Puerto Chancay ofrece grandes oportunidades futuras, según expertos

El inicio de operaciones del megapuerto de Chancay, situado a 70 kilómetros al norte de la ciudad peruana de Lima e inaugurado en noviembre pasado, posiciona a Perú como un “actor clave” en el comercio entre Asia y Sudamérica, según la consideración de expertos.

La directora del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico, doctora Cynthia Sanborn, se refirió al tema a través del editorial de la publicación “Observatorio de Chancay: investigación, debate y propuestas”, difundida por el campus peruano.

Consideró en tal sentido que el puerto de Chancay “promete transformar la dinámica comercial y económica del país, pero también plantea una serie de desafíos que requieren atención inmediata”.

Por su parte, el investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico, Antonio Pagán, refirió que Chancay “es el proyecto más paradigmático en el continente americano” de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, al buscar “promover el desarrollo de infraestructura global y establecer nuevas rutas comerciales entre el país asiático y el resto del mundo”.

“Desde el lado chino, la visión que se ofrece del puerto de Chancay es sumamente positiva y se centra en los beneficios económicos que traerá a ambas partes en general y a Perú en particular, hasta el punto de ser presentado como un nuevo capítulo para la cooperación chino-peruana”, consideró Pagán.

En concordancia con este enfoque, Chancay tiene el potencial de convertirse en una puerta de entrada a América del Sur en el Pacífico y favorecer al mismo tiempo la integración regional.

Destacan, además, las oportunidades que representa la terminal portuaria para Perú, al incluir la posibilidad de desarrollar una cadena de valor logística sudamericana. Entre las oportunidades están la promoción de la industrialización, el aumento de las exportaciones de alto valor añadido, la mejora de las infraestructuras locales y el surgimiento de nuevos puestos de trabajo en profesiones como traductor, técnico u operador.

“En definitiva, un enfoque que se circunscribe básicamente a los beneficios resultantes de la cooperación económica entre dos importantes socios”, mencionó Pagán. Frente a esta narrativa, sin embargo, en los últimos dos años ha ido emergiendo una nueva visión que percibe a Chancay no solamente desde el punto de vista de los beneficios económicos, sino más bien desde la óptica de la geopolítica y la seguridad nacional.

“Lo que sí está claro a estas alturas es que el proyecto es visto por el Gobierno peruano desde la perspectiva de las oportunidades económicas, destacando su potencial para actuar como el gran hub (concentrador) portuario y logístico del Pacífico”, aclaró el investigador.

En este contexto, a mediados de este mes arribó al puerto de Yangshan, en la ciudad china de Shanghai, el portacontenedores “Xin Shanghai”, tras navegar 23 días en el Pacífico y luego de zarpar de Chancay.

El portacontenedores no solo estrenó así de manera oficial la ruta comercial directa, sino que descargó más de 20.000 toneladas de fruta peruana entre arándanos, aguacates, uvas y mangos que gozan de prestigio en el mercado chino. Este hecho materializa la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, al forjar un corredor marítimo que une a América del Sur con el país asiático. Significa, adicionalmente, menores costos logísticos, ahorro de tiempo y la frescura de los frutos, además de acelerar el proceso de entendimiento y la profundización de los lazos entre ambos lados del océano Pacífico.