La fortuna de 98 magnates de Latinoamérica y el Caribe iguala al PIB de Chile y Ecuador

Actualizado
  • 16/07/2024 00:00
Creado
  • 15/07/2024 17:52
La Oxfam recomienda cinco reformas tributarias que podrían generar $264.000 millones, representando el 4% del PIB regional, para apoyar acciones y políticas públicas que prioricen la sostenibilidad de la vida

La región de Latinoamérica y el Caribe cuenta con 98 milmillonarios —personas que tienen fortunas por encima de los mil millones de dólares— y cuya riqueza combinada asciende a $480.800 millones, es decir, el equivalente al producto interno bruto (PIB) anual de Chile y Ecuador juntos.

Según lo anterior, el 1% más rico de América Latina y el Caribe posee el 43,5% de la riqueza total, mientras que la mitad más pobre solo tiene el 0,8%, destaca el informe “Econonuestra: Es tiempo de una economía para todas y todos” de Oxfam, que pone de manifiesto la polarización de la riqueza en América Latina y el Caribe, una situación que refleja que esta alta desigualdad económica otorga a un pequeño grupo de ultrarricos la capacidad de influir significativamente en la política, afectando los derechos de las mayorías y deteriorando las democracias.

“Una persona trabajadora que gana el salario mínimo promedio en Latinoamérica debe trabajar 90 años para ganar lo mismo que gana un milmillonario en un solo día”, afirmó a La Estrella de Panamá, Gloria García-Parra, de la dirección regional de Oxfam para América Latina y el Caribe. “Dos personas, dos latinoamericanos concentran la misma cantidad de riqueza que la mitad de América Latina, es decir, dos personas tienen la riqueza que representan en conjunto 334 millones de personas”, apuntó la representante internacional en una entrevista por Zoom.

Para combatir la pobreza, la Oxfam recomienda reformas tributarias que podrían generar $264.000 millones, representando el 4% del PIB regional, para apoyar acciones y políticas públicas que prioricen la sostenibilidad de la vida.

Con el dinero por recaudar, la organización afirmó se combatiría la desigualdad y se financiarían políticas públicas esenciales. Este es un paso audaz hacia un futuro donde cada individuo tiene la oportunidad de prosperar y donde la justicia económica no es solo un ideal, sino una realidad posible.

“Estamos hablando de impuestos a la riqueza que en el caso más extremo oscilaría entre un 2% a un 5% sobre la riqueza, pero para esas 98 personas o milmillonarios, o sea, no estamos hablando de lo que normalmente proponen los gobiernos, donde los impuestos afectan a los que menos tienen”, dijo.

Y, agregó: “Mientras una persona pobre paga más o menos el 45% de sus ingresos en impuestos tanto directos como indirectos, una persona rica, apenas como mucho llega a pagar el 20%. Entonces, eso también establece una diferencia enorme entre los que más tienen y menos pagan, en contra la clase trabajadora, que menos tiene y paga más”.

La representante de la organización que lucha contra la desigualdad y la pobreza, además afirmó que la propuesta se centraría en gravar la riqueza y ganancias extraordinaria a esas 98 personas cuyo pecunio incluso creció con pandemia.

García-Parra insistió en que “el sistema actual beneficia a las grandes corporaciones y a los más ricos, perjudica las garantías de empleo y prosperidad y afecta desproporcionadamente a mujeres, jóvenes y comunidades indígenas y afrodescendientes. Además de esta desigualdad económica, la región debe enfrentar otros retos significativos, como la crisis climática y los cambios demográficos, que demandan una inversión financiera considerable”.

La representante internacional hizo hincapié en que América Latina sigue siendo la región más desigual del planeta, donde inclusive hay países donde la brecha es aún más grande.

“La disparidad en la distribución de la riqueza está erosionando los cimientos de nuestras democracias. Un puñado de individuos no debería decidir el destino de la mayoría. Es imperativo reequilibrar nuestra economía para que refleje las voces y necesidades de todas las personas, no solo de unos pocos privilegiados”, afirmó García-Parra, a este diario.

Destacó que durante la pandemia de la covid-19 notaron que las fortunas de los milmillonarios en su mayoría se duplicaron. “Las riquezas que podían obtener ese momento, en tanto que había mucha gente que estaba cayendo en pobreza por las medidas restrictivas y la pérdida de algunas empresas sobre todo pequeñas y medianas. Entonces, en una situación tan crítica para la humanidad como lo es una pandemia tuvo más allá de repercusiones en la salud, en la vida de las personas y el empobrecimiento de otros.

La organización hace un llamado a un cambio estructural para reducir las desigualdades económicas y sociales, avanzar en justicia climática y mejorar la autonomía financiera de las mujeres, con el fin de incrementar ingresos y acceso a servicios básicos, y garantizar empleos dignos.

América Latina y el Caribe tienen la oportunidad de dejar de ser la región más desigual del planeta a través de un pacto fiscal, que tiene el potencial de fortalecer la capacidad de los Estados para abordar desafíos sociales y ambientales, y dirigir la economía hacia un futuro inclusivo y sostenible. “Este es un momento histórico para la región; con la presidencia de Brasil en el G20, tenemos la plataforma ideal para promover un cambio significativo. La implementación de un pacto regional podría ser la clave para erradicar la pobreza extrema y fortalecer nuestra lucha contra la crisis climática”, acotó García-Parra.

La iniciativa busca aprovechar un momento político clave para asegurar un desarrollo equitativo y la superación de la desigualdad histórica en la región.

Por muchísimos años, la Oxfam viene presentando estos temas de desigualdad en la esfera regional y mundial, para posteriormente, presentarlo en enero en el Foro Global de Davos y el Foro Económico Mundial.

García-Parra relató que para realizar el informe tomaron como referencia sacar de la pobreza extrema a todas las personas que actualmente se encuentran en esta situación en la región, supondría un monto total de $175.000 millones. Poner en marcha los sistemas nacionales públicos de cuidados que requiere Latinoamérica y el Caribe implica una inversión de $75.600 millones y duplicar el actual gasto público regional para enfrentar la crisis climática, supone $13.000 millones adicionales por año.

Para el análisis de las ganancias de las empresas se utilizó la base “Global 2000” de Forbes, que enlista las 2.000 empresas que cotizan en bolsa más grandes del mundo. Esta base incluye los datos de las ganancias entre 2018 y 2023 para 24 empresas latino-caribeñas. De las 24 empresas en la base de datos, siete empresas presentaron ganancias extraordinarias en 2023 arriba del 20% respecto al promedio 2018 – 2021, que suman un excedente total de $41.695 millones.

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