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La era 'hub fintech': un modelo de negocio basado en la colaboración abierta
- 04/09/2021 00:00
- 04/09/2021 00:00
Cuando hablamos de un fintech hub, nos referimos a un ecosistema relacionado con financiación de servicios tecnológicos para la banca. Este se dedica, exclusivamente, a invertir, financiar y desarrollar proyectos de innovación, para banca, a través de startups, en un entorno digital. Sin duda, las fintech han supuesto un punto de inflexión en la innovación del sector financiero en todo el mundo y ambos grupos cada vez están más dispuestos a colaborar. Estas empresas son las startup que están empleando la tecnología más actual para ofrecer productos o servicios financieros. A diferencia de las big tech como Google, Amazon, Facebook y Apple, no cuentan con ese capital pero sí les une su base 100% tecnológica.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) durante estos últimos cinco años, la industria fintech en América Latina ha vivido un enorme crecimiento en todos los sentidos. No solo ha aumentado el número de actores, tanto emprendimientos que operan en el espacio fintech como entidades financieras que se acercan para interactuar con ellos, sino que también se ha visto incrementada la diversidad de los representantes, entrando a formar parte del ecosistema como reguladores y supervisores de los sistemas financieros, o inversionistas de capital de riesgo locales. Hace cinco años no se sentía el apetito o interés de estos u otros actores de formar parte, ni siquiera dialogar, con los emprendimientos fintech. Pero hoy en día, estos nuevos actores son habituales en conferencias, meetups, foros, mesas redondas y grupos de trabajo, queriendo no solo acompañar, sino, en algunos casos, liderar la transformación de la industria en sus países respectivos de la mano de los emprendimientos de este modelo de negocio emergente.
Según el BID la innovación y los nuevos emprendimientos tecnológicos en la industria de los servicios financieros representan temas de importancia fundamental para el futuro, razón por la cual impulsa una iniciativa para abordar esta brecha y así medir en detalle la evolución del sector fintech en la región.
En un informe realizado por el BID y Finnovista en 2017, 703 emprendimientos fintech fueron identificados en 15 países de América Latina. Tan solo un año más tarde, se han identificado 1,166 emprendimientos en 18 países de la región. Esta cifra supone un aumento del 66% en el último año, es decir, actualmente existen 463 emprendimientos fintech más en América Latina y el Caribe.
Cabe destacar que la rápida evolución también se ha observado a nivel del sector público de la región, lo cual se refleja en nuevas iniciativas para profundizar el diálogo público privado y nuevas regulaciones.
Panamá no es la excepción en este carrusel interactivo de innovación e inclusión financiera; por ello este año la empresa multinacional Milicon escoge al país para la inversión de 250 millones de dólares en la expansión de sus servicios de internet fijo y móvil en todo el territorio, incluyendo las provincias Bocas del Toro, Coclé y Darién
Según un diario local “el Presidente Cortizo Cohen afirmó que el plan impactaría a 800,000 panameños de los cuales 200,000 no tenían cobertura”.
Para la compañía Millicon “la demanda de Servicios Móviles Financieros (MFS) está impulsada por el hecho de que muchos de nuestros clientes tienen acceso limitado a servicios bancarios más tradicionales. Los mercados donde operamos son en gran parte economías basadas en efectivo con una porción significativa de la población local clasificable como no bancarizada”
Esta alianza estratégica entre el gobierno y el sector privado servirá para ofrecer servicios especializados tomando como ejemplo mejores prácticas de jurisdicciones más desarrolladas y adecuadas a la regulación internacional.
Este ecosistema en Panamá es un sector en crecimiento durante la pandemia como en casi todos los países del mundo. La pandemia del coronavirus tuvo un efecto significativamente adverso en la economía de Panamá. Sin embargo, al igual que en muchos mercados, las soluciones en línea, incluidos los servicios de entrega y fintech, experimentaron un aumento significativo en la aceptación y el crecimiento de usuarios
Algunas soluciones de pago en línea como Yappy y Nequi son ejemplos de negocios que crecieron en Panamá, junto con Tigo Money, y se puede esperar que continúen creciendo en el futuro a medida que se conviertan en una parte cada vez más importante de la vida diaria.
Es importante señalar que, para Bancolombia, una de las instituciones financieras más grandes de Colombia, la apuesta digital que hicieron con Nequi, está dando resultados y la extensión está alcanzando un número de usuarios activos similar a la app del banco, según, su gerente de Estrategia y Desarrollo, María del Pilar Correa.
Según reseña el portal web del Ministerio de Comercio e Industria (MICI) existen compañías fintech de Estados Unidos interesadas en Panamá, en los atractivos en materia de inversión y en el potencial de sus regímenes especiales, entre ellos el de Asociación Público Privada, que fueron presentados por autoridades del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) a altos ejecutivos de la empresa estadounidense MAPay, dedicada a ofrecer plataformas de red de pagos al sector salud e intercambio de datos.
MAPay está interesada en explorar oportunidades de negocios en el país y desarrollar una cumbre sobre tecnología y salud, según dieron a conocer sus directivos, en un encuentro donde también estuvo presente el cónsul general de Panamá en Filadelfia, Georgia Athanasopulos. Informaron en el portal del MICI.
Este acercamiento con representantes de la fintech MAPay es uno de los tantos pasos que da el Gobierno Nacional, con miras a atraer multinacionales que contribuyan a potenciar la posición del país como hub regional en temas de tecnología digital y salud
En el país centroamericano hay muchas oportunidades y capacidades que derivan de sus ventajas competitivas como la posición geográfica estratégica, y la solidez de su centro bancario, una economía dolarizada, el acceso a mercados internacionales; aunque existen debilidades notorias pendientes por corregir para emprender en el país: como un sistema educativo que debe aportar los conocimientos suficientes y fomentar la cultura emprendedora a sus habitantes, estimulando la demanda en este ámbito de negocio.
Para disminuir la incertidumbre, se necesita la preparación, el acceso al capital, y el apoyo de centros de investigación. Estas empresas requieren también de un marco regulatorio adaptado a sus necesidades a fin de poder competir globalmente. Panamá tiene la oportunidad única de analizar cómo se fueron desarrollando los ecosistemas de emprendimiento e innovación más exitosos, aprender de los errores que éstos hayan cometido y empezar a operar.