Panamá liderará las proyecciones de la región, pese a un menor crecimiento en el 2024

Actualizado
  • 12/12/2023 15:43
Creado
  • 12/12/2023 15:33
La crisis hídrica del Canal de Panamá, la mina y los temas fiscales seguirán siendo los retos más importantes para el país

Para el 2024, Panamá proyecta un crecimiento económico del 4,7%, tras cerrar el 2023 con un comportamiento del 6,5%.

Aunque las cifras representan una baja importante, el país seguirá liderando las proyecciones de la región al superar a sus pares como República Dominicana (4,4%), Costa Rica (4,3%) y El Salvador (2,0%), según las previsiones que diera Citi, a través de sus economistas, durante un encuentro virtual que sostuviera con medios, este martes.

Esteban Tamayo, economista de Citi para Colombia, Perú, Centroamérica y Caribe, informó que el crecimiento de 4,7% tiene “un sesgo a la baja bastante importante”, que no incluye las proyecciones del cierre total de la mina.

Como las estimaciones se dan más por el lado de la demanda, no existe un análisis por sector económico. Sin embargo, Tamayo reconoció que el país vive un deterioro en la construcción, que es su motor de crecimiento importante para el producto interno bruto, y un choque con la mina, que proyecta un mayor riesgo.

“Con el deterioro de estos dos grandes sectores se espera un efecto en otras actividades económicas. Por ahora, vamos viendo cómo se van materializando estos choques para así tener una mejor indicación”, comentó el economista.

Esteban Tamayo
economista de Citi para Colombia, Perú, Centroamérica y Caribe
“Con el deterioro de estos dos grandes sectores se espera un efecto en otras actividades económicas. Por ahora, vamos viendo cómo se van materializando estos choques para así tener una mejor indicación”,
Mina de cobre

Tamayo indicó que con el actual panorama, “Panamá debería estar entrando en un tramo descendente en su ciclo económico”, después de registrar un tercer trimestre del 2023 con “una economía que estaba muy bien”.

Una gran parte de ese escenario, dijo, puede ser el impacto puntual que dejaría la mina, en términos del deterioro del mercado laboral y del crecimiento económico del año entrante. Así mismo, aclaró que el deterioro que podría estar sufriendo el mercado laboral no se debe atribuir a la mina porque esta es una situación económica que ya venía con una desaceleración desde hace años.

Por eso, el economista puntualizó que a medida que se vayan materializando los riesgos con la mina se podrán ir haciendo ajustes de las proyecciones del 2024. “Las cifras de crecimiento que están viendo hay que tomarlo con una gran precaución por el cierre de la mina, por qué no sabemos qué tan rápido o qué tan permanente puede ser el cese de operaciones”, comentó.

“La minería es una actividad que representa casi el 3% o 4% del producto interno bruto (PIB) y es casi el 80% de las exportaciones no agrícolas. No creo que su cierre total sea rápido, sino muy pausado. Aún así, sería un choque económico, que incluso nuestras cifras no logran capturar totalmente”, añadió.

Desde un campo electoral, el economista ve que Panamá presenta a seis candidatos presidenciales de diferentes partidos políticos, que comparten su rechazo a la mina, una retórica que cree que no va a cambiar durante las elecciones, pero sí post elección. Confesó que en un escenario base ganará el expresidente Ricardo Martinelli.

Recomendó al próximo Gobierno sentarse con la mina para negociar, ya que es una actividad que “juega un rol importante porque es la fuente de ingresos fiscales más inmediata y la fuente de ingreso más fácil de resolver”.

“El país y la mina deben sentir el interés de renegociar. Creemos que esto puede estar sucediendo en la segunda mitad del año, ya sea si llega o no a un acuerdo. Aún así creo que es algo que cualquier administración tiene que llegar a ser como su primer orden de mandato. Por eso debe haber continuidad como se vive con la actual administración”, sostuvo.

Canal de Panamá

Tamayo destacó que las proyecciones de crecimiento de 2024 también toman en cuenta la crisis que vive el Canal de Panamá con el fenómeno de El Niño.

Señaló que según las proyecciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, sigla en inglés) diciembre será el mes más importante para darle seguimiento a El Niño, ya que su época acaba más o menos en abril. Explicó que, incluso, su intensidad se puede comenzar a visualizar desde el primer trimestre del 2024, es decir, a partir de febrero.

“El Canal ha hecho sus proyecciones para seguir limitando el paso de los barcos, durante todo el mes de diciembre 2023 hasta el año entrante. Ahora bien, a medida que pase el tiempo y se siga reduciendo el número de barcos, evidentemente, seguirán las afectaciones que van a depender mucho de las circunstancias climáticas. Sin embargo, creemos que para junio de 2024 su escenario puede ser un poco conservador y con ajuste porque, según las proyecciones de NOA, El Niño se acabará en abril, lo que debería crear un ajuste para la próxima mitad del año”, manifestó el economista, quien recordó que el número de tránsitos de buques que se dan por el Canal de Panamá están directamente asociados al crecimiento del PIB real.

Tema fiscal

En su escenario de proyecciones, Tamayo también habló que Panamá junto a El Salvador se presentan como esos casos especiales que tiene la región en materia fiscal. “Hay pocos riesgos fiscales en el 2024 en la región, pero estaremos oyendo el ruido de ciertos países, como Panamá, pero después de sus elecciones, específicamente, a partir de la segunda mitad del 2024”, aseguró.

Para la segunda mitad del 2024 proyectó que al nuevo Gobierno le será un poco más fácil controlar el problema de las pensiones de la Caja de Seguro Social, así como las protestas sociales. “En ese contexto viene un choque fiscal, no por el tema minero, sino de la CSS y sus reservas que se acabarán. Por eso creemos que el nuevo Gobierno debe mirar temas de reforma fiscal, tributaria y del sistema de pensiones”, concluyó.

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