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- 15/08/2011 02:00
- 15/08/2011 02:00
HAITÍ. El presidente haitiano Michel Martelly cumplió ayer, domingo, sus tres primeros meses en el poder, atado de manos debido a que aún no ha podido conformar un gobierno, enfrentado a las primeras protestas por la falta de resultados y con el tiempo encima para reconstruir un país que le confió su voto en las pasadas elecciones.
Martelly volvió el jueves a Haití después de una visita de dos días a Chile, un viaje que fue criticado por la prensa haitiana, que cuestionó la ausencia de un primer ministro y el destino del mandatario en momentos en que Brasil se replantea su papel en la misión de la Organización de las Naciones Unidas en Haití.
‘El país tiene necesidad de un gobierno legítimo, capaz de suscitar confianza e iniciar las grandes obras de la reconstrucción con serenidad y vigor, y en esto el tiempo es un bien precioso’, dijo la semana pasada el analista Pierre-Raymond Dumas, en ‘Le Nouvelliste’, el principal periódico haitiano.
Antes de su primera gira por Sudamérica, el gobernante haitiano abrió las puertas a una posible confrontación con el parlamento, al afirmar que su país vive una ‘dictadura’ del Poder Legislativo, tras el rechazo de los dos candidatos que presentó para ocupar el puesto de primer ministro.
Martelly atribuyó parte del problema a las ‘excesivas’ facultades que otorga a los legisladores la Constitución, y aunque reiteró su determinación de colaborar con la mayoría parlamentaria, cuestionó duramente a la oposición por impedir la conformación de un gobierno legítimo. La Constitución haitiana establece que el jefe de Estado debe proponer a un candidato a primer ministro hasta que el parlamento ratifique su nombramiento.
El Senado votó el pasado martes 2 de agosto contra la ratificación del ex ministro de justicia Bernard Gousse, a quien acusó de haber participado en violaciones de derechos humanos.
Gousse fue propuesto por Martelly a principios de julio, dos semanas después de que la Cámara de Diputados rechazó la ratificación del candidato del mandatario, el hombre de negocios Daniel Gerard Rouzier.
‘Martelly tendrá que ceder ante la oposición y darle el puesto a Inité (Unidad)’, dijo un analista y ex embajador dominicano en Haití, Guarionex Rosa, para referirse al poder que el gobernante debe enfrentar en el parlamento.
Martelly constituyó hace dos semanas un nuevo grupo mayoritario gracias a la reagrupación de bloques en la cámara baja y a dos defecciones sufridas por Inité, el partido del ex presidente René Préval que aún tiene mayoría en el Senado.
Mientras tanto, las consultas en el gobierno continúan tal como lo señaló el consejero jurídico del mandatario, Gregory Mayard Paul, quien afirmó que Martelly se tomará el tiempo necesario para designar a otro primer ministro cuya candidatura concite el apoyo del parlamento.
‘Es necesario que Haití halle el consenso para la aprobación de un primer ministro’, manifestó el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, tras señalar la preocupación del organismo y advertir que la comunidad internacional sigue atentamente el curso de la situación.