“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
- 07/04/2024 23:00
- 07/04/2024 12:17
Con la transformación digital van surgiendo nuevas tendencias de negocios de tecnología financiera (fintech) que crean oportunidades de liquidez para las empresas. Este es el caso del ‘crowdfactoring’, un modelo de financiación alternativa a la tradicional que en los últimos años ha ido tomando fuerza en diferentes partes del mundo, incluyendo en Panamá, aunque en este país no existe una regulación específica y se rige por las normas generales que abordan aspectos como el factoring, préstamos, etc.
El “crowdfactoring” es una modalidad de “crowd” (que significa multitud), una iniciativa que se deriva de “crowdlending” (crowd: multitud, y lending: prestar dinero), un sistema de financiación en el que un conjunto de inversores —en vez de un banco— prestan el dinero a un proyecto o empresa, la cual, a su vez, proviene del “crowdfunding” (crowd: multitud, y funding: financiación), en la que muchos inversores particulares financian proyectos, a través de un préstamo colectivo, utilizando una plataforma digital como intermediaria.
El “crowdfactoring” (crowd: multitud, y factoring: factorización) es un tipo de “factoring”, pero se diferencia por la tecnología y el tipo de inversor al que aplica la empresa que busca financiamiento. A través de esta modalidad (“crowdfactoring”), mediante plataformas en línea, las empresas venden o dan el derecho de cobro de sus facturas pendientes o por cobrar, a inversores.
En América Latina, el “crowdfactoring” tiene un potencial significativo, pero su desarrollo y adopción pueden variar según el país y su infraestructura financiera, regulatoria y tecnológica, dijo a La Estrella de Panamá, Eddy Sivera, vicepresidente de la casa de valores local AV Securities.
Entre los factores se encuentran: la adopción de la fintech, la regulación del sector financiero, la confianza de los inversores y las empresas en estas plataformas, así como la cultura empresarial y financiera de cada país, detalló.
El representante de la casa de valores precisó que en la región países como México y Brasil han experimentado un notable desarrollo del ‘”crowdfactoring”. “Ambos países tienen un ecosistema empresarial vibrante y una creciente comunidad de ‘startups’ y emprendedores que buscan diversas formas de financiamiento”, aseguró Silvera.
En México, por ejemplo, añadió el experto, se han establecido varias plataformas de “crowdfunding” que abarcan diferentes sectores, como el financiero, el inmobiliario, el de tecnología y el de bienes raíces.
Además, el gobierno mexicano ha mostrado interés en apoyar y regular el “crowdfunding” como una alternativa de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Silvera también comentó que en Chile y en Colombia, la actividad del “crowdfunding” ha crecido por el acompañamiento del ecosistema empresarial, que es relativamente robusto y una infraestructura financiera más desarrollada en comparación con otros países de la región.
Hasta marzo de 2024, el tamaño del mercado mundial de “crowdfunding” alcanzó los $124.350 millones y se espera que llegue a $467.409,8 millones en 2032, según datos de Business Research.
Por su parte, en el factoring (la actividad del “crowdfactoring” es un tipo de “factoring”), en 2022, en América Latina, la actividad creció un 44% y en el mundo un 18.3%, de acuerdo con cifras Asociación Global de la industria del financiamiento de cuentas a cobrar (FCI).
Aunque en Panamá todavía no existen normativas del tema, la Superintendencia del Mercado de Valores, lo tienen en el tintero y, recientemente, dio los primeros pasos para actualizar el Decreto Ley 1 de 1999, que regula el mercado de valores, para entonces documentar y definir términos de tipo fintech como “blockchain”, “forex” y “crowdfunding”, entre otros.
Panamá no cuenta con una ley fintech, pero desde 2006, una empresa viene operando bajo la figura de “crowdfactoring” solo que, al no existir la norma, la misma es fiscalizada como fiduciaria por la Superintendencia de Bancos de Panamá. Se trata de Fortezsa, un negocio 100% panameño que viene financiando a otros negocios, sin ser banco, solo adquiriendo el derecho de cobrar facturas pendientes de pago.
