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- 28/06/2014 02:00
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El nombre de lo que queremos vender o del negocio que deseamos montar puede llegar a ser clave a la hora de crear un vínculo con los clientes.
‘Una marca es como su bebé, excepto que cuando nombra su compañía, tiene muchas más cosas que considerar que sólo si se van a burlar o no de ella’, tal como lo describe en la revista FastCompany, Lynn Haviland, directora general de Applebaum Associates (una agencia estadounidense especializada en nombres, identidad visual y mensaje estratégico).
De hecho, además del proceso creativo que conlleva, una vez ideado el nombre habrá que cerciorarse que no existan conflictos de marca registrada o derecho de autor en torno a él.
En Panamá, es posible verificar en línea la disponibilidad de un nombre. El sitio www.panamaemprende.gob.pa , administrado por el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), permite ‘hacer una validación de la Denominación Comercial que desea utilizar, para asegurar que no entre en conflicto con otras ya existentes o que incumpla lo establecido por Ley en cuanto a este tema’ con un sencillo buscador.
De hecho, usted no podrá obtener Aviso de Operación con un nombre o razón comercial repetido por razón comercial sustancialmente similar o parecida o que ya esté siendo utilizado por otra persona natural o jurídica.
Pero antes de llegar a ello, Haviland ofrece recomendaciones para que el proceso de nombrar su producto o negocio sea eficaz y productivo.
1. COMIENCE CON UNA ESTRATEGIA
Si piensa que ‘sabrá el nombre correcto cuando lo vea’, Haviland sugiere que está siguiendo el camino de la frustración, porque eso ‘simplemente no funciona’.
Según la experta, una estrategia apropiada tendría en consideración objetivos a corto y largo plazo para guiar el proceso de creación del nombre: el nombre correcto es aquel que se alinee con ella y concuerde en objetivos clave.
2. ES PERSONAL, PERO MANTÉNGALO OBJETIVO
Las personas responden a los nombres de los productos o negocios en un nivel emocional. De acuerdo Haviland, es por ello que a veces resulta complicado obtener consenso entre compañeros de trabajo a la hora de elegir un nombre. Todos reaccionan ante un nombre u otro basándose en sus propias preferencias y experiencias personales.
Por ello, según sus recomendaciones, la llave del éxito está en evaluar los prospectos de nombre teniendo en consideración criterios estratégicos y sus objetivos. No se trata de encontrar un nombre que guste a todos, si no encontrar el nombre que sirva mejor a las metas trazadas.
3. SER REAL POR ENCIMA DE LA MODA
Crear una marca se basa en una identidad autentica que da presencia en el mundo y Haviland asegura que la mejor manera de asegurarle el éxito es desarrollando un nombre que sea autentico y que proyecte el posicionamiento de la misma.
Al inicio, el nombre debe ayudar a convencer al público de que es diferente a lo que ya se ofrece y además, deseable. Con el tiempo, debe resumir las experiencias que su audiencia tiene con la marca. ‘En vez de seguir modas sobre nombres, lidere con originalidad sin compromisos’, concluye Haviland.
4. LA ARQUITECTURA DE LA MARCA ES, ¡LO MÁXIMO!
Antes de pensar en el nombre, considere el tipo de nombre que será más apropiado. Haviland explica que los nombres pueden ser arbitrarios, sugestivos, descriptivos o genéricos y el que más convenga dependerá de muchos factores: la audiencia y el presupuesto, son algunos ejemplos.
Pero entre todos los factores fundamentales, la ‘arquitectura de la marca prevalece’, en palabras de la experta. No convierta en figuras intercambiables el nombre de la marca y un segundo nombre –como el de un producto que se vende en el establecimiento o una variación del producto–. Así no confundirá a sus clientes.
5. NO LE DÉ LA ÚLTIMA PALABRA A LOS CONSUMIDORES
En otras palabras, no haga concursos para elegir el nombre de su negocio ni tampoco confíe en que un sondeo entre sus clientes dé con el nombre indicado.
‘Obviamente, el nombre necesita tener una conexión con los consumidores, pero su punto de vista sólo debe ser uno de los muchos factores que se toman en consideración para seleccionar el nombre adecuado’, indica Haviland.