Cepal: La IED en América Latina y el Caribe cae 9.9%

Actualizado
  • 02/08/2024 00:27
Creado
  • 01/08/2024 19:15
Un nuevo reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe indica que el año pasado en la región, la Inversión Extranjera Directa se situó en $184,304 millones, una disminución influenciada por el recorte que sufrieron Brasil (-14%) y México (-23%)

La baja capacidad para crecer, la elevada desigualdad y la baja movilidad social, y las escasas capacidades institucionales y gobernanza poco efectiva son algunos de los factores que incidieron negativamente en la Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo, así como también en América Latina y el Caribe (ALC), provocando una caída por segundo año consecutivo.

En su reporte “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2024”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer, ayer, 1 de agosto, que durante el 2023 a América Latina y el Caribe ingresaron $184.304 millones de IED, cifra un 9,9% inferior a la registrada en 2022, aunque aún se mantiene por encima del promedio de la última década.

Con este descenso, afirmó la Cepal en conferencia de prensa, el peso de las entradas de IED en el PIB de la región también se redujo y en 2023 representó el 2,8%. Pese a ello, las entradas de la región representaron el 14% del total mundial en 2023, participación que es mayor al promedio de la década de 2010 (11%).

Según la Cepal, la IED en la región está enmarcada en políticas de desarrollo productivo, lo que podría ayudar a enfrentar los desafíos propios del área. “La región necesita de políticas de IED con énfasis no solo en la atracción, sino también en lo que sucede luego del establecimiento, y conectar estas políticas con las de desarrollo productivo de los países y sus territorios”, comentó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.

Para la organización, la región esta sumida en tres trampas de desarrollo, que ha identificado como: trampa de crecimiento económico bajo, volátil, excluyente y no sostenible; trampa de alta desigualdad y baja movilidad y cohesión social; y trampa de bajas capacidades institucionales y de gobernanza poco efectiva. “La Inversión Extranjera Directa puede ayudar a enfrentar, en particular, la primera de las tres trampas de desarrollo en las que está sumida América Latina y el Caribe: la trampa de baja capacidad para crecer”, destacó el máximo representante de la Comisión en el marco del lanzamiento del informe.

Para escapar de la trampa de bajo crecimiento, la Cepal propone a la región escalar y mejorar las políticas de desarrollo productivo que apunte a las sofisticación, diversificación y cambio estructural virtuoso como vehículo para aumentar la productividad y lograr patrones de desarrollo más productivos, inclusivos y sostenibles.

Para lograr lo antes descrito por Salazar-Xirinachs, la región debe avanzas en agendas de desarrollo enfocada en tres pilares o sectores, como industria, servicios e impulso por la sostenibilidad.

En industria serían tres áreas: farmacéutica y de ciencias de la vida, de dispositivos médicos y fabricación avanzada; en servicios serían cuatro áreas: exportación de servicios modernos o habilitados por las TIC, sociedad del cuidado, servicios intensivos en trabajo, gobierno digital; y en el gran impulso para la sostenibilidad, con siete áreas, destacan: la transición energética a fuentes renovables, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía (agricultura, recursos genéticos y de bioindustrialización), la agricultura para la seguridad alimentaria, la gestión sostenible del agua y el turismo sostenible.

La IED en la región

La Cepal destacó que desde el punto de vista de los países receptores, las principales causas que contribuyeron al descenso general de la inversión extranjera directa en la región fueron las caídas de entradas en los dos países con mayor participación en las entradas totales, como: Brasil, con $64,230 millones, -14%; y México, con $30,196 millones, es decir, una variación de -23%, con respecto al 2022.

En México, la caída se debió, según el reporte, a que en 2022 se registraron flujos extraordinarios de IED por la fusión de las empresas de televisión Televisa y Univisión, así como a la reestructuración de la aerolínea Aeroméxico.

En América del Sur, Perú también experimentó una disminución bastante pronunciada de las entradas de IED (-65%), mientras que Argentina y Chile experimentaron un aumento (57% y 19%, respectivamente). En Centroamérica y en el Caribe se recibieron más inversiones que en 2022 (12% y 28%, respetivamente).

Y, en Centroamérica, casi todos los países recibieron más IED, destacándose el crecimiento en Costa Rica (28%) y Honduras (33%), mientras que el aumento en el Caribe se debe sobre todo al incremento de las entradas en Guyana (64%) y República Dominicana (7%).

En el caso de Panamá, indicó que dejó de percibir en el año 2023, unos $670 millones en IED a diferencia del año anterior, un 1,3% menos, al lograr $2,327 millones, cuando en el año anterior había sido de $2,997 millones.

Desde el punto de vista sectorial, el desempeño negativo se atribuyó principalmente a una caída en las entradas de IED hacia el sector de servicios (-24%), las inversiones en manufacturas volvieron a crecer por segundo año consecutivo y aumentaron un 9% en comparación con 2022, observándose aumentos en Colombia (105%), Honduras (386%), México (29%) y República Dominicana (13%), que contrarrestaron la caída en Brasil. Por su parte, en el sector de recursos naturales, se registró un aumento del 16% de las entradas de inversiones en comparación con 2022.

