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- 18/10/2021 00:00
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New Ngharchhip, una aldea de 450 habitantes en el noreste de la India, superó en cuestión de meses el doble de su población tras la llegada masiva de refugiados de la vecina Birmania (Myanmar) huyendo de la represión militar.
Las gentes de este pequeño pueblo en el estado de Mizoram, ubicado en la cima de una colina con vistas a la región birmana de Chin, abrieron las puertas de sus casas a los refugiados que, con escasas pertenencias, llegaban del otro lado de la frontera.
"En cuanto empezaron a llegar, fuimos casa por casa y preguntamos a la gente si podían darles comida y refugio. Muchos respondieron que sí", explicó a Efe el presidente del consejo de esta pequeña aldea, Lalhmingtluanga.
Los nuevos habitantes de esta aldea proceden del otro lado del río Tiau, donde se asientan los seis pueblos de la región birmana de Chin que se han visto obligados a abandonar ante la precaria situación tras el golpe de Estado del pasado del 1 de febrero, que desencadenó una fuerte represión militar que ha dejado hasta ahora 1.178 muertos y más de 9.000 opositores detenidos.
A falta de una cifra oficial, el Comité de Refugiados Chin calcula que hay unos 20.000 birmanos refugiados en la India, un país que comparte 1.600 kilómetros de frontera con Birmania.
La etnia chin y sus vecinos mizos poseen además una cultura similar e incluso lazos familiares, por lo que supone casi un impulso natural cruzar al otro lado de la difusa frontera en busca de refugio.
"La gente de estas aldeas ha buscado refugio aquí desde marzo. En septiembre tuvimos que acoger a más de 450 refugiados", agregó el presidente, que aunque no da una cifra exacta dice que los nuevos vecinos birmanos en la localidad rondaron los 460 o 470.
Un auténtico tsunami para los 450 habitantes de New Ngharchhip, por lo que instalarlos no fue sencillo pese a la buena voluntad general.
LA RECONSTRUCCION DE LA ALDEA
"Fue un trabajo agitado, tuvimos que construirles un refugio y proporcionarles comida y otras necesidades diarias" en poco tiempo, reconoció Lalhmingtluanga.
La mayoría de estos refugiados birmanos se han asentado en campamentos construidos por los aldeanos, mientras que otros se han instalado en casas de alquiler.
Esa población, sin embargo, ha descendido algo estos días, porque muchos hombres se han trasladado a sus aldeas en Birmania para tratar de salvar las cosechas de arroz, un modo de apoyar a la población local, para la que "albergar a tantos refugiados se convirtió en una gran carga", reconoció el presidente.
Hasta ahora, tanto New Ngharchhip como las demás aldeas indias que bordean la frontera entre la India y Myanmar han estado recibiendo ayuda de localidades más grandes para no dejar atrás a los refugiados birmanos.
Sin embargo, el reciente aumento de ataques entre el Ejército birmano y el Ejército Nacional Chin (CNA), una de las guerrillas étnicas que forman parte de la resistencia a la junta militar, dibujan un escenario incierto.
Como resultado de estos choques, New Ngharchhip espera un aumento del flujo migratorio en las próximas semanas.
"Hemos recibido informaciones de que la represión militar contra los partidarios de la democracia en el estado de Chin es inminente. Hemos recibido llamadas de residentes en ciudades más grandes de Birmania, como Thantlang, Tahan, Teddim, que nos dicen que debemos prepararnos para otra gran afluencia de refugiados", indicó Lalhmingtluanga.
Además, la pequeña aldea india debe afrontar la escasez en los sistemas de suministro de agua y la llegada del invierno, un desafío que pone en duda el futuro de New Ngharchhip, aunque los aldeanos insisten en compartir lo poco que tienen con sus nuevos vecinos.
"Pase lo que pase, compartiremos lo que tenemos. Rechazar a las personas necesitadas no forma parte de nuestra cultura", dijo a Efe Lalhmingmawii, un residente de New Ngharchhip que ha estado ayudando a los refugiados a adaptarse a su nueva vida.