Olade dice que Panamá está en una ‘posición interesante’ para ser un ‘hub’ de hidrógeno verde

Actualizado
  • 24/04/2024 00:00
Creado
  • 23/04/2024 18:13
El secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía, Andrés Rebolledo, ve con optimismo la posibilidad de que Panamá pueda desarrollar el sector, pues considera que tiene una penetración en generación eléctrica de renovables de casi el 70%. También destacó el esfuerzo que están haciendo los países hoy, ‘tomando acciones y políticas en descarbonizar toda la economía’ (...) pero todavía se requerirían $$500.000 millones en inversiones en renovables para avanzar en el objetivo de carbono neutral

El secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Andrés Rebolledo Smitmans, conversó conLa Estrella de Panamá sobre los avances de América Latina en la transición energética, la descarbonización y el trabajo que realizan desde el organismo que dirige en busca de lograr estos objetivos. Además, valoró con optimismo la posibilidad de que Panamá pueda ser uncentro de hidrógeno verde, un planteamiento que la Secretaría de Energía panameña viene haciendo desde hace un buen tiempo, con la idea de convertir al país en un nodo de almacenamiento y comercialización de hidrógeno verde. “Creo que (Panamá) está en una posición interesante para desarrollar ese sector (centro de hidrógeno verde)”, afirmó Rebolledo, quien entre otros temas aseveró que la región requeriría $500.000 millones en inversiones en energía renovable, para avanzar en el objetivo de neutralidad de carbono.

Desde el punto de vista de Olade, ¿cómo evalúan que han avanzado los países de la región en renovables?

América Latina y el Caribe (ALC) es una región que tiene una gran riqueza en materia de recursos energéticos y una gran diversidad de recursos energéticos, con mucho grado de complementariedad entre los países; y, además, tiene una característica muy particular que lo distingue. En el contexto global, nuestra región (ALC) es la más verde del mundo, en el sentido de que la penetración de energías renovables es la más alta que existe en el mundo en materia de generación eléctrica, por ejemplo. Estamos hablando de que un 65% de toda la generación eléctrica que se produce en ALC es con fuentes renovables limpias. En ese sentido, una proporción muy importante de ese 65% lo explica la hidroelectricidad, es decir, el agua y, crecientemente, la energía solar y la energía eólica, que en los últimos cinco años se ha multiplicado por cuatro.Ahora, el hecho de tener una preponderancia tan principal de la hidroelectricidad, podría generar también desafíos importantes a propósito del cambio climático y la sequía, y Panamá lo está viviendo a propósito de su posición global, el Canal de Panamá (...).

Tenemos unas metas para lograr esa transición energética, en definitiva, ¿cuánto se ha avanzado en la región y cuáles son los desafíos?

Los países en general han ido estableciendo metas hacia 2030 o 2050. Muchos países hoy tienen o han asumido políticamente o incluso en algunos casos legalmente, la condición y el objetivo de alcanzar la condición de carbono de neutralidad hacia el año 2050 y eso supone un esfuerzo importante y transformador en materia de energías y una gran inversión con un esfuerzo muy importante en términos de financiamiento. Todos los años presentamos el panorama estadístico regional de la data (que existe) y hacemos estudios prospectivos de futuro, y en esos trabajos mostramos, por ejemplo, que claramente la inversión que se va a requerir es de un monto considerable. Tan solo hacia el año 2030 requeriríamos $500.000 millones en inversiones en renovables, para avanzar en el objetivo de neutralidad de carbono. Ahora, es importante tener en cuenta que cuando hablamos de transformación y de energía, una porción muy relevante es el mercado eléctrico. Pero es relevante siempre tener en cuenta que la electricidad es tan solo el 20% de todo el consumo energético en los países y que en ese otro 80% todavía hay una presencia muy importante de hidrocarburos, de fuentes fósiles, particularmente en el transporte y la industria. Por lo tanto, el esfuerzo que hoy los países están haciendo, tomando acciones y políticas en descarbonizar toda la economía, no solo al mercado eléctrico, supone–y es lo que muchos países le han llamado, luego de avanzar bien y en una trayectoria interesante– la segunda fase de la transición energética, que es básicamente descarbonizar estos otros sectores: transporte, industria, residencial; sobre todo transporte, que son sectores más complejos de reducir sus emisiones.

