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- 16/09/2014 02:00
- 16/09/2014 02:00
El grupo alemán de turismo TUI y su filial británica TUI Travel anunciaron ayer que se fusionarán para crear el número uno mundial del sector, un mastodonte con 74,000 empleados.
El nuevo grupo, que conservará el nombre del alemán (TUI AG), tendrá su sede en Alemania y un valor equivalente a 6,500 millones de euros. Cotizará principalmente en la bolsa de Londres y de forma secundaria en un mercado alemán.
Según los términos del acuerdo, los accionistas de TUI Travel recibirán 0.399 acciones del nuevo TUI AG por cada uno de sus títulos. Al final de la transacción, los accionistas de TUI Travel poseerán el 46% del nuevo grupo, y los del actual TUI AG el 54% restante.
Los accionistas de TUI Travel recibirán un nuevo dividendo de 20,5 peniques por cada una de sus acciones a título del ejercicio 2013 y 2014, además del dividendo de 4.05 peniques por acción.
El principal accionista de TUI AG, Alexey Mordashov, dio su acuerdo a esta fusión, que permitirá al nuevo grupo acelerar su crecimiento, aseguraron los dos socios. Ambos esperan continuar creciendo, y en ese sentido mencionaron ‘la adquisición de 30 hoteles y de dos barcos de crucero adicionales’. Además de esperar un aumento de los beneficios obtenidos por la explotación de los hoteles y los cruceros, el grupo fusionado podría ahorrar 45 millones de euros anuales. Cuando se concrete la fusión, el nuevo TUI tendrá dos directores generales Friedrich Joussen, actual director general de TUI AG, y Peter Long, el de TUI Travel.
Joussen asumirá en solitario la dirección general del nuevo grupo a partir de febrero de 2016, y Long presidirá su consejo de vigilancia.
Joussen prometió ‘un grupo de turismo líder en el mundo, y pionero de la innovación en nuestra industria’.
El directivo añadió que los ‘74,000 empleados en unos 130 países del mundo tendrán nuevas perspectivas de carrera’, y no habló de suprimir puestos de trabajo. La casa matriz de Hanóver consideraba desde hace tiempo que la actual estructura dual del grupo era inadecuada y onerosa. El primer intento de fusión, lanzado por el directivo histórico Michael Frenzel, fracasó en enero de 2013, ya que el grupo alemán consideró entonces que no se reunían las condiciones favorables para una transacción mediante intercambio de acciones.