Los mexicanos vuelven al místico Mercado Sonora para afrontar el 2022

Actualizado
  • 02/01/2021 00:00
Creado
  • 02/01/2021 00:00
Desde velas que dan abundancia, pasando por rituales con incienso hasta un "amarre" para encontrar el amor, todo es válido en el Mercado Sonora

Desde velas que dan abundancia, pasando por rituales con incienso hasta un "amarre" para encontrar el amor, todo es válido en el Mercado Sonora, uno de los puntos con mayor mística en la capital mexicana, y en donde la gente se agolpa a finales de año para que, aunque sea con magia, sus aspiraciones para 2022 se puedan cumplir.

El pasillo ocho de este lugar, inaugurado en 1957, es estrecho, está lleno de artilugios y olores herbales y predomina el griterío de los locatarios que ofrecen todo tipo de productos para un 2022 próspero.

Isa Cruz es una de ellos, y sin pensarlo dos veces ofrece a los paseantes lectura de cartas, inciensos, jabones y "un sinfín de cosas, lo que necesiten, pueden preguntar".

Es miércoles y a falta de dos días para Nochevieja, la cantidad de personas que le piden una "limpia" crece considerablemente.

Se trata de un proceso sencillo, en donde ella pasa un huevo por el cuerpo del cliente para ahuyentar las energías negativas.

SINCRETISMO MEXICANO

Si bien es cierto que las cifras oficiales arrojan que cerca de un 80 % de población mexicana es católica, las prácticas de brujería y santería son ampliamente aceptadas por la población, que muchas veces las ven como un complemento a su fe cristiana.

México, como muchos países de Latinoamérica, convive con un sincretismo que se ha fortalecido desde la conquista española, prueba de ello son los sirios y santos que también se pueden ver por todos lados, que chocan con los artefactos esotéricos y figuras de la Santa Muerte.

Para Virginia Sánchez, que ha acudido al mercado para comprar veladoras para su madre "como todos los años", este tipo de actividades también son una cuestión de fe, con la misma validez que podría tener una eucaristía católica.

"Si tienes fe, así sea en una piedra, vas a tener salud y bienestar económico. Esto viene de nuestros abuelos y yo creo que las tradiciones las debemos conservar", señaló a Efe mientras se escucha en el fondo a una vendedora.

La vida ha regresado a este rincón místico de la Ciudad de México después de un 2020 de cierres y de baja afluencia por el aislamiento durante los primeros meses de la pandemia.

Además, el sitio vivió un momento de terror cuando se incendió el 4 de noviembre pasado, por lo que tuvo que ser desalojado con urgencia.

"Corrimos hacia el fuego, aquí todos tenemos extinguidores, los sacamos (a los clientes) y cuando llegaron los bomberos ya teníamos a la gente afuera y todo cerrado", recordó Cruz.

Las llamas no llegaron a alcanzar el mítico pasillo ocho de este lugar de unos 10.200 metros cuadrados y con más de 400 locales.

SALUD TRAS LA PANDEMIA

En este mismo mercado sobresale el puesto de Karina, que al ser preguntada da un avance de lo que pasará en 2022.

"Va a ser un año muy difícil en la salud, va a haber cambios en la política, va a haber más muertes de artistas, por eso los invitamos al mercado para que cambie un poquito el destino", sentenció.

Ella recomienda a la gente que, para este nuevo año, compre 12 veladoras "con cinco manzanas rojas sin el corazón" que pueden costar hasta 130 pesos (6,35 dólares) y que recuerden que "la fe mueve montañas".

En el caso de Fabiola Ruiz, lo necesario para equiparse para un nuevo año es un baño de abundancia, una mezcla herbal para la tina (bañera), y unas veladoras.

"Finalmente somos energía, y mientras seamos positivos y tengamos el sistema inmune en alto esto nos ayuda bastante. Como mexicanos esto es lo que más nos define: somos gente de creencias", comentó.

Entre compradores y curiosos predominan dos preocupaciones, según rememoran las brujas y santeros del mercado: dinero y salud.

No es para menos, México ha registrado en 2021 una inflación por encima del 7 %, la más alta en 20 años, y, con respecto a la pandemia, es el quinto país con más muertes por covid-19, al registrar casi 300.000 fallecidos.

Es como si el Mercado Sonora y las peticiones de los creyentes fuesen una suerte de termómetro social.

Así lo cree Virginia Sánchez que ha pedido "salud, porque se fue mucha gente querida, se fueron muchas personas que no pensábamos que se podían ir. (Espero) salud, trabajo y que la familia esté unida".

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