Desaceleración y presión fiscal frenan el sistema bancario en el primer semestre 2024

Actualizado
  • 11/09/2024 09:50
Creado
  • 11/09/2024 07:30
El dato se desprende del Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre del 2024 de la Superintendencia de Bancos de Panamá

La Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) concluyó, en su Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre del 2024, que este periodo estuvo caracterizado por importantes desafíos económicos.

Entre los retos destacó la desaceleración del crecimiento económico, la creciente presión sobre la sostenibilidad fiscal y un entorno externo incierto que podría seguir impactando negativamente las perspectivas a corto y mediano plazo.

Los factores anteriores, advirtió la SBP, seguirán planteando serias amenazas para el sistema bancario, con posibles repercusiones en las condiciones operativas y financieras.

“La combinación de estos elementos podría restringir la expansión del crédito, al tiempo que aumenta el riesgo de un incremento en los activos improductivos en los próximos 12 meses, lo que podría debilitar aún más el dinamismo económico del país”, subrayó.

Desaceleración

La SBP explicó que se reportó una desaceleración porque la actividad económica sólo creció un 2.1% durante el primer semestre versus el 2.9% reportado en el mismo período.

Indicó que este crecimiento estuvo impulsado por sectores como el transporte, almacenamiento, construcción, manufactura y comercio, de acuerdo con datos del Índice Mensual de Actividad Económica de 2024.

Según la SBP, esta desaceleración está muy relacionada a las proyecciones de crecimiento estimada para el país este 2024, del 2.5%, después del fuerte crecimiento observado en años anteriores.

En 2023, el producto interno bruto (PIB) de Panamá creció 7.5%, con respecto a 2022, impulsado por sectores como la construcción y la logística; en 2022 aumentó 10.8%; y en 2021 se incrementó 15.3%.

“Esta ralentización se debe en gran medida al cierre de Minera Panamá, una mina de cobre que representaba aproximadamente el 5% del PIB del país y el 7.5% de sus exportaciones”, justificó la SBP, el ente de supervisión bancaria y fiduciaria.

Pérdida de ingresos

La SBP, por otro lado, estimó que la pérdida de ingresos fiscales por el menor desempeño podría equivaler al 0.6% del PIB.

A pesar de esta contracción, dijo, sigue siendo un sector clave, pero aclaró que a medida que el crecimiento se desacelere, las cuestiones fiscales se tornarán más apremiantes.

Advirtió que “un crecimiento económico más lento a corto plazo podría obstaculizar el desempeño fiscal de Panamá este año, lo que agregaría desafíos adicionales”.

Fiscal

La SBP recordó que para el 2024, el gobierno se ha fijado como objetivo reducir aún más el déficit al 2.0% del PIB. Sin embargo, este objetivo enfrenta desafíos significativos, ya que el presupuesto para 2024 autoriza un aumento del gasto en 3% del PIB, impulsado por mayores inversiones, pagos de intereses y un aumento obligatorio en el gasto en educación.

Por ello, se estima que el déficit del Sector Público no Financiero cerrará este año con un déficit fiscal en torno al 4% del PIB. Pero, “a pesar de la desaceleración económica, se anticipa que el país mantendrá el grado de inversión otorgado por las dos principales agencias calificadoras de riesgo, durante el primer semestre de 2024”, proyectó.

Crédito

El informe arroja, además, que la distribución del crédito por sectores refleja un creciente peso del crédito a los hogares, lo que pone una presión significativa sobre el sistema económico, dado que el sector productivo, que tradicionalmente sostiene la viabilidad financiera de las empresas, ha ido perdiendo participación crediticia frente al consumo.

Sin embargo, según la SBP, el comportamiento crediticio sectorial, mantuvo un desempeño estable, teniendo en cuenta que en el mes de mayo se realizaron los cómics, y se generó un ambiente “adecuado” para el posible desenvolvimiento del sistema financiero y el desarrollo económico.

A nivel agregado, recalcó que el sistema financiero ha demostrado su resiliencia ante un escenario económico esperado y potenciales choques severos, tanto locales como internacionales.

No obstante, aclaró que la capacidad de respuesta varía entre las entidades, destacándose aquellas con mejores indicadores de solidez financiera.

Liquidez

Con respecto a la liquidez, la SBP aseguró en su informe que el Sistema Bancario Nacional mantiene niveles adecuados de resiliencia para enfrentar flujos de salidas de depósitos en escenarios severos.

Las cifras se mantuvieron en un 57%, estando por encima del mínimo requerido del 30%. Y, agregó que la banca oficial tiene el promedio más alto alrededor del 72%, mientras que la banca privada panameña se mantuvo en promedio cerca del 45%, estando por debajo del promedio del sistema, pero superior al mínimo requerido.

De acuerdo con la SBP, la resistencia a choques de liquidez en la mayoría de las entidades está sustentada en una adecuada distribución de activos y pasivos por plazos de vencimiento, una estructura de fondeo suficientemente diversificada y la constitución de activos líquidos de alta calidad, cumpliendo con los requerimientos de la ratio de cobertura de liquidez.

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