Las lecciones que deja Milei a la economía panameña

Reducción de la pobreza, desaceleración en el crecimiento de la inflación, caída del riesgo país y un aumento en las inversiones extranjeras, son solo algunos de los hitos que el presidente de Argentina, Javier Milei, ha logrado durante su primer año de mandato.

El argentino Eneas Biglione, presidente del Thomas Jefferson Institute for the Americas, conversó con La Estrella de Panamá sobre el balance del primer año del mandatario sudamericano y las lecciones que puede aprender Panamá del caso argentino.

Según Eneas Biglione, los frutos que está cosechando Milei solo se pueden entender a la luz del equilibrio presupuestario que pasa el país sudamericano

“Cuando Néstor y Cristina Kirchner gobernaban, el gasto público consolidado del país superaba el 40 % del producto interno bruto (PIB). Luego vino Mauricio Macri y lo bajó al 36 %, y Alberto Fernández lo volvió a subir al 39 %. Mientras que Milei lo llevó a una cifra cercana al 30 %”, explicó.

Este porcentaje le permite al gobierno de Milei suplir las necesidades del sector público nacional sin tener que imprimir más dinero del necesario y terminar creando inflación. “Cualquier número que supere el 30 % lo vas a tener que pagar con emisión monetaria y eso va a terminar creando pobreza”, valoró.

Datos del Ministerio de Capital Humano muestran que la pobreza en Argentina superó el 52.9 % durante el primer semestre de este año, pero se redujo a 38.9 %, en el tercer trimestre.

Es por eso que Biglione cree que lo primero que se puede aprender del caso argentino es que un Estado no debe acostumbrarse a gastar más dinero del que tiene, para su funcionamiento.

Otro punto que destaca es la fiscalización del uso de los recursos del Estado. “Es importante que un Estado no gaste dinero en cosas innecesarias y eso es lo que se ha estado haciendo en la Argentina”, comentó.

El gobierno de Milei ha iniciado un proceso de auditoría sobre los recursos del Estado para determinar si se están aplicando de forma correcta.

Maximiliano Fariña, quien es el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, mencionó en su cuenta de X que durante este año se han cerrado más de 200 áreas en el Estado, entre ellas ministerios, direcciones nacionales y regionales y coordinaciones.

“Nos encontramos con áreas que cumplían funciones o tareas que puede hacer el sector privado o con otras que directamente cumplían funciones que le corresponden a las provincias o municipios rompiendo el federalismo”, agregó.

Federico Sturzenegger, quien lidera el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, mencionó que, hasta noviembre de este año, se habían desvinculado cerca de 34.000 trabajadores del sector público, lo que supone una reducción del 7 % en los empleados estatales y un ahorro de $3.820 millones.

Biglione explicó que es fundamental para un gobierno que busca mejorar su economía ser sensato al momento de contratar personal, comprendiendo que el empleo que sostiene la economía es el privado.

En esta línea, es importante de fortalecer las ayudas sociales que son necesarias y dar de baja a aquellas que no están siendo bien aplicadas.

En septiembre de este año, el Ejecutivo anunció que iba a fortalecer dos programas sociales clave dentro de Argentina: la Asignación Universal por Hijo (que reciben los trabajadores desempleados e informales) y la Tarjeta Alimentaria que está destinada para mujeres embarazadas y personas con hijos de hasta 14 años.

Por otro lado, se hizo una auditoría sobre los comedores infantiles, determinando que habría más de 1.200 comedores “inexistentes” que seguían recibiendo fondos del Estado.

El especialista abogó por crear un clima de inversiones que genere empleos y competitividad dentro del país. Cuando Milei asumió la Presidencia, el riesgo país era de 1.930 puntos, y en la actualidad la cifra es de 631.

A esto hay que sumarle la mejora de la calificación de riesgo que tiene el país. La calificadora Fitch subió la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de Argentina a “CCC”, desde “CC”, y la nota de la deuda de largo plazo en moneda local a “CCC”, desde “CCC-”

Algo que contrasta con la realidad panameña, en donde Fitch Ratings rebajó la calificación de Panamá a ‘BB+’ y Standard & Poor’s (S&P), que revisó la calificación soberana de Panamá de BBB a BBB-, manteniendo una perspectiva estable.

Esta semana, la encuestadora CB Consultora Opinión Pública publicó su ranking sobre los presidentes sudamericanos con mayor popularidad, siendo Javier Milei, quien encabezada el listado, con un 51,8 % de imagen positiva.

“A pesar de todos los cambios en la economía y en el país, el presidente ha mantenido el apoyo de la población y eso se ve en las calles, hay alegría y esperanza y eso es fundamental”, comentó Biglione. Esto se debe a la constante comunicación que el mandatario ha mantenido con sus votantes desde el inicio, quienes lo perciben como una persona que no les miente, de allí que lo acompañen en el desarrollo de su plan económico.