Rodrigo Icaza: Panamá puede liderar la revolución ‘blockchain’ con regulación equilibrada

En una entrevista con La Estrella de Panamá, Rodrigo Icaza, director ejecutivo y tesorero de la Cámara de Blockchain de Panamá, compartió una perspectiva equilibrada sobre los retos y oportunidades que enfrenta el país respecto a la regulación de criptomonedas.

Durante la conversación, Icaza abordó temas clave como el mercado no regulado, la protección al consumidor y la innovación.

Los riesgos del mercado no regulado

Icaza reconoció que un mercado no regulado ofrece tanto ventajas como desventajas. Por un lado, destacó que la ausencia de regulaciones permite una mayor libertad y experimentación, lo que puede ser beneficioso para el desarrollo de nuevas tecnologías y modelos de negocio. Sin embargo, advirtió que esta libertad también conlleva riesgos significativos.

“La falta de control facilita la proliferación de fraudes, estafas y actividades ilícitas, como el lavado de dinero. Además, los consumidores no siempre cuentan con la información necesaria para tomar decisiones seguras”, explicó.

Agregó que el reto está en crear un entorno regulado que no limite el dinamismo del mercado.

Equilibrio entre protección al consumidor e innovación

Icaza profundizó en la importancia de encontrar un punto medio entre protección al consumidor e innovación. Señaló que las regulaciones deben ofrecer seguridad jurídica y transparencia para los usuarios, al tiempo que incentivan el desarrollo de tecnologías blockchain.

“Un marco bien diseñado puede fomentar la confianza y atraer inversiones sin sofocar la creatividad. Es un balance complejo, pero necesario”, dijo.

También enfatizó que la educación financiera debe ser un pilar fundamental. “Un consumidor informado está mejor equipado para aprovechar las ventajas de las criptomonedas y minimizar los riesgos”, agregó.

Beneficios potenciales de una regulación adecuada

El director de la Cámara de Blockchain de Panamá enumeró tanto las oportunidades como los posibles obstáculos que surgirían con una regulación adecuada.

“Por un lado, un marco regulatorio claro podría posicionar a Panamá como un líder regional en tecnologías emergentes. Esto atraería inversión extranjera, generaría empleo y fortalecería el ecosistema económico”, explicó.

Sin embargo, advirtió que un enfoque excesivamente restrictivo podría tener el efecto contrario. “Es fundamental que las regulaciones sean flexibles y se adapten a los cambios rápidos de esta industria”, puntualizó.

Un llamado al diálogo abierto

Icaza subrayó la importancia de un diálogo inclusivo entre todos los actores involucrados: reguladores, empresas y consumidores.

“No se trata de imponer reglas desde arriba, sino de construir un marco regulatorio de manera colaborativa. Esto asegurará que las necesidades de todos sean consideradas”, declaró.

También propuso la creación de comisiones mixtas y programas piloto para probar enfoques regulatorios antes de implementarlos a gran escala. “Panamá tiene la oportunidad de liderar en esta área si abordamos el tema con apertura y visión”, concluyó.