Flujos de la inversión extranjera directa mundial caen 2%; en ALC son estables

Los flujos mundiales de la inversión extrajera directa (IED) cayeron un 2%, a $1,3 billones, en 2023, a medida que las tensiones comerciales y geopolíticas pesaban sobre una economía mundial en desaceleración, según el informe sobre las inversiones en el mundo 2024 de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad sus siglas en inglés).

El documento subrayó que la cifra general supera el -10% si se excluyen algunas economías conducto europeas que registraron grandes oscilaciones en los flujos de inversión.

En general, la IED hacia los países en desarrollo cayó un 7% en 2023 a $867 mil millones, pero la disminución varió significativamente entre regiones.

Indicó que si bien los anuncios de proyectos totalmente nuevos en los países en desarrollo aumentaron en más de 1.000, la distribución fue desigual: casi la mitad en el Sudeste Asiático y una cuarta parte en Asia Occidental.

Detalló que las entradas de IED a África cayeron 3%, hasta $53.000 millones. Los anuncios greenfield incluyeron megaproyectos como un proyecto de hidrógeno verde en Mauritania. La financiación de proyectos internacionales cayó una cuarta parte en número de acuerdos y a la mitad en valor.

Los flujos hacia los países en desarrollo de Asia cayeron un 8% a 621 mil millones de dólares , y China, el segundo mayor receptor de IED del mundo, experimentó una rara disminución. La India y Asia occidental y central también registraron caídas importantes, mientras que el Sudeste Asiático se mantuvo estable.

Por su parte, los flujos de IED hacia América Latina y el Caribe (ALC) disminuyeron un 1% a $193.000 millones en 2023. Aunque se “mantuvo estable”.

Con respecto a ALC, especificó que la IED totalmente nueva, en la que una empresa establece nuevas operaciones en el extranjero, experimentó un aumento en los valores de los anuncios en la región, impulsada por grandes proyectos en Brasil y Chile.

Precisó que el valor de los proyectos totalmente nuevos aumentó debido a las grandes inversiones en sectores de productos básicos y minerales críticos para las tecnologías de energía limpia, los cuales representaron el 23% del valor de los proyectos nuevos de la región en los últimos dos años. “La proporción es más del doble que en otras regiones en desarrollo”, aseveró la Unctad.

Subrayó que la inversión en energías renovables también fue destacada: cuatro de los diez principales proyectos anunciados (por valor) están relacionados con la producción de hidrógeno verde o amoníaco verde.

En 2023, América Latina y el Caribe atrajo 19 megaproyectos valorados en más de mil millones de dólares cada uno, 17 de ellos emprendidos por inversores fuera de la región. Por volumen de IED, Estados Unidos, España, el Reino de los Países Bajos y Luxemburgo fueron los principales inversores.

La Unctad concluyó que aumentaron los flujos de IED hacia economías estructuralmente débiles y vulnerables. Las entradas de capitales a los países menos desarrollados se incrementaron a $31.000 millones o el 2,4% de los flujos mundiales. Los países en desarrollo sin litoral y los pequeños estados insulares en desarrollo también experimentaron aumentos. Pero en los tres grupos, la IED sigue concentrada en unos pocos países.

En América del Sur las inversiones extranjeras cayeron un 2% hasta $143 mil millones. Los flujos acelerados hacia Argentina, Chile y Guyana compensaron los menores valores en Brasil y Perú, y Brasil sigue siendo el mayor receptor de IED en esta subregión.

En Centroamérica la IED aumentó 1%. México representó la mayor parte de la IED y mostró cifras estables a pesar de los menores valores de los proyectos.

En el Caribe (excluidos los centros financieros extraterritoriales), la IED general se incrementó un 6%. La mayoría de los países experimentaron un crecimiento.

Aunque las perspectivas para 2024 siguen siendo desafiantes, la Unctad cree que sigue siendo posible un crecimiento modesto este año, citando la flexibilización de las condiciones financieras y los esfuerzos de facilitación de la inversión tanto en las políticas nacionales como en los acuerdos internacionales.