Empresas de Centroamérica ven la transición energética como prioridad y oportunidad

Actualizado
  • 07/06/2024 00:00
Creado
  • 06/06/2024 20:08
Por ahora, la energía solar desempeña el papel más significativo en la transición energética (93%), seguida de la energía eólica (74%) y el agua (58%), según un estudio internacional, donde participaron 14 países de la región

Desde que se asumió el compromiso de descarbonización, un objetivo clave en la lucha contra el cambio climático, la región de Centroamérica y el Caribe está experimentando un cambio significativo en su panorama energético.

La región presenta un notable crecimiento en el uso de energías renovables, especialmente en biocombustibles y en las energías eólica y solar. Estas fuentes se están empleando tanto para la generación eléctrica como para satisfacer las demandas productivas locales, lo que indica un avance significativo hacia la reducción de las emisiones de carbono y una mayor sostenibilidad.

Las conclusiones se desprenden del ‘Informe sobre transición energética en América Latina: estrategias, barreras y oportunidades’, que realizó Aggreko, una empresa global con experiencia en soluciones energéticas. Para este trabajo participaron más de 830 profesionales del sector eléctrico e infraestructuras de 14 países latinoamericanos, entre los cuales están: Costa Rica, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Honduras, El Salvador y Nicaragua, considerados como una sola región en este análisis.

El documento reveló que el 73% de las empresas encuestadas considera que la transición a la energía sostenible representa una oportunidad significativa para sus negocios, aunque enfrentan desafíos debido a la falta de recursos y conocimiento.

Los principales desafíos detectados en los países fueron los altos costos asociados a la transición hacia soluciones más sostenibles (52%), la falta de fiabilidad en el suministro (debido a cortes, fallos o sobretensiones) (43%) y las dificultades para mantener un suministro estable en lugares remotos (30%).

Sin embargo, el informe señala que, por ahora, la energía solar desempeña el papel más significativo en la transición energética, con un 93%, seguida de la energía eólica con un 74% y el agua con un 58%.

Además de que las tecnologías emergentes, como la hidrogenación y el almacenamiento de energía de baterías, ganan fuerza e indican una atención especial a las innovaciones que impulsan la transición. Aclara que las soluciones híbridas (21%), que combinan fuentes renovables y fósiles, también se consideran importantes.

El factor más relevante a trabajar para incrementar la penetración de las energías renovables, o la inversión estructural, fue destacado por el 35% de los entrevistados.

Dicha inversión, según el estudio, podría incluir el desarrollo de infraestructura, la modernización de las redes eléctricas y la mejora de las instalaciones para dar cabida a fuentes de energía limpia.

El 22% de los entrevistados también destaca la integración de soluciones de almacenamiento de energía como un factor crítico para promover la adopción de energías renovables, destacando la importancia de las estrategias de almacenamiento para hacer frente a la intermitencia de las fuentes.

Hugo Domínguez, líder del sector de servicios públicos e infraestructura eléctrica para América Latina y el Caribe de Aggreko, comentó que con los análisis obtenidos en este estudio se ha descubierto una clara tendencia en América Latina hacia un futuro energético más sostenible.

“Estos descubrimientos refuerzan la necesidad de un enfoque colaborativo entre empresas, gobiernos y entidades reguladas para crear un entorno más favorable para la transición energética en la región. Solo con una cooperación efectiva y estrategias bien planificadas, considerando los desafíos y oportunidades identificados, será posible promover esta transformación hacia un futuro energético más sostenible y resiliente”, concluyó Domínguez.

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