Pero hay una realidad, el impacto del cambio climático ya se está sintiendo. ¿Cuán importante es en estos momentos, acelerar la transición energética para reducir las emisiones?

El sector energético en su globalidad, tanto eléctrico como los otros sectores donde se consumen fuentes fósiles importantes, implica alrededor del 70% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo tanto, referencia a tu pregunta, es crucial lo que nosotros podamos avanzar en descarbonizar ese sector energético para efectos de cumplir estos objetivos y las metas globales en materia de cambio climático. Por eso es que este sector juega un rol central y es fundamental lo que podamos ir profundizando en estas transiciones energéticas en América Latina.

Hace poco Olade anunció la creación del observatorio de emisiones de metano de América Latina, ¿en qué se focaliza y cuál es el objetivo?

Esa pregunta me parece muy importante. Para resaltar un aspecto que es muy central. (...) Entre las emisiones de distintos gases, el metano es muy importante, y lo que se pueda hacer ahí, avanza muy rápido en materia de mitigación, porque tiene un efecto muy fuerte en la atmósfera. Por lo tanto, mitigarlo rápidamente también tiene un impacto fuerte en los esfuerzos de mitigación. En ese sentido, hace dos años los ministros (de energía) mandataron a la Olade crear un observatorio para apoyar a los países, para primero conocer cuál es el estado de la situación de las emisiones de metano en el sector energético, porque el metano se emite en otros sectores de la economía también, como por ejemplo, el agrícola, y ahí nosotros no estamos. Con el fin de conocer, diagnosticar y evaluar cuáles podrían ser las soluciones, las tecnologías que se podrían incorporar para poder justamente avanzar en la mitigación de este gas tan importante y ese es el objetivo al final de seguir avanzando. Con esto (observatorio), uno avanza en poder tener una producción de gas de bajas emisiones, que también colabora, en ese sentido, en este esfuerzo climático.

¿Qué países analizarían?

Nosotros somos 27 países (miembros) y este observatorio, así como los instrumentos que ponemos a disposición de los países, es para que todos se beneficien. Obviamente que en este caso en particular hay roles de países que son productores, que son exportadores, ahí está Argentina, Venezuela, Bolivia, y otros que son consumidores y otros que son las dos cosas. Entonces, todos participan desde la perspectiva de su posición en la cadena de valor de esta industria.

¿Cómo analiza el desarrollo de hidrógeno azul, turquesa y otros colores en la región? ¿Cómo contribuyen estas iniciativas, además del ambiente, a las economías de los países de la región?

Diría que esto está generando inversiones. Hoy uno ve a algunos países en América Latina que están produciendo hidrógeno de bajas emisiones, hidrógeno verde, particularmente el que se produce con fuentes de energía eléctrica renovable, que permite tener esa característica de hidrógeno verde, sin emisiones en su proceso de producción. Hay países que están en plena producción de plantas piloto de hidrógeno verde e incluso en algunos casos les ha permitido desarrollar otras nuevas fronteras productivas en la energía con los combustibles sintéticos de baja o cero emisiones. América Latina tiene una posición interesante para poder avanzar en esto porque tiene mucha energía eléctrica limpia. Como te decía en un principio, que es la base para poder generar hidrógeno de bajas emisiones. Entonces, hoy hay países y todos prácticamente tienen estrategias, planes de acción, políticas en materia de hidrógeno verde, partiendo de la base de su transformación de sus sectores de generación eléctrica y algunos que ya están produciendo a nivel de piloto, todavía no a gran escala, porque aún hay un esfuerzo importante por consolidar la demanda de hidrógeno verde en el mercado mundial. Se entiende que este hidrógeno en América Latina se va a producir principalmente para la exportación, más allá de nuestra región, en mercados globales asiáticos, europeos, etcétera. Es una escala grande. Ahí también hay esfuerzos importantes de inversión. En este mismo estudio que te comentaba de hacia 2050, modelamos la participación del hidrógeno verde, y como dato, se requiere mucha inversión en materia de generación limpia. Hoy en América Latina la capacidad instalada son 500 gigas (gigavatios -GW-). Y hacia 2050 debemos tener un estuche de hidrógeno verde consolidado porque se requerirían algo así como un poco menos de 500 gigas nuevos, adicionales, es decir, casi una capacidad instalada total de la que existe hoy en la región. Lo que es indudable es que es una oportunidad muy grande para la región, y como digo hay países con liderazgo como: Uruguay, Chile, Colombia, y otros, que ya tienen proyectos en acción.