El aumento de la inversión en manufacturas podría ser una prueba del interés que tienen las empresas transnacionales en instalar capacidades manufactureras en países próximos a Estados Unidos nearshoring, donde operan con menores costos de mano de obra y, posiblemente, menores riesgos de enfrentar barreras asociadas a rivalidades geopolíticas friendshoring.

Otras partes del mundo

La Cepal también analizó el comportamiento de la IED en 2023 más allá de la región. Precisó que en general este indicador cayó en un año -1.8%, de $1,35 billón a $1,33 billón, al compararle con el ejercicio del año 2022.

La Comisión también destacó disminuciones en las inversiones en América del Norte (-5%), África (-3%), Asia (-8%) y la Unión Europea, (-56% -Unctad, 2024-), excluyendo a Luxemburgo.

Por su parte, Estados Unidos sigue siendo el principal receptor de IED en el mundo con $310,947 millones el año pasado (23% del total), sin embargo, experimentó una caída de 6% en comparación con el año anterior. Y, en China se observó una significativa disminución de 13,7% en las IED, comparado con el año anterior, con una entrada de apenas $163,253 millones.

Al analizar los anuncios de proyectos de inversión con destino al país asiático, se confirma la tendencia a la baja, tanto en número como en monto, a lo largo del tiempo. Esto parece indicar un descenso en la participación de China como receptor de nuevos flujos de IED, probablemente como reflejo de las tensiones geopolíticas que amenazan el ingreso de bienes producidos en China en otros mercados, en particular el estadounidense.

La fuente de la IED

El reporte también recoge las fuentes de donde procedió la IED de 2023. Con respecto al origen de las inversiones, la Cepal indicó que en el caso de Estados Unidos y la Unión Europea se mantienen como los principales inversionistas de año pasado, aunque desde Estados Unidos salieron menos.

Las inversiones provenientes de China y Hong Kong (China), que siempre han representado una proporción pequeña frente a las de otros orígenes, en 2023 experimentaron una disminución significativa, debido principalmente a entradas negativas desde Hong Kong (China).

Con relación a las fusiones y adquisiciones, en 2023 hubo un aumento (15%) del número de operaciones que incluyeron activos en América Latina y el Caribe, mientras que se registró una disminución (-13%) del monto total de estas transacciones.

El sector que más se destacó en términos de monto fue la industria manufacturera, mientras que el sector de suministro de electricidad, gas y agua muestra valores negociados inferiores a los promedios de los últimos diez años, pese a que la mayor operación registrada en 2023 fue en este sector.

En 2023, las perspectivas de inversión para el futuro en América Latina y el Caribe mejoraron, como se refleja en el aumento del monto de los anuncios de nuevos proyectos (16%), que alcanzaron un total anunciado de $115,000 millones, en comparación con los $99.000 millones anunciados en 2022.

Pese al crecimiento de los montos, el informe recoge una reducción del 7% en el número de anuncios. El crecimiento del monto total junto con la disminución del número de los anuncios destinados a la región se debió al mayor número de megaproyectos anunciados, especialmente, en los sectores de energía renovable, carbón, petróleo y gas, metales y minerales, y automóviles y autopartes.

El negocio de las translatinas

Por último, después de que en 2022 las empresas translatinas alcanzaran un nivel histórico de IED, en 2023 la Cepal observó una caída del 49% de las salidas de inversión. La organización resaltó que las empresas translatinas, aunque fueron menos dinámicas el año pasado, reorientaron sus inversiones hacia el mercado regional.

La dinámica de fusiones y adquisiciones de estos actores da cuenta de un marcado interés en los activos de la industria manufacturera. Además, los anuncios de proyectos indican que las translatinas también están explorando oportunidades de inversión en países y sectores para aprovechar las ventajas comparativas de la región, especialmente en términos de mano de obra, energías renovables y recursos minerales.

En la presentación, la Cepal destacó que será interesante observar si, en los próximos años, el movimiento de las empresas translatinas contribuirá al fortalecimiento de las cadenas de valor regionales. Esto último, a su vez, podría generar un contexto más favorable a los procesos de integración regional, que en muchos casos se encuentran estancados o fragmentados.

Concluyeron que salvo excepciones, la IED continúa concentrándose en sectores y países que ofrecen recursos naturales y mano de obra relativamente barata. Lo anterior refuerza las ventajas comparativas existentes, sin que ello sea, sin embargo, un resultado inevitable. Más bien, representa una invitación a que las políticas de desarrollo productivo potencien y transformen esas ventajas estáticas en ventajas dinámicas.

El objetivo, según la Cepal, es lograr que los factores de atracción tradicionales, como los recursos naturales o la mano de obra más barata, sean solo el incentivo inicial que se va transformando con derrames y encadenamientos.

El organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas insiste en que el análisis de la dinámica por sectores reafirma la importancia de integrar las políticas de IED con las de desarrollo productivo, de forma no solo de obtener un aumento del empleo y la renta, sino también de potenciar la transferencia de tecnología y conocimiento.

Algunas de estas políticas se discuten en este informe, y también abordan la necesidad de que se diseñen e implementen de forma coordinada con las políticas de desarrollo no solo nacionales, sino también subnacionales.

En el caso de Panamá, el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca que el país de Centroamérica dejó de percibir en el año 2023, unos $670 millones a diferencia del año anterior, un 1,3% menos, al lograr $2,327 millones, cuando el año anterior había sido de $2,997 millones.
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