“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
- 22/02/2020 00:00
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El juicio de un hombre que tras ser tiroteado dentro de su vehículo de venta de helados presuntamente quiso buscar justicia por mano propia y acabó acusado de asesinar a dos latinos e intentar hacer lo mismo con otros cuatro, fue declarado nulo este viernes por un juez de Florida.
El jurado del juicio a Michael Keetly, de 49 años, no logró ponerse de acuerdo sobre el veredicto y hoy el juez del circuito del condado Hillsborough Christopher C. Sabella declaró el juicio nulo.
Los fiscales tienen ahora 90 días de plazo, hasta el 11 de mayo, para llevarle de nuevo a juicio, según informó el Tampa Bay Times.
El hecho que aparentemente provocó en Keetly una sed de venganza sucedió en enero de 2010 cuando circulaba en su vehículo y dos hombres enmascarados abrieron fuego contra él con intención de robarle.
Le dispararon varios tiros para llevarse 12 dólares de botín y le dejaron con una incapacidad de por vida, según medios de Tampa (costa oeste de Florida).
Aquel ataque todavía no ha sido resuelto, pero unos meses después Keetly acabó detenido y acusado de la muerte de los hermanos Sergio y Juan Guitrón, y de haber intentado matar a Daniel Beltrán, Gonzalo Guevara, Ramón Galán Jr. y Richard Cantú.
Según las investigaciones policiales, ninguno de los seis hombres tuvo nada que ver con el ataque al camión del helado.
Keetly, por su parte, ha asegurado que no fue el autor del tiroteo ocurrido en una casa de Ruskin (Florida) en noviembre de 2010, pero fue detenido, acusado y en 2011 se declaró no culpable ante un juez.
Por diversas razones, el proceso avanzó muy lentamente y el juicio no se inició hasta comienzos de este mes de febrero.
Una de las fiscales a cargo del caso, señaló este mes durante los argumentos iniciales que Keetly llegó vestido de negro, con una camiseta con las palabra "Sheriff"(alguacil) y preguntando por alguien llamado "Creeper".
Relató que los latinos, que estaban de fiesta, pues la noche anterior celebraban la Acción de Gracias, le creyeron que era un agente e intentaron mostrar sus identificaciones, pero que él no espero y comenzó a dispararles uno por uno.
"El quería venganza", subrayó la fiscal.
Este jueves Keetley anunció que renunciaba a que su defensa hiciera el alegato final para sorpresa de todos los presentes en la sala.
Enseguida comenzaron las deliberaciones del jurado y hoy se supo que no lograron ponerse de acuerdo, por lo que fue declarado juicio nulo.