Panamá se ha planteado convertirse en un 'hub' de hidrógeno verde, ¿cómo ve la Olade esta posibilidad?

Creo que en la medida en que el país tenga una alta penetración de energía limpia y renovable, pero también que sea competitiva, en el sentido de que tenga precios que sean razonables y hagan de la industria del hidrógeno, una industria competitiva, que sea a base de energía segura y estable. Si esa característica se da, yo creo que hay una buena posibilidad de desarrollar la industria del hidrógeno; y en ese sentido me parece que Panamá, con una penetración en materia de generación eléctrica de renovables de casi el 70%, y con un esfuerzo importante que ha venido haciendo en incorporar energías renovables no convencionales en los últimos años, creo que está en una posición interesante para desarrollar ese sector.

Descarbonización, ¿cuáles serán los principales desafíos frente a esta meta?

Diría que se requieren políticas, regulaciones apropiadas para impulsar esto. En ese sentido, creo que hay que seguir avanzando en descarbonizar el mercado, el sector eléctrico, seguir incorporando energías renovables, pero sobre todo avanzar en esta segunda fase de las transiciones energéticas que te hablaba hace un momento, donde la movilidad sostenible y la movilidad. eléctrica son unas de las opciones. Ese es un desafío muy importante para ir descarbonizando esos otros sectores. A la vez que hacerlo en la industria, donde el hidrógeno verde juega un rol también importante, y podría jugarlo, dado que en la industria, en algunos casos se pueden electrificar ciertos procesos, pero en otros se requiere combustible que tiene que ser necesariamente también de baja huella o cero huella, y por lo tanto el esfuerzo es sistémico a los problemas. Un cuarto elemento del que no se habla demasiado, pero me parece muy importante, es la eficiencia energética, como un asunto que apoya también en este esfuerzo de descarbonización. Es un esfuerzo global, sistémico que requiere abordar todos estos ámbitos y los países se han comprometido, y algunos han avanzado más qué otros, por cierto.

Usted mencionó un punto muy importante, la movilidad eléctrica y sostenible, ¿cuánto han avanzado los países en este aspecto?

Ahí la realidad es distinta. Hay países que tienen un gran liderazgo en eso. En este punto, en un par de semanas más vamos a tener un estudio. Una muestra de la región y vamos a compartir algunas cifras interesantes en materia de penetración, infraestructura de carga, desafíos, interconectividad etcétera. Pero, por lo pronto, quisiera decir que hay países que han avanzado en materia de incorporación en movilidad eléctrica. El caso de Chile es muy interesante, en relación a buses del transporte público eléctrico (...) y con proyecciones para los próximos años de crecer 76% su flota de Santiago (...). El caso de Costa Rica hoy día casi el 20% de lo que se destina anualmente en nuevos vehículos, son eléctricos. Por lo tanto, diría que hay avances particulares, nacionales. Se requiere una visión un poquito más integrada para tener coherencia entre países y que no haya costos de transacciones en algún momento, de pasar un vehículo eléctrico a otro y no pueda cargar en el otro lado, por ejemplo. Estamos trabajando, pero diría que en el caso de los vehículos eléctricos en América Latina está empezando a despegar diría yo en este esfuerzo. Hay un tema indudable en el caso de vehículo eléctrico, que es la barrera de la entrada que todavía significa el mayor costo inicial de la compra de estos vehículos. Pero eso ha ido bajando en la medida en que las materias han ido bajando. Y en la medida que también el usuario se da cuenta que el valor presente de todo el proyecto de comprar un vehículo eléctrico termina siendo más barato que comprar un vehículo combustión interna, porque el vehículo eléctrico tiene mucho más bajo el costo mantenimiento y de operación dado que la electricidad es mucho más baja que el combustible fósil en general en los países.

(...) Es crucial lo que nosotros podamos avanzar en descarbonizar ese sector energético para efectos de cumplir estos objetivos y las metas globales en materia de cambio climático. Por eso es que este sector juega un rol central y es fundamental lo que podamos ir profundizando en estas transiciones energéticas, en América Latina”.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus