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- 11/09/2024 00:00
- 10/09/2024 17:51
El comercio social se ha convertido en un fenómeno que está transformando el panorama del comercio digital en América Latina y el Caribe, a través de la integración que tiene con las redes sociales y las experiencias de compras que genera.
Un estudio realizado por la agencia EssenceMediacom, proyecta que la comercialización y venta de productos y servicios a través de plataformas de redes sociales (comercio social) tendrá un crecimiento del 45 % este 2024.
Brasil, México y Argentina se ubican en el podio de los países donde mayor relevancia tiene esta tendencia. Los dos primeros se destacan como líderes en el uso del comercio social, con mayor adopción digital, pues más de la mitad de los compradores digitales realizarán una compra a través de redes sociales este año, según las previsiones.
Esto los coloca a unos puntos porcentuales por detrás de China, el mercado de comercio social más grande del mundo, y muy por delante de economías más desarrolladas como Alemania y Japón.
Un análisis más profundo revela que los consumidores latinoamericanos están utilizando, cada vez más, diversas fuentes para investigar productos que desean comprar digitalmente.
En junio de 2024, según recoge el estudio de EssenceMediacom Latam, 38.6 % de los consumidores utilizó las redes sociales, el 28.7 % confió en recomendaciones de amigos o familiares, un 13.4 % se dejó influir por influencers, 38.9 % recurrió a buscadores tradicionales y 52.2 % consultó a retailers digitales.
Estos datos muestran un claro incremento en la influencia de las redes sociales y los influencers en el proceso de compra.
Las plataformas de redes sociales favoritas para el social commerce en Latinoamérica son Facebook (39 %), Instagram (29 %) y WhatsApp (14 %), destacando la dominancia de estas plataformas en comparación con otras regiones.
En Norteamérica, solamente el 44 % de las compras de social commerce se realizan en estas plataformas, mientras que en Asia-Pacífico esta cifra es de un 36 %.
Características como transmisiones en vivo, contenido interactivo y contenido generado por el usuario (UGC) fomentan conexiones auténticas y lealtad a la marca. Un informe de McKinsey & Company destaca que los consumidores están dispuestos a pagar más por las marcas que ofrecen experiencias personalizadas y atractivas, algo en lo que el comercio social se destaca.
Los influencers ejercen una influencia significativa en el comercio social. Los consumidores confían y se dejan influenciar por las recomendaciones de personas que perciben como auténticas y cercanas.
Según eMarketer, se prevé que el gasto en marketing de influencers alcanzó los casi $6.000 millones en 2023, lo que subraya su creciente importancia en el panorama del comercio social.
Las plataformas de comercio social innovan continuamente para agilizar el proceso de compra. Funciones como los botones de “comprar ahora”, los pagos con un solo clic y las compras dentro de la aplicación permiten a los usuarios pasar sin problemas de la navegación a la compra sin salir de la plataforma. Esta experiencia sin fricciones reduce las tasas de abandono de compras, superando potencialmente la eficiencia de los sitios web de comercio electrónico tradicionales, según explica Forbes.
Otro informe de Retail TouchPoints afirma que el 76 % de los consumidores que descubren nuevos productos en las redes sociales terminan comprándolos, lo que destaca el potencial de conversión del comercio social. “La creciente dependencia de las redes sociales y los influencers destaca un cambio fundamental en cómo los consumidores están tomando decisiones de compra”, comentó Marien Castañeda, audience strategy director de EssenceMediacom.
Dependencia de la plataforma, gama de productos limitada y preocupaciones sobre la privacidad de los datos son solo algunas de las limitaciones que todavía tiene el comercio social, que si bien no reemplazará por completo a los gigantes tradicionales del comercio electrónico, sin duda está transformando el panorama de las compras en línea, según Forbes.