FAO: Costo oculto de los alimentos en el mundo asciende los $10 mil millones

Actualizado
  • 15/11/2023 08:30
Creado
  • 15/11/2023 08:30
Un informe de FAO apunta a que los sistemas agroalimentarios no toman en consideración el precio de diversos elementos al elaborar sus análisis
El principal factor que no se está considerando y es responsable del 70% de esos costos ocultos son las dietas pocos saludables.

¿De qué forma repercute el actuar de las personas en la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios? Esta es la pregunta que el informe "El estado mundial de la agricultura y la alimentación", publicado este mes, por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), busca responder.

La investigación señala que los sistemas alimentarios, de 154 países en el mundo, están dejando de lado la cuantificación de los costes a la salud de las personas, al ambiente y a la sociedad, de los alimentos que producen.

En total, la FAO estima a que este monto asciende a los $10 mil millones, lo que supone casi el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Aunque, aclaran que estos datos son preliminares y que, el próximo año, emitirán un documento más exacto.

El principal factor que no se está considerando y es responsable del 70% de esos costos ocultos son las dietas pocos saludables, con alto contenido de alimentos ultraprocesados, grasas y azúcares, las cuales terminan generando obesidad y otras enfermedades, que afectan, de manera directa, en la productividad de la mano de obra y, por ende, implican una perdida en el desarrollo de los sistemas agroalimentarios.

"Estas pérdidas son especialmente elevadas en países de ingresos altos y de ingresos medianos altos", apunta la investigación.

El resto de la lista está conformada por factores como los gases de efecto invernadero y el nitrógeno (20%), los cambios en el uso de la tierra, la forma en la se maneja el agua y la pobreza.

El 39% de los costos ocultos provienen de los países de ingresos medio altos. El 36% proviene de países con ingresos altos. El 22% de los países con ingresos medianos bajos. Mientras que, los países de ingresos bajos solo generan el 3%, pues sus problemas se centran, principalmente, en temas sociales (50%) y no tienen el elevado porcentaje de hábitos poco saludables, de los países más pudientes.

Paradójicamente, la FAO hace un llamado a destinar la mayor cantidad de recursos a los países más pobres, los cuales tienen problemas estructurales más complejos, que dificultan resolver su realidad como: pobreza, subalimentación, acceso a pocas fuentes de agua segura, cambio climático y transición energética. Estos elementos terminan por impactar en el desarrollo de los sistemas agroalimentarios.

La organización indica que, debido a que estos sistemas representan más de una cuarta parte del PIB, de los países más pobres, es necesario resolverlos con más urgencia. Dado que, en las naciones de mayores ingresos, el porcentaje que implican los sistemas agroalimentarios en el PIB, en menos de 12%.

Grandes obstáculos

Desde la FAO reconocen que, resolver esta situación no será sencillo, pues "los encargados de adoptar decisiones se enfrentan a objetivos que entran en conflicto, y abordar los costos ocultos de los sistemas agroalimentarios puede requerir la aplicación de cambios importantes en las prácticas actuales de producción y consumo". 

Esta realidad puede encontrar resistencia de gobiernos, empresas, productores e incluso, los consumidores, que "pueden preferir el mantenimiento de las condiciones actuales por miedo a afrontar costos de transición elevados o cambios en sus costumbres, cultura o tradiciones", analiza el escrito.

Otro elemento que puede generar barreras, es la falta de información que existe sobre los costos que puede traer consigo intentar aplacar estas situaciones, pues no hay muchos datos al respecto.

El camino a seguir

En este sentido, la organización propone solucionarlo en dos etapas. Una etapa de recopilación de datos, que permitan cuantificar la realidad de la problemática, con el objetivo de crear conciencia sobre los datos ocultos. Y otra, destinada a efectuar evaluaciones de los componentes, cadenas de valor o sectores específicos de los sistemas agroalimentarios, para orientar las políticas que se harán y las inversiones en países concretos.

Qu Dongyu, director de la FAO, destacó, dentro del escrito, que el futuro de los sistemas agroalimentarios le compete a toda la humanidad y, reconocer los costos reales y como la población contribuye a ellos, es una tarea colectiva.

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