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- 20/05/2009 02:00
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PANAMÁ. El sector sindical ya tiene su agenda y sólo está a la espera de que el nuevo gobierno asuma sus funciones el próximo primero de julio.
Hay temas pendientes que los dirigentes del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados —CONATO— no lograron resolver durante la actual administración y que la dirigencia incorporará en su pliego de aspiraciones.
No será fácil, porque el próximo gobierno está integrado por representantes del sector privado que van a cuidar sus intereses, sostiene el dirigente de CONATO, Antonio Graell.
Pero Graell asegura que lo único que garantizará la gobernabilidad “es que el nuevo Ejecutivo mantenga un clima de diálogo y concertación”.
Algunos de los requerimientos del sector sindical, como el tema de la canasta básica y la rebaja de electricidad, fueron temas de campaña de la alianza que encabeza el empresario y ahora presidente electo, Ricardo Martinelli.
La agenda que planteará CONATO al nuevo gobierno incluye un aumento general de sueldo del 25%, la rebaja de la canasta básica, la disminución de la tarifa eléctrica, la aprobación de una Ley de Indexación y la no modificación del Código de Trabajo. Se trata de temas en lo que no hubo acuerdos durante la administración de Martín Torrijos.
El sector privado rechazó de plano un aumento general de sueldo y la Ley de Indexación quedó engavetada, pero está de acuerdo con que se flexibilice el Código Laboral, algo que los trabajadores advierten que “no permitirán”.
Graell sostiene que los salarios en Panamá son “muy bajos” y los empresarios siempre han “regateado los pocos centavos” que han dado de aumento.
El salario mínimo en Panamá es de 325 dólares mensuales, uno de los más altos de la región centroamericana, pero el precio de la canasta básica alcanza los 272 dólares.
En lo que respecta a un aumento de salario, el sector privado no cede en su negativa. El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada —CONEP—, Gaspar García de Paredes, sostiene que la tendencia mundial, en los actuales momentos de crisis, “es defender los puestos de trabajo existentes”.
Para el dirigente del sector privado, un aumento general de sueldo en la actual coyuntura “no es lo más razonable”.
Y aunque Panamá no ha sentido con rigor los embates de la crisis global, el hecho de que el crecimiento del país se proyecte en un 3% para el 2009, es el argumento en que se basan los empresarios para descartar cualquier aumento general.
Cuando la curva de crecimiento va hacia abajo, lo que se debe hacer es trabajar para que vuelve hacia arriba, sostiene García de Paredes.
De acuerdo con cifras de la Contraloría General de la República, el número de personas ocupadas suman 1.3 millones. De ellos el 58.5% sobrevive con menos de cuatrocientos dólares mensuales. El salario promedio en el país se ubica en 361.5 dólares mensuales.
Pero la petición de los trabajadores, no se queda allí. También solicitarán financimiento para el establecimiento del primer supermercado, administrado por una cooperativa perteneciente a CONATO.
La inversión se estima en 500 mil dólares, un capital que el gobierno actual no les ha concedido. El objetivo del supermercado es vender productos a bajo costo para reducir el peso de la canasta básica. La apertura del supermercado estaba prevista para el pasado mes de marzo. Este medio trató de contactar a voceros de la nueva administración para conocer su opinión sobre este tema, pero no se tuvo éxito.