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- 28/05/2014 02:00
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Hace setenta años, el Premio Nobel de Economía Friedrich von Hayek escribió su obra ‘El Camino de la Servidumbre’ (The Road to Serfdom), en el cual entre otros temas, analizó el peligro de un gobierno ilimitado y su consecuente amenaza contra la libertad. Sobre todo, cuando el gobierno en busca de la mal llamada justicia social o justicia distributiva, coacciona a sus contribuyentes con impuestos progresivos, para ser supuestamente más ‘justos’ en la distribución de las riquezas, lo que sin duda hará bajo los parámetros de una economía planificada o semi planificada, que distorsionará el orden espontáneo del mercado, que asigna de manera más eficiente los recursos en una sociedad.
Esto es de gran actualidad, al estudiar los resultados de los ingresos corrientes e ingresos tributarios del gobierno central, para el primer trimestre del ejercicio fiscal del presente año, en el que se recaudó 15.1% menos de lo presupuestado, según cifras de la Autoridad Nacional de Ingresos Públicos, lo que representa un poco más de 200 millones de dólares menos de lo planificado en comparación con el año anterior. Si este comportamiento en el recaudo de los ingresos corrientes y tributarios se mantiene, podría traer como consecuencia una subida de impuestos, reforma que como ya hemos mencionado, por lo de hacerle frente a las promesas electorales, no podrían soportar los contribuyentes. En ese sentido, el destino ha jugado una carta a favor de los contribuyentes, al tener una Asamblea Nacional fraccionada, que hará pensar más de dos veces a los diputados sobre el particular, ya que ninguno querrá asumir el costo político de una reforma tributaria que aumente el pago de impuestos.
Sin duda, es una excelente oportunidad que se le presenta al nuevo gobierno para de una vez por todas realizar un análisis del tamaño del gobierno y en consecuencia, ejecutar una serie de acciones que lleven a la reducción de la relación gasto público – producto interno bruto; retrotraer a su concepción original la Ley de Responsabilidad Fiscal, manipulada al antojo del gobierno saliente en cuatro reformas a la misma, que trajo a mi juicio, como consecuencia negativa el aumento de la deuda pública en un porcentaje desproporcionado de 47.68%, a un ritmo de más del 10% anual, nunca antes visto en los últimos veinticinco años de vida republicana, alcanzando la cifra de 5,200 millones de dólares. En pocas palabras, debemos reducir la participación del gobierno en la economía nacional, específicamente en la generación de la renta nacional.
Otros aspectos que serán de la consideración por el nuevo gobierno que tomará las riendas de la cosa pública a partir del 1 de julio próximo, es el análisis exhaustivo del programa de subsidios del país, que ya es insostenible, ordenando los mismos a través de la promulgación de una ley general de subsidios en donde se establezcan las fechas de expiración a corto, mediano y largo plazo de los mismos, de acuerdo a una clasificación objetiva; y, de sentar las bases de un sistema tributario que promueva el ahorro sobre la recaudación tributaria sin límites, tal cual ha recomendado la Fundación Libertad, a través de su más reciente publicación titulada ‘51 propuestas de libertad económica para Panamá’.
Por último, vale la pena citar a la Escuela de Salamanca, que en cuanto al papel y el tamaño del Estado y del gasto público, llegaron a la conclusión que en cuanto a las estructuras políticas, lo más importante no era tanto el sistema político, forma o tamaño del Gobierno, sino más bien los derechos y las condiciones de libertad disfrutadas por los ciudadanos, ya que la sociedad es anterior al poder gubernamental, tal como lo afirmó uno de sus más distinguidos maestros Juan de Mariana cuando expresó: ‘que los gobernantes son para los pueblos, y no los pueblos para los gobernantes, cuando no sintiéramos para confirmarlo y ponerlo fuera de toda duda el grito de nuestra libertad individual, herida desde el punto en que un hombre ha extendido sobre otro el cetro de la ley o la espada de la fuerza’.
ABOGADO TRIBUTARISTA