del pasado año.
Almagro desde Washington evitó responder directamente a este tipo de críticas y se limitó a elogiar a las misiones de observación electoral de este organismo, como la enviada a los comicios de Bolivia en los que el MAS espera un largo recuento para celebrar su vuelta el poder.