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- 07/12/2020 00:00
- 07/12/2020 00:00
Poca gente, con distancia entre sí para prevenir la expansión del covid-19, y un ambiente de escepticismo, cuando no de abierto rechazo, hacia la política: esa es la tónica en las elecciones legislativas de este domingo en Venezuela, un día que apenas se diferencia de cualquier otro fin de semana en Caracas.
La capital venezolana amaneció adormecida, con filas frente a los mercados y apenas unos pocos en los centros de votación en los que, al revés que en otros comicios, los venezolanos no parecen estar viviendo una jornada de votación para renovar la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
"Yo estoy tan curado en esto (de la política) que a ninguno les paro (atención), ni a oposición ni a Gobierno", explica a Efe Rafael Allen.
Allen conversa al lado de un mercado callejero junto al centro de votación ubicado en el instituto universitario Jesús Obrero, en plena favela de Petare, que se jacta de ser la mayor de Venezuela.
Mientras sus vecinos compran frutas, en el centro de votación apenas puede verse algún ciudadano que va a depositar su sufragio, más despistado por la falta de ambiente que por la escasez de alumnos un domingo.
"Tiene más colas la broma (el lugar) para poner gasolina que para votar, mira cómo se ve el centro de votación", afirma el vecino de Petare al observar el centro de votación desierto.
Al otro extremo, en el también populoso barrio de Catia, se ubica el centro educativo Manuel Palacio Fajardo. A pocos le resulta familiar ese nombre, pero casi todos en Venezuela saben ubicarlo con celeridad en el sector conocido como el 23 de enero cuando se les recuerda que era el colegio donde votaba Hugo Chávez.
Allí, bajo la efigie del fundador de la revolución bolivariana, unas 500 personas, de las 3,380 que están registradas, habían votado en el ecuador de la jornada, según explicaron a Efe los responsables del centro.
Sin embargo, eso no desanima a los vecinos. "La gente ha venido saliendo escalonadamente, no hay cola ahorita pero más adelante tal vez sigue llegando la gente", explica Óscar Martínez, vecino del área.