Roberto Aldrete, director ejecutivo de Fortesza, dijo que mediante este tipo de negocio es fácil invertir y a un bajo costo, a diferencia de ir a la bolsa de valores que exige cerca de $50 mil como mínimo.
“Salir a comprar acciones en Panamá es difícil, debido a que el mercado está estructurado de una forma donde debes contar con un fondo interesante para realizar transacciones, no así a través del ‘crowdfactoring’, donde hasta por $50 como mínimo puedes invertir en una factura, recibes atractivos retornos de interés compuesto y todo se maneja como si fuese una banca en línea”, explicó.
Aldrete, panameño de nacimiento, comentó que antes de establecer Fortesza, trabajó en Estados Unidos en las áreas de análisis de productos y en valores, y que al regresar al país revisó la norma vigente y vio la oportunidad de negocio en el suelo patrio. “Somos una plataforma de inversión diseñada y pensada para las personas que no son expertos en inversión y quieren invertir”, comentó.
La empresa establecida desde 2006 es la primera empresa de inversión 100% panameña. Hasta el momento han desembolsado más de $75 millones, colaborando directamente con más de 25 industrias y trabajando con más de 4.000 inversionistas. El año 2023 fue muy positivo para la empresa en cuanto a la cantidad de dinero desembolsado fueron unos $225 mil en retornos para sus inversionistas, según Adrete.
En Fortesza manejan la figura de dos clientes, el inversionista y la empresa que busca financiamiento. A ambas figuras les hacen una ‘check list’ exhaustiva, para cumplir con las regulaciones nacionales e internacionales como el lavado de activos, financiamiento al terrorismo y demás a las que se ha comprometido el país.
“Una empresa viene a nosotros en busca de financiación, para seguir invirtiendo, ganar y crecer. Esa empresa ha brindado un servicio a otra y mediante una factura, la otra se compromete en pagarle en un determinado tiempo. Con nosotros, tras cumplir con los requerimientos a la empresa, se le ofrece un financiamiento más atractivo que el banco, a una tasa más alta y con respaldo de garantía. Entonces, por una comisión ese negocio nos entrega su factura, mientras el inversionista evalúa si lo hace a largo plazo, donde el interés compuesto es interesante y a 25 años mucho más”, afirmó.
“Hay muchas pymes interesadas en solicitarnos ayuda, es por ello, que estamos generando muchos más filtros que antes, para darle tranquilidad a nuestros inversionistas. Yo, como plataforma filtré esta empresa, al final el inversionista la revisa y determina si invertir o no y cuánto”, amplió.
En el tema de las garantías son creativos e imaginativos. Por ejemplo, relató que tienen una transacción interesante donde un cliente puso de garantía un barco de petrolero tipo chárteres; otro tiene aviones de carga, un poco más pequeños que los de DHL; un barco pesquero de camarón; así que están buscando nichos con garantías muy atractivas. Aclaró que de llegar a ejecutar una garantía y secuestrar el bien, el mismo se liquida y reparte el fondo entre los inversionistas.
El director ejecutivo no dijo cuánto gana la empresa en promedio, pero el negocio percibe una comisión por transacción, la que una parte es cobrada el primer día de la financiación.
Relató que la empresa comenzó a tomar auge en 2019, pero que se consolidó durante la pandemia, cuando ayudaron a empresas a seguir operando, pero pospandemia fue difícil porque las empresas tenían que hacerle frente a los compromisos con la banca, los que les llevó a depurar la cartera de clientes, generar más filtros y exigir atractivas garantías. “Fue año muy positivo para nosotros, puesto que trabajamos con empresas de todo tipo y tamaño. Hubo unas empresas que estaban atravesando momentos difíciles antes de las cuarentenas y con esta situación los bancos ayudan a muchas empresas, esto las mantiene a flote. Sin embargo, cuando los bancos empiezan a cobrar estas ayudas, las pymes no logran cumplir con sus promesas de pago”, enunció al referirse que les quedaron mal.
Este año 2024, puntualizó Aldrete, planean incrementar la cifra y ampliar su presencia en otros países, seguir creciendo su base de inversionistas y continuar su consolidación en el mercado como una fintech 100% local.